“País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo…”
Roque Dalton
Cuando conocí a la joven abogada Alejandra Ancheita fue en la lucha por la libertad de una joven detenida en el Distrito Federal, una joven que estaba en el lugar equivocado, fuera de un café internet platicando con un amigo, y en un operativo desarrollado en ese lugar resultó detenida junto con su amigo; ella, de tan sólo 18 años, es apartada de los demás detenidos, la suben a una camioneta con 15 policías encapuchados que intentan violarla tumultuariamente, al resistirse a esa violación la golpean, la amenazan con ametrallarla y luego la llevan directamente al reclusorio femenil en Santa Martha Acatitla. La historia de esta joven llegó a una colectividad feminista que entonces teníamos varias compañeras que nos tomamos muy en serio luchar por la libertad de mujeres injustamente encarceladas.
Corría la administración de Andrés Manuel López Obrador durante la detención y encarcelamiento de esta joven, de quien narro una pequeña parte de su historia. Nadie quería hacerse cargo de su caso, era luchar contra la palabra de más de 15 policías que aseguraban que ella traía droga y que la vendía. Un amparo y otro amparo habían sido negados. Estábamos sentadas en un salón en el centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro cuando entró una joven menudita, con un saco azul y pantalón de mezclilla, ella era Alejandra, quien se haría cargo del caso, nos dijeron. Comenzó diciéndonos: Ya estudié el caso y no les quiero mentir, es muy difícil, pero necesito toda su ayuda, toda su energía porque vamos a sacar a esta joven de la cárcel.
En aquel entonces era secretario de seguridad pública Marcelo Ebrard Casaubón, ex jefe de gobierno del DF. Nos resultaba increíble que tanto Andrés Manuel López Obrador como Marcelo Ebrard no hubieran prestado oídos a nuestras demandas y señalamientos respecto a su policía y la pudrición que se respiraba.
Finalmente Alejandra Ancheita logró la liberación de la joven encarcelada. Al fin esa joven volvió a su casa, aunque después toda la familia se fue del DF. El día de ayer le fue otorgado a la abogada Ancheita el Premio Martin Ennals 2014, considerado el Nobel de los Derechos Humanos. Un reconocimiento necesario a una verdadera luchadora que tiende la mano a quienes sufren el agravio en este desierto de justicia que se vive en México.
En los días anteriores, en Iguala, Guerrero, ocurrieron hechos atroces, escalofriantes y sobre todo indignantes: la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, al mismo tiempo se descubrieron seis fosas clandestinas con 28 cuerpos, actos que han estremecido al país entero, que han colocado a México en el ojo internacional, no es Uganda, no es Sierra Leona, es México y eso ha puesto a tambalear al frágil gobierno de Enrique Peña Nieto que no logra quitarse pese a la cascada de reformas emprendidas, no logra arrancarse el tema de la inseguridad y la violencia que se vive en el país. Hace apenas algunos días atrás despertamos con las ejecuciones en Tlatlaya, Estado de México, otro desmoronamiento; ahí fue el ejército mexicano quien decidió dar muerte a presuntos delincuentes, todos ellos, jóvenes.
La matanza que recorre al país ocurre en estados gobernados por el PRI por el PAN y el PRD, aunque esta vez es desilusionante mirar que la izquierda mexicana está sumida en la misma porquería que va ejecutando jóvenes. De nada sirven las disculpas del dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete Ruiz: “Los perredistas asumimos nuestro error y ofrecemos al pueblo de Guerrero nuestras disculpas”. Nada de esas palabras reparan el dolor y la indignación; como tampoco sirven las pronunciadas por Enrique Peña Nieto, quien salió descolorido a decir que los hechos ocurridos son inaceptables, en uno y otro se oyen huecos.
El gobernador del PRD de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, hizo caso omiso, por decir lo menos, a quienes señalaban a José Luis Abarca Hernández como narcopolítico, aunque hoy para lavarse las manos dice que se investigará a 81 alcaldes. El mismo PRD cubrió la porquería de Abarca Hernández con tal de tener unas migajas más de poder, una parte más de territorio. Y ese es el costo de la soberbia en la que la izquierda también se ha perdido. ¿Cuál es la diferencia con Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México?
El cliché que ha heredado el PRI para gobernar México lo han tomado a la medida los demás partidos políticos. El regreso del PRI en el 2012 es irónico, sus detractores en el PAN y el PRD se han vuelto su mejor copia; volvió el PRI y revivimos nuevamente la matanza de estudiantes de aquel 2 de octubre de 1968, sólo que ahora la cara es la de la izquierda partidista mexicana, quien gobierna de la mano con los criminales. Ni Maquiavelo hubiera previsto esta descomposición política y la crisis profunda que vive el desfondando estado mexicano. No se trata de exámenes de confianza para policías, se trata de un sistema político que se está colapsando.
Es por eso que resulta tan importante el trabajo realizado por la abogada Alejandra Ancheita, es de este desierto de justicia mexicana del que hablamos, por eso es fundamental saber que hay otra parte de México que también está sembrando futuro y que nada tiene que ver con los partidos políticos que ya deberían desaparecer.
@chuy tinoco
