- Los niños se convirtieron en los principales usuarios de la Feria
- Cuentacuentos, narraciones orales, presentaciones editoriales, hasta teatro en distintos idiomas fueron parte del programa final de la Feria
Tras nueve días de jolgorio literario con 43 casas editoriales en 71 estands, la 46 edición de la Feria del Libro en Aguascalientes concluyó ayer con una sorpresiva asistencia durante todo el día; desde las 11:00 horas, con la apertura de los talleres de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas y del Programa Nacional de Salas de Lectura, se observó una afluencia constante de usuarios, en su mayoría jóvenes.
Cuentacuentos, narraciones orales, presentaciones editoriales, hasta teatro en distintos idiomas fueron parte del programa final de la Feria; algo que causó que el Teatro Antonio Leal y Romero fuera ocupado en su totalidad, fue el especial de William Shakespeare del Centro de Idiomas de la Casa de la Cultura. Conmemorando su 450 aniversario, los alumnos más avanzados de las clases de inglés, italiano, francés y japonés recrearon algunos de los sonetos del dramaturgo inglés.
Mientras el público se deleitaba al interior del teatro, en el segundo patio se presentaba la poesía y música del libro Bar y Tono de Renata Armas, acompañada de la guitarra de su hermana cantó algunos versos mezclados con ritmos vocales intensos; así como El placer abatido de Erick Nolazco, quien asombró a los oyentes con su frase “perdonar es un signo de envejecimiento”.
Después de la terrorífica presentación de Tristania por Andrés Acosta, por la historia de terror que muestra el texto, estudiantes, promotores de lectura, maestros, bibliotecarios y escritores homenajearon a José Emilio Pacheco y Juan Gelman con una lectura colectiva en voz alta en el foro Anita Brenner.
Mientras la tarde llegaba y consigo la conferencia de clausura con Sabina Berman, las personas continuaban recorriendo la Feria en busca de un título de su agrado, encargos de tarea o simplemente para disfrutar el olor a papel y tinta.
Normalmente, al cierre de cada feria los expositores manifiestan su inconformidad por ciertas cuestiones de logística, ausencia de usuarios y mala organización interna, sin embargo, este año reconocieron que desde los primeros días observaron una asistencia importante y que a pesar de no haber tenido una venta despampanante, culminaron la jornada satisfechos por el trabajo realizado; algo que se destacó fue el sorpresivo número de niños y jóvenes que participaron “normalmente vienen por la escuela pero esta vez vimos muchos que venían por gusto”, siendo los niños uno de sus principales usuarios durante esta Feria.
Aquellos estands de material didáctico infantil, juegos de destreza mental y literatura infantil fueron quienes concluyeron la feria con mayores ventas, así como los de literatura popular (best seller) y libro antiguo como la librería Alcancía, que logró vender una de sus colecciones más grandes de obras selectas de 1960, unas cuantas de arte y literatura del siglo XIX.
En números oficiales, Mariana Torres Ruiz, organizadora de la feria y directora del CIELA Fraguas, adelantó algunas cifras que superan la meta esperada de las 35 mil visitas, además de haberse generado una gran respuesta con el uso de los hashtag #TeInvitoALeer #FLAgs en Twitter, “había muchos jóvenes que al entrar a la Casa comenzaban a subir fotos, comentar sobre libros y eventos de la feria, las redes sociales son ahora una herramienta potencial para llegar más lejos”, como fue el caso de un grupo de estudiantes de intercambio, oriundos de Alemania, Japón y Francia, que al visitar la feria subieron información a sus redes sociales compartiéndola con gente de esos países.
Para Torres esta feria fue de grandes satisfacciones, primero por los resultados que se tuvieron con la comunidad académica (preescolar, primaria, secundaria y bachillerato) puesto que ello significa un círculo virtuoso muy fructífero, “es que de las escuelas llegan a las familias y de las familias a los demás integrantes de la misma, y así hacen que niños y jóvenes tengan mayor interés por la lectura generándose nuevos usuarios potentes”; tomando en cuenta que durante la semana se registraron poco más de 30 instituciones con atención a más de ocho mil alumnos.
Sabina Berman y su bla, bla, bla…
Bla, bla, bla, bla, estas son las onomatopeyas que refieren al habla en general, el habla escuchada desde afuera del lenguaje, desde afuera del sentido de las palabras escuchadas como un mero murmullo; como profesional del bla, bla, bla, la escritora, directora de teatro y entrevistadora, Sabina Berman, dedicó poco más de una hora de su tiempo a reflexionar sobre el habla, el lenguaje y el origen del primate hablante: el humano.
Apoyándose en la teoría de Darwin, Berman hace todo un recorrido por la historia relatada por la ciencia comparándola con la realidad social del humano para demostrar que el lenguaje es muy sensible para el hombre (sobre todo para el mexicano), pues desde bebés se nos enseña a hablar pero nunca a callar.
Hay voces que dicen que hay que defender el buen uso del lenguaje, pero también hay quienes aseguran que el lenguaje es algo que está en movimiento y por lo tanto se transforma constantemente, por ejemplo, ahora con la redes sociales, específicamente el Twitter, lo malo de estos 140 caracteres de ahora es que se está empujando a que la sociedad todo lo sintetice y haga todo de manera instantánea; una persona del público le cuestionó sobre la situación del teatro y lo que le afecta por esta pérdida de capacidad de ser amplios con las historias.
Berman con un voz firme respondió: “Yo creo en la palabra ‘y’, porque es la mejor respuesta, no la única pero sí la más amplia y mejor; estamos en el momento donde hay que sintetizar en 140 caracteres y estamos en el momento de las series de televisión de trece horas, en el regreso de las novelas ambiciosas; viene una cultura ya no de la duda, ambigüedad e ironía, es decir, de la negación de las respuestas, viene la época de las réplicas claras, únicas y verdaderas”, encontrándonos en un remolino de comunicación inigualable, desde su perspectiva, lo cual está llevando al hombre a la época de las certezas después de 60 años del multiculturalismo y del relativismo ideológico.
Específicamente en teatro, manifestó que al menos lo que ha tratado de hacer es regresar al texto, por ejemplo, Testosterona (su última obra escrita) es una narración contada por dos personajes que hablan de una historia que pasó durante 20 años en un plazo de tiempo de una hora 40 minutos sin pausas, todo en un solo escenario (sofá y escritorio), lo cual dio pie a la reflexión de “Qué diablos hacemos en la época del Twitter en el área del teatro, hacemos obritas o hacemos obrotas”, para Sabina Berman se tiene que regresar al lenguaje, un lenguaje distinto al de Shakespeare pero que puede ser de guía para la creación de grandes historias, puesto que material hay mucho y se debe de aprovechar lo que se tiene, “ya es necesario regresar al lenguaje, hablar de historias que tengan política, religión, metafísica, que tengan aventura personal, amor, sexualidad, muerte, asesinatos, traiciones, furia, tenemos que regresar al teatro grande”.
El error más grande de ahora es ir contra el texto rico en lenguaje: “es muy extraño que hace apenas diez años se hablaba de que no nos entendíamos, todo en el teatro y en los libros se indicaba la falta de entendimiento entre las personas y a partir de la revolución tecnológica y la aparición del internet ¡bum! todo cambió”.
Aunque reconoció que el arte es el lugar de la libertad personal, no le sorprendería que muchos de los lectores piensen en estas líneas, en aquella disyuntiva de los 140 caracteres o Shakespeare, a lo que ella responde; “pues los dos ¿no?”.
Así es como cerró la Feria del Libro, con una extensa variedad de públicos, con una venta favorable para los expositores y una gran cantidad de nuevas expectativas para el siguiente año; agradecemos a quienes siguieron esta cobertura durante la semana literaria, esperando contar con su atención para el 2015.