Ha pasado mucho tiempo, mucho tiempo desde que te dejé llorando en la alameda… En realidad no ha pasado tanto, sólo que se cruzaron las celebraciones de las fiestas patrias y en el limbo (aunque oficialmente no exista) quedó la amenaza de José María de la Torre acerca de que estaría atento de lo que se publicara en la prensa para saber de “que parte están, si están de parte de la razón o están de parte precisamente de los invertidos”… quizá, sólo quizá, la templanza con que respondieron desde el Congreso los diputados (en especial Luis Fernando Muñoz) coadyuvó a que se dejara pasar; aunque lo más seguro es que en nombre de un mal entendido respeto, nadie ha querido moverle a las declaraciones del obispo.
La virtud cardinal a la que tanto falta De la Torre encontró respuesta en una prudente carta que le fueron a entregar varias organizaciones de la sociedad civil (locales y nacionales), en las que se le recuerda, en un tono moderado, que llamar invertidos a los homosexuales está penalizado, incluso en Aguascalientes, que lo que se está buscando es el matrimonio legal, no religioso, por lo que la opinión del prelado no debería tener la menor importancia y en el párrafo final, le recuerdan al obispo “las sabias palabras del Papa Francisco: yo no soy quien para juzgar a los gays, en donde pide una modificación hacia las poblaciones discriminadas por parte de la Iglesia, y señor Obispo, recuerde usted las palabras milenarias de alguien a quien, suponemos, sí debe usted obediencia y respeto”; a quienes de forma hipócrita creen que dar cabida a las críticas contra José María de la Torre, la carta de estas organizaciones es una lección de la posibilidad de intercambiar opiniones sin estridencia, en el marco de la ley y con un envidiable respeto por el diálogo.
Sin sangre. Arrancamos con ese comentario, porque la templanza ausente en José María de la Torre nos recordó otra virtud cardinal de la que ayer se dio muestra durante la firma del convenio entre el gobierno estatal y la Profeco: la prudencia. En tiempos donde Guadalupe Ortega Valdivia avienta quince piedras y esconde la mano, en que a los suspirantes se les agita la zanahoria de que ya mero serán los tiempos pero se les jala con la brida de que todo se decidirá desde el escritorio de César Camacho Quiroz (con la bendición de Enrique Peña Nieto), el encuentro entre el gobernador Carlos Lozano de la Torre y la procuradora Lorena Martínez Rodríguez, se prestaba para un encontronazo de miedo, sangre de por medio, entre los dos grupos que hoy se disputan las candidaturas de las diputaciones federales en el PRI; o al menos para que la escaramuza se resolviera de una vez por todas, es decir, a partir del resultado de la reunión, lozanistas y lorenistas sabrían cómo quedaron los platos de la balanza, y los arribistas ya sabrían a dónde dirigir sus genuflexiones. No fue así, ni altercados, ni combate, pura muestra de músculo institucional, es decir, gestos políticos.
La paz sea con ustedes. “Muy buenos días con el gusto de recibirlas y recibirlos en Palacio de Gobierno, que siempre es bonito, pero lo estamos dejando en mejores condiciones, hasta dan ganas de quedarse, pero no dan chanza. Pero así es esto. Decirles que me siento muy agradecido de la presencia de mi compañera de muchas luchas, de muchos trabajos, de muchas cosas juntos, de construir muchas cosas a favor de Aguascalientes y con el gusto de tenerla en su casa, a Lorena, bienvenida como siempre a ti y a tu equipo. Muy buenos días y sean bienvenidos a Palacio de Gobierno, que es la casa de todos los aguascalentenses…”, fue la respuesta de Carlos Lozano de la Torre a la concentración que propició Martínez Rodríguez en la rueda de prensa; fue también una respuesta eficaz y pensada desde quien ejerce la titularidad del Poder Ejecutivo en la entidad.
Previamente Sergio Reynoso Talamantes se encargó de las presentaciones, primero el gobernador, enseguida su esposa, Blanca Rivera Río de Lozano, para seguir en el orden que marca el protocolo: Lorena Martínez; Otto Granados Franco, delegado de Economía; Patricia Valadez Bustamante, delegada de Profeco; la diputada Lourdes Dávila Castañeda, representante del Congreso estatal; el teniente coronel Manuel Marcelino Hernández Rodríguez, de la XIV Zona Militar; el jefe de gabinete, Javier Aguilera y el secretario de Desarrollo Económico, Esaú Garza. Y enseguida Lorena Martínez tomó el micrófono para declinar un álgido intercambio y proponer un cambalache de reconocimientos…
Uno dos tres por mí y por todos mis amigos… La titular de Profeco no dejó pasar la oportunidad de reconocer a quienes la han acompañado en la Procuraduría (Rafael Ochoa, Salvador Farías y Ricardo Hernández) para enseguida detallar los alcances del convenio entre la dependencia que dirige y el gobierno estatal, pero la parte “importante” de su intervención fue lo “anecdótico”, que tras ocho meses fuera de Aguascalientes y en comparación con otras entidades federativas, destacar que si bien los aguascalentenses son grandes por naturaleza, “somos más grandes, más fuertes, más generosos con su pueblo cuando tenemos un líder que nos acompaña cuando tenemos una guía como la tenemos en el ingeniero Carlos Lozano, señor gobernador, en verdad se lo digo. Y ustedes me conocen, todos los aquí presentes me conocen porque he recorrido probablemente en estos ocho meses, 20 estados de la República y he platicado probablemente con 30 gobernadores, y por supuesto conozco lo que se está haciendo en cada uno de los estados de la República, sé de los logros que en cada uno de esos estados los gobiernos han conquistado para su pueblos, pero en ninguno se puede palpar, en ninguno de manera tan clara el trabajo y el esfuerzo que está haciendo este pueblo”. ¡Chapó!
Valorar la respuesta de Lozano de la Torre como prudente no es menos que un reconocimiento de todas las veces que los medios nos rendimos a la búsqueda de la nota escandalosa, ¿qué queríamos?, todo menos prudencia; de forma inmediata en las redes sociales comenzaron las interpretaciones sesgadas por la intención de quedar bien, desde calificar como cachetada con guante blanco el lacónico mensaje del gobernador hasta quienes exageraron como rendición el discurso de Lorena Martínez, y por el otro lado, aquellos que inflaron la cantidad de asistentes del lorenismo a Palacio o quienes dramatizaron la sucinta respuesta del titular del Poder Ejecutivo estatal… Ni lo uno, ni lo otro…
People are strange…Eso sí, extraño, prudentemente extraño el encuentro de ayer, pero eso no habla ni bien ni mal de Carlos Lozano de la Torre o Lorena Martínez Rodríguez, y sí en cambio, subraya lo polarizado que está el ambiente político y el penoso papel que hemos asumido los amigos de la prensa, cuando no logramos convertir en un hecho noticioso los gestos políticos en nuestro afán de amarrar navajas.
La del estribo. Desde este espacio una calurosa felicitación a dos destacados autores que en más de una ocasión han estado en estas páginas: Gustavo Vázquez Lozano y Rocko, quienes hoy muy temprano presentarán en el segundo patio del Palacio de Gobierno un comic sobre la Soberana Convención Revolucionaria de 1914. En verdad, felicidades. Ahí nos vemos.
Nota bene
Con el gusto de saludarles y esperando que se encuentren bien, me permito hacer unas observaciones a los comentarios vertidos el día de hoy (22/09/2014) en la columna La Purísima Grilla:
“¿Y todo para qué? Después de tanto alboroto por un periodo extraordinario, los panistas se quedaron viéndolo a lo lejos porque de tantas iniciativas que Adolfo Suárez apostó para subir al Pleno sólo le aceptaron la de Sylvia Garfias y además modificada por una priista (Lourdes Dávila). En la sesión de la Diputación Permanente donde se convocó a tal periodo extraordinario, llenaron la sala como espectadores los panista menos el que debería de haber estado como vicepresidente de la diputación, Mario Álvarez Michaus, luego se quejan que no les dan lugares en las mesas directivas ¿para qué las quieren si se la pasan parloteando o faltando sin permiso?”
Dejar en claro que la solicitud de tener al menos la Vicepresidencia es apegado a la representación congresional que tenemos en esta Cámara Local y a la representatividad electoral que nos otorga la ciudadanía.
En efecto me ausente de la sesión de la Diputación Permanente, misma que fue notificada a mi Coordinador del Grupo Parlamentario (Dip. Adolfo Suárez) y al Lic. Miguel Ángel Najera, además de que estoy enterado se comunicó a integrantes de la Comisión de Gobierno, por lo que el permiso fue solicitado y autorizado, cabe mencionar que esta ausencia fue derivada de una URGENCIA MÉDICA DE MI ESPOSA POR COMPLICACIONES POSTPARTO, que por obvias razones requería de mi presencia.
Mi ausencia fue cubierta por el Dip. Israel Sandoval (PAN) quien fue electo miembro suplente de la Diputación Permanente para justamente cubrir ausencias de diputados.
Asimismo me permito hacer de su conocimiento que es la única falta a Sesión Ordinaria, Extraordinaria o de la Permanente que tiene el suscrito.
Sin más por el momento, reciban un cordial saludo.
Lic. Mario Alberto Álvarez Michaus
Diputado de la LXII Legislatura