Seguridad Humana para Naciones Unidas / El apunte

Para Naciones Unidas, “La seguridad humana consiste en proteger la esencia vital de todas las vidas humanas de una forma que realce las libertades humanas y la plena realización del ser humano. Seguridad humana significa proteger las libertades fundamentales: libertades que constituyen la esencia de la vida. Significa proteger al ser humano contra las situaciones y las amenazas críticas (graves) y omnipresentes (generalizadas). Significa utilizar procesos que se basan en la fortaleza y las aspiraciones del ser humano. Significa la creación de sistemas políticos, sociales, medioambientales, económicos, militares y culturales que, en su conjunto, brinden al ser humano las piedras angulares de la supervivencia, los medios de vida y la dignidad”.

Para la Comisión de la Seguridad Humana la “esencia vital de todas las vidas humanas” es un conjunto de derechos humanos fundamentales que pueden ser clasificados en tres grupos: 1) los referidos a la supervivencia, 2) los relativos a los medios de vida y 3) los correspondientes a la dignidad.

A cada uno de estos conjuntos corresponde una serie de derechos políticos, económicos, sociales y culturales, contemplados en los diferentes instrumentos de derecho internacional, para los que la seguridad humana requiere de:

• Libertad para vivir, sin padecer necesidades apremiantes.
• Libertad para vivir, sin miedos o temores.
• Libertad para vivir, con dignidad (una vida digna de ser vivida).

Las metas del Milenio, establecidas desde el año 2000 y diseñadas para el año 2015, también contemplan que las poblaciones de todos los países deben verse “libres de la miseria, de manera que se levanten para ellas las sentencias de muerte que imponen la pobreza extrema y las enfermedades infecciosas, se vean libres de temores, y vivan de manera tal que la violencia y la guerra no destruyan su existencia y sus medios de vida”.

Estas libertades, tal y como lo afirma el informe de la Comisión de la Seguridad Humana CHS: integran lo representado en la Pirámide de necesidades de Abraham Maslow. Así, “la seguridad humana conecta de forma natural diversos tipos de libertad: libertad de no tener necesidades, la libertad de no tener miedo, así como la libertad de poder obrar por su propia cuenta” (valores de expresión individual). De esta manera, la seguridad humana vincula los enfoques de paz, desarrollo humano y derechos humanos.

Seguridad Humana en diversas dimensiones

La mejor forma de abordar las carencias de la seguridad humana es a través de la prevención y de proveer para ella los mejores recursos a la mano. Se deben abordar los problemas a través de las causas, generalmente culturales y estructurales, para resolver las manifestaciones físicas y visibles de las inseguridades. La seguridad humana se orienta a la prevención e introduce sus estrategias de protección y empoderamiento.

En el árbol de problemas, entre las raíces encontramos las causas, que suelen ser estructurales y culturales; en el tronco ubicamos el problema central y en la copa sus efectos.

La Segurabilidad es un concepto implementado por técnicos de las Naciones Unidas. El término significa “la situación que se da cuando, más allá de la sensación de seguridad objetiva que pueda existir y de la percepción o el grado de seguridad subjetiva que exista, una persona o una determinada comunidad, entiende que cuenta con los recursos necesarios como para protegerse de la posibles amenazas que hay en su entorno”.

Existen mecanismos de defensa que permitan lograr una cierta tranquilidad del ciudadano para “sentirse protegido” tanto dentro del hogar como en el espacio público (protecciones, doble chapa, electrificación, no salir de noche, perro guardián). Pero para lograr el estado de “segurabilidad” es preciso recurrir no sólo a recursos individuales, sino también colectivos, público, privados, de tipo material y de tipo institucional.

Lo ideal es apostar a los recursos colectivos de modo tal que la comunidad permanezca integrada y logre superar, en los hechos, la inseguridad personal. Por ello, lo más importante es que las personas encuentren protección y apoyo en su propio barrio o entorno.

La prevención de las violencias y la delincuencia resulta ser una función central del estado, pero que debe ser apoyada por la población y las leyes. En Aguascalientes los delitos a combatir son los siguientes:

Por los números del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, Aguascalientes se está ubicando dentro de los lugares 31, 28 y 20 en materia de delincuencia entre las entidades federativas del país.

Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 2014