La representación proporcional (segunda parte) - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Habíamos acordado abordar las ventajas y desventajas que tiene la representación proporcional con relación al sistema electoral y la calidad democrática en nuestro país.

La representación proporcional nació como una alternativa al PRI, ya que el sistema político funcionaba con un partido de estado que hacía funciones similares a los regímenes comunistas.

La demanda por libertades políticas obligó al gobierno de ese entonces a cambiar las reglas de competencia política y es en la elección intermedia de 1979, cuando se incorporan las candidaturas de minoría.

Con el tiempo el país cambió. Se fueron ampliando los espacios de participación política, pero las reglas en el proceso de representación proporcional se mantuvieron.

En la medida en que se consolidó y se fue estructurando el sistema de partidos, la representación proporcional se fue asignando a los personajes más allegados a los líderes partidistas. Estas posiciones no se utilizaron para mejorar las condiciones de competencia política, se utilizaron como incentivos y mecanismos de control de los líderes que ostentaban la cúpula de los partidos, para subordinar a los demás dirigentes que conforman la estructura partidista.

La representación proporcional no se asumió para premiar trayectorias y liderazgos sociales, se utilizó como prerrogativa que utiliza el grupo político que domina el partido. Estas posiciones las empezaron a ocupar las hijas, esposas, asistentes y allegados a los personajes con influencia en los partidos.

Una medida que nació como una respuesta a la pluralidad política y aspiración democrática, se fue convirtiendo poco a poco en un instrumento de control. Favoreció de manera indirecta la partidocracia porque todos los partidos grandes o pequeños, fueron haciendo cotidiana esta práctica política.

Los cargos de representación proporcional se fueron convirtiendo en un botín, sobre todo de los partidos que no tienen triunfos de mayoría. Esto afecta la consolidación de una clase política profesional porque el criterio fundamental no es el perfil y la calificación, es la cercanía del representante popular con la élite partidista.

Vemos entonces dos tipos de parlamentarios, los que han desarrollado una carrera producto de su posición en el partido y que han sido varias veces diputados por la vía de representación proporcional y que son los mismos de siempre, y por otro lado a los que no tienen idea de la responsabilidad para la que fueron electos.


Esta situación ha generado desaprobación de los ciudadanos, y la forma de expresarlo es a través del abstencionismo porque no encuentra motivación alguna para elegir a un personaje que va a defender el interés de su grupo político y no el del ciudadano.

Otro elemento de desventaja es la sobrerrepresentación de las minorías. Un grupo parlamentario pequeño, puede hacer que por las circunstancias de la correlación de fuerzas en el congreso, sea quien decida un asunto que puede ser importante para la mayoría de la población. El comportamiento que hemos visto en estos partidos pequeños, es que actúan de manera pragmática y por privilegios personales, venden el sentido de su voto.

Destaco sólo alguno de los aspectos que se han convertido en desventaja del sistema de representación proporcional en los nuevos escenarios, pero y a pesar de todo esto, la representación proporcional sigue siendo un instrumento que garantiza la pluralidad y la posibilidad de que las minorías tengan un canal de expresión en el congreso.

Si se dejaran solamente las candidaturas de mayoría, accederán al congreso los partidos más fuertes. Un efecto inmediato es que se consolidaría el bipartidismo.

Desaparecerían otras ofertas políticas y por lo tanto los partidos con más recursos económicos determinarían el rumbo del país, sin posibilidades de que grupos emergentes o minorías étnicas, sexuales, etc, estuvieran representados en las cámaras.

Contar con un régimen presidencial junto con un sistema de elección de mayoría, (véase Nohlen y Lijphart) se estaría conformando de manera inevitable un partido hegemónico con mayoría absoluta parlamentaria.

La solución no es eliminar las candidaturas de representación proporcional porque sería una regresión total, lo que hay que hacer es construir mecanismo en donde los partidos propongan a sus listas, y que sean los ciudadanos los que finalmente determinen quién llega y quién no. Si la representación proporcional sale del control de los grupos que dominan los partidos y se incluye al ciudadano, será mucho más sano y adecuado para la vida política del país.

Mi correo: [email protected] Twitter: @normaglezz.


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