- La ONU tiene razón en reclamar al gobierno
- Es obligación del estado atender los grupos más vulnerables
Lamenta Luis Enrique Estrada Luévano, delgado nacional del partido Movimiento Ciudadano (MC), que a los indígenas se les vea como personas discapacitadas aunque no lo estén, comentario que hizo a propósito de una serie de recomendaciones que emitió el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a México, entre las que destacan el distinguir entre las donaciones que hace el estado al Teletón y sus obligaciones.
“Yo creo que hay muchos temas relacionados con los derechos humanos que hoy en día en México se olvidan, tenemos el derecho a libre tránsito que se ve limitado por todos los retenes a lo largo y ancho del país, algunos son pretexto de la inseguridad que existe y otros por temas que no tienen que ver de eso”, explicó Estrada Luévano.
Uno de esos temas, es el de la discriminación de distintos tipos, por cuestiones de credo, de definición sexual y otra es precisamente las personas con discapacidad, el documento señala:
“El Comité insta al Estado Parte a establecer una distinción clara entre el carácter privado de las campañas Teletón y las obligaciones que el Estado debe acometer para la rehabilitación de las personas con discapacidad. Asimismo, le recomienda desarrollar programas de toma de conciencia sobre las personas con discapacidad como titulares de derechos”.
El integrante de MC considera gravísimo que al indígena se le vea como una persona discapacitada, como los que se ponen a vender naranjas o su artesanía y los tratan de una manera terrible, actualmente hay una diferencia marcada por una cuestión cultural, “y hoy las redes sociales nos permiten ver que no es exclusivo de Aguascalientes, también en Chiapas en donde hay comunidades indígenas o en Oaxaca en donde se supone que las personas son más conscientes”.
Señala que desde que llegan los ven como sospechosos, como parte ajena a la realidad, porque en el discapacitado se manifiesta su afectación física, pero en el indígena no hay nada que les impida trabajar o tener una vida como el resto de las personas.
En el caso de los discapacitados, desde el punto de vista del delegado nacional, “aún no hemos entrado a esa cultura que nos lleve a entender que tenemos la obligación de darles las facilidades para desplazarse, las facilidades para rehabilitarse, para dar la vuelta a la página de su incapacidad y poder estar plenamente integrados a la sociedad”.
Uno de esos temas es el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que con razón reclaman a México “a ver, papel del gobierno, en dónde está tu responsabilidad con esos grupos que son diferentes o que piensan diferente, se expresan diferente, sea física, intelectual, emocional o sexual”.
Concluyó que es ahí en donde se tiene que avanzar, más que preocuparse por la privatización, por la situación política o los niveles de democracia, “hay que voltear todos los partidos políticos a la sociedad, ver cual está siendo su reclamo legítimo”.