Esta semana ha dado mucho de qué hablar y discutir respecto al asunto de los “matrimonios” entre parejas del mismo sexo en nuestro Estado. El pasado día 2 de septiembre, en este mismo diario, La Jornada Aguascalientes, ante la reportera Itzel Acero, el Jefe de Gabinete Estatal indicó que el Ejecutivo prepara una iniciativa para modificar la legislación en materia de uniones entre personas del mismo sexo, cabe destacar que fue muy cuidadoso en no mencionar la palabra Matrimonio para no generar un debate que pudiera involucrar al Gobierno del Estado en un tema que rebasando lo jurídico, eventualmente, pudiera dañar las buenas relaciones que lleva con los ministros de culto religioso, especialmente los católicos, que según datos del INEGI en el año 2010, 96% de la población de 5 y más años en Aguascalientes profesaban ese credo religioso, y que para 2014, según la tendencia, poco habrá disminuido.
¡Se adelantó la ciudadanía organizada! y no dio tiempo al Poder Ejecutivo para proponer su iniciativa ni al poder Legislativo para generar el debate profundo de reformas al Código Civil de Aguascalientes; un día después, el día 3, mis amigos del Colectivo SerGay de Aguascalientes anunciaron una sentencia a favor de los promoventes Manuel Alejandro Gutiérrez Flores y José Javier Rodríguez Rivero, que se les autoriza contraer matrimonio, así lo dictó el Juez Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la Novena Región, el Lic. Juan Múzquiz, en su sentencia 1015/2014-1 y que ahora da el derecho de un contrato social que beneficia a la comunidad Lésbico-Gay de Aguascalientes, será interesante conocer las posturas de los grupos parlamentarios representados en esta LXII Legislatura para acatar esta resolución y qué reformas habremos de hacer para que se cumpla a cabalidad con lo antes expuesto; y más aún, ¿hasta qué punto ocasionará esta resolución el debate entre grupos conservadores y los grupos que históricamente han insistido en que aquí también se permitan la ley de sociedades igualitarias?
Es pues el momento para iniciar con las reformas que darán legalidad a estas uniones entre la “Bona Gens” de esta “Bona Terra” invitando a celebrar un debate diáfano como nuestro “Clarum Coelum” y limpio como el “Acua Clara” que presumimos los que aquí habitamos.
Sin ánimo de generar enconos, estamos para acatar la ley respetando tanto la mayoría como a las minorías; no podemos quedarnos atrás de otros Estados como Jalisco, Oaxaca, Coahuila o como el impulsor de esta ley: el Distrito Federal.
Movimiento Ciudadano tiene las puertas abiertas y es un foro donde, con respeto y aceptación de todos los grupos sociales, se pueden discutir las ideas, que en su momento, a través de nuestra representación en el Congreso, podrían ser plasmadas en leyes.
Es tiempo de mostrar madurez en Aguascalientes y todos, tanto los que han elegido esta tierra para vivir como los que hemos nacido aquí: aceptémonos como somos.
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