- Las recientes problemáticas no son producto de hechos aislados, sino de la muerte que está recorriendo todo el país
- No debiera pensarse en una posible revocación de mandato de los gobernantes, sino en su obligatoria renuncia: Valenzuela Arce
Para José Manuel Valenzuela Arce, catedrático investigador del Colegio de la Frontera Norte, los recientes hechos en torno a la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, Guerrero, son reflejo de la impunidad y la complicidad de las instancias de procuración de justicia.
Señaló que la complicidad de la clase política y la impunidad, muestran una profunda descomposición en el país, misma que se ha visto en la muerte de los estudiantes y un importante número de luchadores sociales.
Asimismo recordó el caso de San Fernando, Tamapulipas, donde los mismos agentes de migración fueron quienes entregaron a los migrantes centroamericanos al grupo criminal de los zetas, y estos últimos realizaron la múltiple matanza.
En lo que respecta al reciente caso de los estudiantes, Valenzuela Arce enfatizó “uno no puede entender cómo a pesar de las advertencias, el alcalde de Iguala y el gobernador de Guerrero sigan impasibles ante el asesinato de seis, la desaparición de 43 y la existencia de entre 23 y 24 heridos”.
Al no ser castigados, advirtió, no se llega al nivel más alto al que debiera llegarse. Lo sucedido no puede calificarse como un hecho aislado, ya que la muerte anda recorriendo el país a través de diferentes rostros, y se reproduce principalmente en los pueblos indígenas y grupos sociales desprotegidos, donde su muerte sigue impune.
La respuesta de solidaridad de las agrupaciones de la sociedad civil y de los estudiantes de otras instituciones educativas, afirmó, han sido respuestas importantes que dan cuenta de la grave situación por la que transita el país, sin embargo, en lo que respecta al papel del Estado, no se ha avanzado mucho desde el escenario de la “guerra sucia”, acontecida durante la década de 1970, con la desaparición de más de 500 jóvenes.
Indicó que la crisis social por la que atraviesa actualmente México, debe significar un llamado de alerta, donde la sociedad no puede seguir callada e indiferente ante la respuesta del gobierno a los problemas a través de políticas tradicionales, sino involucrarse y exigir justicia.
Sobre a la posible revocación de mandato de Ángel Aguirre Rivero, gobernador de Guerrero, el académico del Colegio de la Frontera Norte estableció que no debiera estarse hablando de una posibilidad, donde se tome como una carta de negociación entre partidos políticos, “desde el primer momento en que sucedió, debió haber renunciado, por dignidad debe renunciar, y también lo deben de hacer los políticos de otros estados que son incapaces de gobernar”.
Pie de foto: Lo sucedido no puede calificarse como un hecho aislado, ya que estos actos se reproducen principalemente en pueblos indígenas y grupos sociales desprotegidos