En Aguascalientes, de acuerdo con las cifras del CONAPO, el monto de la población joven aumentó entre 1990 y 2014 de 212 mil 987 a 343 mil 587 personas; no obstante, su proporción con respecto al total disminuyó de 29.6 a 27.1 por ciento; lo anterior se explica por un proceso de envejecimiento que se manifiesta en un aumento relativo de la población de mayor edad y en una menor participación porcentual de niños y jóvenes. Se estima que para el año 2022, su tasa de crecimiento anual sea de 0.01% respecto al 2021 hasta alcanzar los 360 mil 400 jóvenes en el 2030.
Si bien la educación es el elemento clave para el desarrollo de la población, en el estado se observan rezagos importantes que deben atenderse. Uno de ellos es el analfabetismo. Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indican que durante el primer trimestre de 2014, 0.5% de los jóvenes están sin instrucción y 1.8% no completaron sus estudios de primaria; estos últimos, corren el grave riesgo de convertirse en analfabetas si no emplean en sus actividades cotidianas la lectoescritura.
Ambos aspectos provocan un contexto de alta vulnerabilidad, para más de 8 mil jóvenes “ya que las personas que no saben leer ni escribir son ‘víctimas de engaños’ y tienen limitaciones a la hora de conocer y de acceder a los derechos individuales que la ley les otorga, entre otros aspectos que son esenciales para la dignidad humana”.
En la entidad, reporta INEGI que la tasa de desocupación en los jóvenes durante el primer trimestre de 2014 es de 11.2%, es decir, casi el doble a la tasa estimada a nivel estatal para la población de 15 años y más (6.4 por ciento). Un análisis por edad, muestra que los adolescentes de 15 a 19 años (15.6%) y los jóvenes de 20 a 24 (12.5%) tienen el mayor nivel de desocupación. Uno de los problemas que enfrenta la población joven al momento de buscar trabajo es la falta de experiencia laboral: 18.2% de los jóvenes desocupados no cuenta con esta experiencia.
En Aguascalientes, 4% de la población ocupada de 15 a 29 años declaró estar subocupada, es decir, tienen la necesidad y la disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite. Por otra parte, existe una importante proporción de jóvenes (40.5%) con estudios medio superior y superior que se ocupa de manera informal.
De la población de entre 15 y 29 años, tres de cada diez hombres y dos de cada diez mujeres no están afiliadas o inscritas a servicios médicos; casi tres cuartas partes no asiste a la escuela, siendo mayor el porcentaje en mujeres respecto al de los hombres (72.7 y 70.2%, respectivamente); y 53.9% no trabaja (64.5% mujeres y 42.8% hombres). Conjuntando las tres condiciones, se observa que 8.1% de la población joven, durante 2012 declaró que no tenía protección en salud, no asistía a la escuela y no trabajaba, situación que los situaba en una gran desventaja social.
De acuerdo con la ENSANUT 2012, en Aguascalientes durante las últimas dos semanas previas a la encuesta, los jóvenes de 15 a 29 años se atendieron principalmente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), le siguen los hospitales y clínicas de la Secretaría de Salud (ISEA) como la segunda opción de atención (26.1%); y los consultorios de farmacia empataron y tienden a rebasar, 26 por ciento de los jóvenes residentes en Aguascalientes se acercan a consultarse con ellos.
En la actualidad, una de cada diez adolescentes de 15 a 19 años ha tenido al menos un hijo nacido vivo. En las adolescentes, el inicio temprano de las relaciones sexuales sin la debida protección las expone a enfermedades de transmisión sexual o a embarazos de alto riesgo. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), argumenta que las probabilidades de morir por razones obstétricas en las adolescentes de 15 a 19 años “son dos veces más, respecto a las mujeres que se encuentran entre los 20 y 30 años de edad, y para las menores de 15 años, los riesgos son cinco veces mayores”. Su impacto social también ha sido analizado por los especialistas, ya que las madres adolescentes ven restringidas sus oportunidades futuras y la mayoría sufre de exclusión social y pobreza”.
Trabajando con la última serie de datos, reportados por INEGI con cifras consolidadas, apreciamos que ahora más de 5 mil nacimientos en Aguascalientes son registrados por adolescentes menores de 19 años (5,054 nacimientos), lo que representa ya prácticamente dos de cada diez nacimientos anuales.
Registro de Nacimientos de Madres Adolescentes en Aguascalientes
De acuerdo a datos que proporciona la ENOE, en 2014, 70.3% de los jóvenes se encuentran solteros; no obstante, conforme avanza la edad su proporción disminuye dando paso a un contingente de jóvenes casados o en unión libre: mientras que sólo 8% de los adolescentes de 15 a 19 años se declara casado o unido, esta proporción es de 30.1% en los de 20 a 24 y de 57.4% en los de 25 a 29 años. En los hombres, se observa que hay un mayor porcentaje de jóvenes solteros (75.2%), mientras que las mujeres solteras tienen una proporción menor, en casi 10 puntos porcentuales (65.3%). Con lo anterior, el porcentaje de mujeres jóvenes casadas y en unión libre es mayor.
En cuanto a la unión y disolución legal, en el estado, en 2012 se casaron más de 6 mil parejas: en 69.4% de los casos ambos contrayentes eran jóvenes. Durante el mismo año, se divorciaron 1,417 parejas, y en 20.9% de los casos, ambos divorciantes fueron jóvenes de 15 a 29 años.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013 (ENVIPE 2013) señala que en Aguascalientes, el tema que más preocupa a los jóvenes (18 a 29 años) es el desempleo (59.4%), por encima de temas como la inseguridad (52.7%), educación (31.7%), corrupción (29.9%), salud (27.6%), aumento de precios (26.5%), entre otros. Esta preocupación es compartida por organismos internacionales cuando argumentan que la inseguridad ciudadana constituye un obstáculo para el desarrollo humano: “el hecho de estar vivo es la oportunidad más básica que puede disfrutar un ser humano; la integridad personal es condición necesaria de su libertad y dignidad”; y el patrimonio -que es necesario para adquirir casi cualquier bien o servicio-.
