Por alguna razón, seguramente ajena a todo tipo de control, el maestro Miguel Salmón del Real canceló su presentación la noche del pasado viernes 29 de agosto en la que dirigiría el concierto de la Sinfónica contemplado dentro del Sexto Festival de Jazz, así que el maestro Román Revueltas se presentó en el escenario del Teatro Aguascalientes para presentar un programa que, seguramente como consecuencia del cambio de director, también se modificó.
El tercer concierto inició con tres estándares del jazz, primero una tonada tradicional llamada: “Nobody Knows the Trouble I’ve seen” con arreglos de Morton Gould. Después escuchamos uno de los pilares más sólidos del jazz: “A Night in Tunisia” de Jeff Tyzik y finalmente otro clásico, en este caso de Billy Strayhorn, pero que hizo inmortal Duke Ellington: “Take the A Train”. Para la ejecución de estos tres estándares del jazz, contamos con la participación de un cuarteto de jazz acompañado, evidentemente, por la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el cuarteto lo integraron: Claudio Gardea en la batería, Francisco Lelo de Larrea en la guitarra eléctrica, Ricky Rodríguez en el bajo eléctrico y David Bixler en el saxofón.
Después de esta introducción, la Orquesta Sinfónica ejecutó el Concierto No.2 para marimba y Orquesta de Ney G. Rosuaro, que fue la única obra de las que estaban programadas originalmente que sí se ejecutó, el solista fue, también de acuerdo a lo programado inicialmente, el maestro Javier Nandayapa. Es un concierto estructurado en los tres movimientos tradicionales de un repertorio concertante en la secuencia que podríamos considerar como básica, es decir, dos movimientos rápidas con uno lento en medio, estos fueron: Water Running in High Mountain; Reflections and Dreams y finalmente Walking in Clouds. El título que tienen cada uno de los tres movimientos nos hacen pensar en una obra de carácter descriptivo. Destaca el tercer tiempo, con una cadencia deliciosa ejecutada solventemente por el maestro Javier Nandayapa.
Después del intermedio, el concierto continuó por los mismos caminos de la marimba, agregando también un vibráfono y una orquesta de cuerdas: Tres Piezas para Vibráfono: “Preludio a la lluvia” de Hilario Sánchez del Carpio, Chick Chuck de Gunther Tiedmann y “En la Emboscada” de Saúl Cosentino. El programa continuó con Dos Piezas para Marimba, Vibráfono y Orquesta de Jesús Martínez: “Flores en Duby” y “Alas de Mariposa”. En la parte final del concierto escuchamos: Tres Piezas para Marimba, Vibráfono y Orquesta de Zeferino Nandayapa, padre del intérprete, el maestro Javier Nandayapa, estas obras fueron: “La Caja”, “La Palapa” y “Fantasía Profana”. El maestro tenía ya preparado un encore que en este caso fue una obra de Astor Piazzolla: “Libertango” en una propuesta para Marimba, batería y contrabajo, por cierto que la batería fue ejecutada por el maestro Néstor Vázquez, que se encarga de los timbales en la Sinfónica, y el bajo fue ejecutado por el maestro Daniel Mansilla, principal de esta sección, también en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
El público llenó los dos niveles del Teatro Aguascalientes y fueron tan generosos los aplausos que el maestro Nandayapa decidió ejecutar otro encore, también con la participación de sus dos cómplices para esta labor, en este caso ejecutaron dos valses del compositor francés Richard Galliano, compositor cercano a Piazzolla, ya que el argentino invitó al francés a participar como solista al bandoneón en una comedia francesa inspirada en la obra de William Shakespeare: “Sueño de una Noche de Verano”, que como sabemos, también inspiró en genio creativo de Mendelssohn.
Me parece muy acertada la idea de que cada edición del Festival de Jazz ha incluido un concierto con la Sinfónica, seguramente porque las fechas coinciden, pero también porque la línea que divide, si es que aún sigue dividiendo, los límites territoriales del jazz y los de la gran música de concierto, es cada vez más delgada. Algunos de los grandes íconos del jazz se han abordado el repertorio de la música académica y lo han hecho con resultados muy satisfactorios, recordemos, por ejemplo, a Keith Jarrett, uno de los pianistas de jazz más ortodoxos, él ha rechazado, por ejemplo, el uso de sintetizadores cuidando el piano como su único vehículo de expresión. Con gran solvencia ha abordado obras de la música académica, como por ejemplo, algunos de los conciertos de Mozart, Bach o ubicándonos en un contexto más actual, también le ha hecho los honores a Shostakovich entre muchos más. Chick Corea también ha coqueteado con este repertorio y no olvidemos mencionar al trompetista Wynton Marsalis que con la misma perfección técnica que le caracteriza, se encarga del jazz, por ejemplo, con su septeto, como de conciertos para trompeta de Hummel o Haydn. Jean Pierre Rampal, Claude Bolling o Duke Ellington con sus célebres Conciertos Sacros. Estos son sólo algunos de los músicos de jazz que han abordado el repertorio de la gran música de concierto con resultados impresionantemente convincentes, así que ambos lenguajes musicales están más cerca de los que algunos puristas puedan suponer, y lo menciono, aun cuando yo mismo me considero un purista de la música.
Para la próxima semana la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos ofrece un concierto que será dirigido por la maestra Gabriela Díaz Alatriste, iniciando con la Obertura Coriolano de Beethoven, el Concierto para Piano No. 23, K. 488 en La mayor de Wolfgang Amadeus Mozart con la participación solista del maestro Alan del Real y para terminar la Sinfonía No.7, OP. 92 escrita en la misma tonalidad del concierto de Mozart, en La mayor, evidentemente, por el cambio en la dirección orquestal, también se ha modificado el programa. La cita con su majestad la música es el próximo viernes 5 de septiembre a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes, la casa de nuestra Orquesta Sinfónica, por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario.