- Delitos de “cuello blanco” con subcuentas de Vivienda del Infonavit
- Se infiere que el fraude es mayor a los doce millones de pesos hasta ahora
La Procuraduría General de la República entregó al Infonavit los primeros resultados de su investigación acerca de fraudes con 61 subcuentas de Vivienda, por unos doce millones de pesos: se multó a la empresa responsable y la inhabilitó, mientras el Infonavit cesó a tres empleados; notarios públicos y valuadores locales también entraron al juego sucio.
El pasado 14 de agosto, el secretario general de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes, Alfredo González, denunció ante el gobernador Carlos Lozano, un total de 200 fraudes cometidos contra obreros, con créditos hipotecarios. Hasta aquí, el delito era por préstamos valuados al doble del valor original.
Sin embargo, el otro delito hallado por la PGR, después de un año de su investigación, fue con la subcuenta de Vivienda del Infonavit, cuyo modus operandi fue relatado con detalle a este diario, en el que se ven indicios de “crimen organizado de cuello blanco”, por sus muchas implicaciones, toda una “hidra de corrupción”.
Una de las conclusiones de la investigación de PGR relata: “En cumplimiento al acuerdo… se indica por lo que se refiere al concepto… derivado de los trabajadores… diversas empresas que fueron defraudadas para el retiro de la subcuenta de Vivienda y hacen un crédito para la obtención de vivienda sin tener necesidad”.
En su oportunidad -hace unos dos años- la Delegación de Infonavit tuvo conocimiento de operaciones irregulares, detectadas en la generación y formalización de 61 créditos de trabajadores derechohabientes del Infonavit y lo informó a su área jurídica nacional.
El modus operandi se desarrolla de la siguiente manera: Primer paso, los falsos promotores acudieron a diversas empresas y le ofertaron a los trabajadores la recuperación de la subcuenta de Vivienda. Le dicen al trabajador: “Tienes que recuperarla porque si no, te la van a robar” y lo asustan, éste tiene la necesidad de dinero. Le hacen, incluso, algunos pequeños adelantos y al ver la oportunidad de tener ese dinero, cae fácilmente en el engaño”.
Paso número dos, el trabajador y el “promotor de la subcuenta” se presentan ante un notario público, para tramitar un poder que aquél confiere a éste, para hacer todo tipo de trámites ante el Infonavit.
La “zanahoria” con la que atraen los defraudadores a sus víctimas es con el recurso que significa la subcuenta de Vivienda, es un dinero de ellos que quieren recuperar, pero para ello necesitan otorgar un poder notarial.
“Aquí hay una lana, es un recurso tuyo; te lo recuperamos, para empezar las gestiones y tú vayas teniendo la seguridad de que estamos trabajando de manera profesional”, y es así como consiguen los delincuentes todo el poder para actuar ante el Instituto.
Tercer paso, los defraudadores consiguen algún tipo de inmueble, que sobrevalúan para generar un crédito del Infonavit a nombre del derechohabiente. Es decir, en lugar de recuperar la subcuenta de Vivienda, los pillos cambian el trámite a la obtención de un crédito de una casa sobrevaluada.
Cuarto paso, la sobrevaluación consiste en que por medio del programa de diseño Photoshop, los vivales alteran la imagen de una casa de una planta; la ponen de dos plantas y la valúan al doble de su valor real, esto es, de unos 300 mil pesos la ponen en 500 mil.
Quinto paso, la vivienda se acredita y otorga al trabajador. La generación del crédito provoca la liberación de recursos por parte del Instituto y el aviso para el patrón. A la hora que ya fue entregada la valuación de la vivienda se paga esa casa; el Instituto con el crédito, lo que hace es pagar la vivienda. El patrón ya avisado, procede a hacer los descuentos al trabajador.
Por otro lado, los trabajadores engañados están esperando la totalidad de su dinero de la subcuenta de Vivienda, el patrón ya le está descontando el crédito e intereses y le reclaman al “promotor”; éste se compromete a pagar esos descuentos de manera mensual. Los trabajadores reciben de 20 a 40 mil pesos, de un crédito hipotecario de más de 500 mil pesos.
Sexto paso, la PGR detectó que los trabajadores victimados no tenían posesión de la vivienda en la mayoría de los casos, toda vez que los defraudadores, con el uso del poder, habían traspasado los inmuebles a terceros; es decir, los habían revendido.
Se infiere que el fraude es mayor a los doce millones de pesos hasta ahora, si se multiplican 200 mil pesos por 61 casos, que es el monto más o menos con que se multó a la Unidad de Valuación que apareció responsable.