El PAN en España y el PRI en Roma I / Cocina Política - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Con eso que una veintena de funcionarios municipales de la capital se fueron sin el menor rubor a la bella España, gastos pagos con el dinero público, yo evoqué la antigua y mítica ciudad de Roma, Italia, cuando un buen amigo me comentó que se había encontrado a Paco Guel, presidente del PRI estatal en el Roma. De inmediato le corregí se dice la Roma fino amigo ¡No mujer! Te hablo del restaurant Roma, Roma; ahí en Colosio, al norte de la ciudad. ¡Ya decía yo! Que una cosa era el desparpajo de los gastadores de recursos ajenos en un dudoso viaje de trabajo y otra que Paco Guel Saldívar (quien recién estrena presidencia del tricolor en Aguas) anduviera de fresco paseando con el dinero de otros.

La llave de Roma. Cuando estudiaba la Normal, me encantaba un juego que consistía en pasar de mano en mano una servilleta, cuidando que ésta no se doblara. Al pasarla a la mano siguiente se decía en voz alta “esta es la llave de Roma y toma…”. Perdía a quien le tocara el infortunado doblez y se le imponía un castigo. Pues bien, al joven Paco Guel le pasaron “la llave de Roma” y no la tiene nada fácil: se encuentra en Agüitas con un PRI disperso, alicaído y desmotivado. Si la “llave de Roma” (la servilleta) se doblara, el castigo para Paco sería perder los dos procesos electorales que previsiblemente encabezará. Al pensar en ello, decidí lanzarme a conocer “Roma-Roma” el restaurante. Tuve el deseo de imaginar a mi joven y moderno presidente pri-ista en un lugar que frecuentara, para sacar un par de deducciones y por otra -lo confieso- me provocó la comida italiana y ya tenía el pretexto perfecto.

Homenaje obligado, ante el olvidado. Antes de que hablemos de las flores de calabaza fritas con relleno de queso de cabra y nuez, y otras delicias “romanescas”; permítame el querido lector y la querida lectora evocar a dos damas, que en el fin de semana pasado, se integraron a la memoria colectiva de los hidrocálidos y al recuerdo personal e íntimo de cada uno y una quienes les conocimos, amamos y admiramos.

Lolita Castañeda: dama fina. Se nos fue la maestra Lolita Castañeda. La hermosa presencia. La delicada conducción. El rostro amable. La belleza serena y madura. La luchadora incansable, la pri-ista nunca suficientemente reconocida. Y es que, amable lector, querida lectora, reformas electorales como la reciente, que obliga a la incorporación de un cincuenta por ciento en curules locales y federales, no toca; no alcanza a damas como la maestra Lolita, mujer de gran hechura y profesionista exitosa. Esas reformas del “cincuenta” no están dirigidas a libre pensadoras como la maestra Castañeda, pri-ista de viejo cuño, a la que seguramente el PRI le quedará a deber, ya no digamos una curul “cincuentera”, sino el homenaje que su entrega y pasión política deberían obligar.

Adiós, maestra Lolita Castañeda. Gracias por su vocación política plena de valores humanos y sociales. Quienes la conocimos y admiramos, esperamos algún día integrarnos a su aula celestial para seguir aprendiendo de Usted. Descanse en paz.

Mary Piña: la matriarca. La matrona por excelencia. La partera que dio la bienvenida a tantas vidas nuevas. La lideresa que hablaba por y para los demás. El ser humano extraordinario, que en su humilde morada, reflejaba la honestidad con que realizaba las gestiones en favor de otros: nada paraba ahí, todo cuanto obtenía estaba en su hogar sólo de tránsito. ¿Con quién compartiremos ahora los ricos tamales? ¿Quién nos ofrecerá ahora un cafecito pleno de vida? La vida que Mary Piña facilitó a tantos, pero que no pudo retener para sí misma, ante el embate del Cáncer.

Adiós Mary Piña. El “cerrito” no será igual sin ti. Se nos van las líderes que como tú, pedían para otros y se nos van las líderes que como tú, demuestran una lealtad “a prueba de alternancia”. En tu corazón cabían sólo tres colores, a diferencia de los “nuevos liderazgos territoriales” tan multicolor, tan desprovistos de formación y valores.

Para Mary Piña, tampoco se hicieron las reformas “cincuenteras”. Seguramente Mary, tampoco tendrá un homenaje. ¡Poco importa! Porque Mary Piña, vivirá para siempre en el corazón de quienes hemos hecho “malgré tout” al PRI en Agüitas. Esta cocinera, espera que seas tú la partera, cuando le toque ver la luz en el cielo que, seguramente para entonces, ya habrás pintado de tres colores.

Esta su cocina política, continuará en la próxima. Por ahora esta cocinera se va a confortarse con un cafecito y dejar correr las lágrimas por Lolita y por Mary.


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