Sí es feminicidio, procurador / Un cuarto propio - LJA Aguascalientes
17/11/2024

La Procuraduría del Estado dio a conocer la detención de los presuntos feminicidas de Laura Verónica Chávez Martínez; se trata de Iván Akatzin García Almanza, de 23 años, y a su primo Álvaro Iván Cisneros Almanza, de 17. En conferencia de prensa el procurador del estado, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, dio a conocer los pormenores de dicha detención al mismo tiempo que se preguntaba sobre la forma en se configuraría el hecho, si como homicidio o feminicidio.

Esta discusión no tiene sentido pues es claro que las leyes patriarcales sólo intentan ocultar la realidad de terror que vivimos las mujeres en México, y desde luego Aguascalientes no es la excepción.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio dio a conocer datos de 2012 y 2013 sobre los feminicidios ocurridos en nuestro país; calcula que sólo hasta el 2013 cada día fueron asesinadas 6 mujeres. Sólo en esos dos años, 2,300 mujeres fueron víctimas de feminicidio. Es decir, casos donde las mujeres son asesinadas por odio, sexismo y misoginia.

Lo ocurrido a Laura Verónica Chávez Martínez cumple con estas características, señor procurador. Sabemos que depende de la valoración subjetiva que dé el ministerio público y la persona que juzgue el caso, y me pregunto si ese personal está sensibilizado y capacitado para atender la violencia de género, incluyendo la misma procuraduría.

Sí, sí es feminicidio, procurador, no hay duda. Según las mismas declaraciones de los detenidos, ellos dos señalan que ese día del feminicidio desde temprano comenzaron a ingerir bebidas embriagantes, que después fueron a poner gasolina a su camioneta y el día de su detención habían comprado al menos 5 sobres de la droga conocida como cristal y que minutos antes convivían en un billar ubicado en la misma ciudad donde se llevaron a cabo las agresiones contra dos mujeres, donde una de ellas resulto asesinada por estos sujetos; después de todo eso fueron trasladados al ministerio público a rendir declaración.

Bueno, pues resulta curioso que al que les vendió las cervezas que se tomaron, al despachador de gasolina, al vendedor de droga, a los demás hombres que estaban en el billar, o al ministerio público, a nadie de estas personas estos sujetos decidieran atacar. Con nadie se ofendieron porque les cobraron el servicio dado, a nadie más intentaron asesinar, a ninguno de ellos lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. ¿Por qué con estas dos mujeres sí lo hicieron, por qué decidieron asesinarlas y de hecho a una de ellas le prendieron fuego?

Cuando son detenidos declaran que: En su declaración los primos aseguraron creer que nunca darían con su paradero, por lo que siguieron con su vida normal, hasta el día de su captura. ¿Por qué creyeron que nunca los capturarían, qué les hizo pensar que nadie daría con ellos después de este ataque hacia dos mujeres? No cambiaron su forma de vida, tanto así que siguieron divirtiéndose y consumiendo alcohol y drogas, siguieron paseándose en lugares públicos como el billar, traían la misma camioneta que usaron para trasladar a las dos mujeres que atacaron y a la que asesinaron ¿por qué pensarían que su vida podía seguir normal y que nadie los detendría nunca?

Resulta obvio que estos dos hombres primero asociaron el poder comprar droga, cervezas, con comprar mujeres y luego deshacerse de ellas. También es innegable que a ellas las agreden porque las piensan más débiles, fáciles de violentar y porque para ellos, dos mujeres trabajadoras sexuales no valen nada, así que era fácil hacer lo que hicieron sin consecuencias.

Pese a la violencia que ejercieron en este feminicidio, sintieron que nunca los atraparían, porque para ellos estas mujeres no valen, porque para ellos la noción de justicia no es para las mujeres, mucho menos para las trabajadoras sexuales, porque en su pensar nadie se ocupa de la muerte de las mujeres. ¿No es esto misoginia? ¿No es un crimen cometido por razones de género?


¿Qué se necesita sentir y pensar para golpear a dos mujeres hasta dejarlas inconscientes, luego a una de ellas seguirla golpeando con una piedra en la cabeza y después rociarla de gasolina y prenderle fuego? ¿No es esto odio? ¿Acaso este no es un crimen de odio a las mujeres? Sí, procurador, esto sí es un feminicidio, no hay duda. Y si las trampas de un sistema de justicia profundamente misógino y patriarcal son menos severas con un feminicidio que con un homicidio, es porque el mismo sistema busca ocultar la realidad de horror que vivimos las mujeres por el hecho de haber nacido mujeres.

Por eso es que la mayoría de los medios de comunicación publicaron el cuerpo carbonizado, violado, sin vida de Laura Verónica Chávez Martínez: “sexoservidora asesinada”, mientras pocos difundieron la foto de los feminicidas, y además respetaron el derecho del feminicida menor de edad guardándole la privacidad. Los derechos de los hombres sí valen, ¿pero quién se indignó por los derechos de la mujer asesinada que fue exhibida?, ¿acaso no todas las personas nacemos igual en dignidad?

Pese a que se justifica la violencia machista y los medios de comunicación, junto a tanto misógino, sale a argumentar que los feminicidas estaban borrachos, que quizá drogados, que a las prostitutas eso les pasa; pese a que algunos quieren seguir manteniendo sus privilegios masculinos y siguen alimentando su odio hacia las mujeres, no hay la menor duda: Laura Verónica Chávez Martínez fue víctima de feminicidio.

Mi correo: [email protected]

@chuytinoco


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