- Reconocemos la labor altruista de la señora dueña del albergue pero también debemos atender la queja muy bien fundada de los vecinos: Jesús María
- De no llegar a la subsanación de las observaciones, se obligará a la reubicación del refugio en un predio a las afueras del municipio
Tras la queja de vecinos en Jesús María por el albergue de la Fundación Ángeles de Mascotas, el presidente municipal Antonio Arámbula aclaró que no se busca cerrar el refugio, sino por el contrario llegar a un acuerdo con ambas partes y en su caso ofrecer un terreno en comodato para la reubicación del refugio.
“Reconocemos la labor altruista de la señora dueña del albergue pero también debemos atender la queja muy bien fundada de los vecinos”, la cual aseguró estar ya comprobada sobre el mal olor, aparición de ratas, moscas y ruido por las noches, causado por la insuficiencia de personal para el trabajo de limpieza.
Para el alcalde es una acción imposible el que una sola persona pueda atender con calidad a más de 300 animales, por lo que desde su perspectiva debería de haber un tope para los albergues dependiendo del número de personas dedicadas a él, sobre todo en el ámbito de la limpieza ya que este es el elemento más complicado de mantener y que causa muchas enfermedades tanto a los animales del interior como a las personas que habitan a su alrededor.
Según su informe, existen quejas fundamentadas en el mal olor que se percibe a los alrededores que han causado infecciones gastrointestinales en niños y adultos, “repito, no es que quiera cerrar el albergue pero creemos que son demasiados animalitos para estar en una casa habitación”, razón por la cual se estará buscando la manera de ofrecerles un espacio mucho más alejado de la zona urbana con áreas más abiertas donde no se tenga afectación a terceros.
La Dirección de Salud está buscando la manera de acordar con la dueña el que se subsanen las observaciones indicadas en la queja e informe de la síndico, tales como limpiezas más seguidas, fumigaciones, vacunas para los animales y áreas cerradas y seguras para que no haya peligro para los vecinos, “es que no es posible que vivas en un área donde siempre huela mal, la dueña debe entender que la salud es primero”.
Horas antes de sostener reunión con Beatriz Hernández Medina, dueña del refugio, así como con integrantes de la asociación y abogados de apoyo, la síndico Laura Elena Hernández Lira aseguró que el albergue tiene aproximadamente seis años en funcionamiento (dato erróneo pues la administradora del refugio comprobó siete años de trabajo) sin regulación y por lo tanto los vecinos se han quejado en múltiples ocasiones ante el Ayuntamiento del mal olor y enfermedades que ha causado tal espacio.
“El vecino de enfrente señaló que su hijo ya hasta tiene asma porque huele mucho las heces de los animales, además ladran muchos en las noches y no los dejan dormir”, ante la síndico, se presentaron ocho vecinos junto con la encargada del albergue para la explicación de motivos y comprobación de sus posturas, sin embargo aún no se tienen resultados del caso.
Según la funcionaria municipal, su intención no es afectar a esta asociación civil ni al bienestar de los animales en resguardo pero la preocupación de que el caso ya llegó al extremo de enfermar a personas, da pie a atender el tema con petición de reubicación; para ello reconoció la probabilidad anunciada por el alcalde de presentarle a la dueña un predio en comodato a las afueras de Jesús María donde el contener animales no implique molestias a los vecinos.