- El director del recinto asegura haber sido revisados como industria y no como museo
- Se logró un acuerdo donde se reconoció que el Museo no es una industria y que el espacio en cuestión de riesgo no es muy elevado
La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece en su artículo 40 que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) le corresponde, entre otras facultades, el vigilar la observancia y la aplicación de las disposiciones contenidas en el artículo 123 de la Constitución Federal, así como en la Ley Federal del Trabajo y sus reglamentos; además de fomentar el desarrollo de la capacitación para el trabajo, efectuar investigaciones, prestar servicios de asesoría, e impartir cursos de capacitación para incrementar la productividad en el trabajo, este último en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Basándose en la Norma oficial mexicana NOM-031-STPS-2011, Construcción-Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo, esta dependencia ha estado realizando verificaciones en los espacios de las dependencias gubernamentales del estado de Aguascalientes, ubicadas en la capital.
El pasado 25 de julio personal de la STPS llegó al Museo José Guadalupe Posada, espacio que depende del Instituto Cultural de Aguascalientes, encontrándose alrededor de 30 observaciones derivadas de la falta a la NOM-031-STPS-2011, documento entregado a la dirección general el 8 de agosto.
Guillermo Saucedo, director del Museo, aclaró que ya fueron solventadas pues muchas de ellas se trataron de áreas correspondientes al tema industrial más que al de un museo, “nosotros tenemos una serie de capacitaciones para prevención de accidentes de manera obligatoria con el ISSSPEA, pero no sabíamos que también debíamos de tener los documentos de forma independiente”, cada dependencia gubernamental estaba sujeta a lo que establecía el ISSSSPEA, pero a partir del 2012 la delegación de la STPS giró instrucciones para que ha instituciones de gobierno como el ICA se le hicieran inspecciones específicas, separadas a las que el instituto realizaba.
Esto, según Saucedo, fue través de una norma oficial mexicana de corte industrial, lo cual causó que, en su caso, se le observaran más cosas que como museo no se percibían como peligrosas; por ejemplo, que al tener una máquina de gran tamaño (como de prensa), tienen que delimitar el espacio de trabajo, “creemos que deben separar las industriales de las que se usan para el arte, ahí nos llamaron mucho la atención ya que en nuestra prensa no le tenemos esa área delimitada y creo nos estorbaría”, ya que especifican una barda o cancel de unos cuantos centímetros de alto, “nos hacen indicaciones como si fuéramos una empresa industrial por eso nos entregaron el bonche de observaciones”.
A la fecha, el Museo ha subsanado todas las observaciones a pesar de que en algunas tenían un plazo de hasta 90 días, pero al haber solicitado apoyo al ISSSSPEA para los protocolos de evacuación -que ya se llevaban a cabo pero no se tenían en papel guardados en el recinto- se pudo subsanar rápidamente cada punto señalado.
Lo que sucedió en este espacio fue que como depende de un instituto gubernamental, se regía por las normas de tal dependencia, con capacitaciones al personal, comité de higiene, simulacros de evacuación y señalética de protección civil básica, pero como tal el protocolo de seguridad sólo lo empleaban de manera institucional y no independiente, “lo único que hicimos fue pedir el documento al ISSSSPEA y lo guardamos en administración”.
Saucedo mostró a La Jornada Aguascalientes documentos oficiales donde establecen las revisiones anuales de los recorridos y capacitaciones de seguridad e higiene, acompañado de las actas constitutivas de la Comisión de Seguridad e Higiene, aunque en ellos no se indican las sesiones efectuadas en el año 2013 ni las que ha hecho en este año; “estamos comprometidos a hacer estas capacitaciones y la brigada de evacuación, de incendios y sismos, todo está en regla y actualizado hasta el 2014”, asegurando que el Museo ya no tiene ninguna observación que subsanar.
Parte de las observaciones hechas por esta dependencia federal, se encuentra el de las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo donde transporten, procesen o almacenen sustancias químicas, “las cantidades que manejamos en el taller prácticamente son mínimas, incluso ya estamos desechando ese sistema, porque ahora es a base de electrólisis”, el cual no es más que agua salina, se pone un positivo y uno negativo en unas rejillas de metal que a la hora de aplicar energía eléctrica, donde no está el esmalte o azúcar, empieza a actuar y la rejilla absorbe el cobre o zinc donde no está sellado, haciendo la misma función que llevaban a cabo lo ácidos.
En esta área, el Museo a través del ICA solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente su opinión sobre si se requería un estudio de impacto ambiental; debido a los volúmenes tan pequeños de químicos que se utilizan actualmente en el taller, la dependencia indicó no ser necesario, ahora le corresponde a la STPS emitir sus comentarios pues ellos se basan en otras normas.
Guillermo Saucedo añadió haber tenido reuniones con las autoridades de la delegación, logrando un acuerdo donde se reconoció que el Museo no es una industria y que el espacio en cuestión de riesgo no es muy elevado; el funcionario celebró que una dependencia fuera del gobierno local revisara estas cuestiones en las zonas de trabajo, ya que como autoridades deben de buscar el mejor ambiente para el trabajador.