- Será en febrero de 2015 cuando el Partido del Trabajo defina si va en coalición o por su cuenta
- Jesús Medina Olivares señaló que la única posibilidad de revertir los efectos provocados por los gobiernos del PRI y PAN sólo sería posible con una alianza de las izquierdas
Para Jesús Medina Olivares, miembro de la dirigencia estatal del Partido del Trabajo, una posible coalición de izquierdas durante el proceso federal de 2015 en el estado, sería un buen experimento para replicarlo en el proceso local de 2016.
Medina Olivares consideró que la única posibilidad de revertir los efectos negativos de los gobiernos del PAN y PRI, pudiera lograrse con una gran alianza entre las fuerzas de izquierda, que pudiera ser respaldada por el electorado primero a nivel federal, pero principalmente en la renovación de los poderes durante 2016 y señaló “nadie puede monopolizar el término de izquierda en el estado”.
En lo que respecta a la definición de perfiles a candidatos para 2015, explicó que se está pensando en personajes emanados de la misma estructura, y enfatizó que los partidos están obligados a evitar postular candidatos con antecedentes inciertos, para evitar que se manifieste un fenómeno similar al sucedido en el estado de Guerrero, con la reciente problemática acerca de los antecedentes de José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala, a quien se le responsabiliza de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El dirigente estatal del PT estableció que los partidos no pueden improvisar candidatos y reflejar actitudes oportunistas. También criticó la actitud cínica con la que actúan algunos de ellos que posteriormente se han deslindado de sus excandidatos. A nivel local, dijo, se buscará elegir perfiles que manifiesten su intención de participar en la contienda. Y de haber competencia interna, se definiría la forma de designación de los cargos en disputa.
Sobre la posible coalición para el proceso electoral que inició el pasado 7 de octubre, comentó que todavía no es una realidad, por lo que sería hasta el mes de febrero cuando se defina el rumbo de la posición, a la espera de las decisiones al interior de las dirigencias nacionales del resto de los partidos de izquierda y del propio PT; aun cuando, la dirigencia nacional de este último, respeta las particularidades y acuerdos a los que se pueda llegar en la entidad.