Nuestro video prohibido, nada que ver - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Más allá del sugestivo título, esta cinta tiene muy poco que ofrecer a los despistados que, cansados de las películas de acción que inundan la cartelera cinematográfica, están buscando una comedia interesante y ligera para pasar un rato agradable, para mí, esta producción no tendría que estar compartiendo espacio con las grandes películas del verano, es más, creo que hubiera sido mejor para todos que hubiera pasado directamente al video o a la televisión abierta, o que desapareciera silenciosamente rumbo al olvido.

Quizás fueron los conocidos nombres que se incluyen en la lista de créditos los que convencieron a quienes tomaron la decisión de comprar -y exhibir- este filme, y los que han incidido en los espectadores para elegirla como una buena opción para acudir al cine, pero yo estoy convencida que todos ellos han de estar tan arrepentidos como yo de esta infortunada selección.

De seguro el problema principal de Nuestro video prohibido no es el casting, pues tanto Cameron Diaz como Jason Segel indudablemente despliegan sus mejores actuaciones y hicieron lo mejor posible para que la cinta no resultara un fracaso, pero cuando no existe una historia fuerte o un guión convincente e inteligente, no hay mucho que hacer para salvar la producción. Ni siquiera la tardía aparición de Jack Black -que parece haber sido un agregado de última hora- fue suficiente para salvar un barco que se iba a pique a velocidad vertiginosa, sobre todo cuando lo encasillaron en un personaje que lejos de ser irreverente y simpático (como suele ser este actor) resultó ser quien viene a tratar de dar un mensaje “moralino” que no venía al caso en la, ya de por sí, pésima trama.

Y es que si de la historia en sí hablamos, esta película debió haber durado sólo cinco minutos, pues la premisa principal no sólo es ridícula si no imposible, les cuento, Annie y Jay se conocen en la universidad y tal parece que la carrera que estudian es sexología práctica, pues desde el momento en que se encuentran todo lo que parece que pueden hacer es tener relaciones sexuales en los lugares y las circunstancias más inusitadas, pero ¿qué le vamos a hacer?, son jóvenes, parece decir la cinta.

Claro, tanto practicar los hace expertos ¿no?, pues no, finalmente algo sale mal y gracias a un embarazo no planeado terminan por decidir que su mejor línea de acción es hacerse responsables, casarse y formar una familia. Los años pasan dos hijos llegan y las obligaciones aumentan, de manera que sus escapadas sexuales son prácticamente inexistentes.

Para revivir su vida íntima, la pareja tiene la ocurrencia de grabar un video mientras practican todas las posiciones sexuales sugeridas por un conocido libro, el resultado es un video “porno” que deciden borrar de inmediato, pero, como son adultos y por lo tanto ignorantes de cómo funciona la tecnología moderna (eso es lo que dan a entender en este filme, a pesar de que Annie trabaja escribiendo un blog en internet), el mencionado video termina siendo “subido a la nube” y puesto a la disposición de todos los propietarios de los iPads que -por misteriosa razón- Jay regala a propios y extraños.

Esto se hubiera resuelto con borrar el archivo desde su propia computadora ¿verdad? pero entonces no tendríamos película, así que el resto de la cinta, es una ridícula carrera de nuestros protagonistas para recolectar todas las tabletas involucradas, lo que da pie a una escena ridícula tras otra.

El verdadero problema de Nuestro video Prohibido es que no hay una razón real y convincente para que los personajes estén tan angustiados, son adultos, están casados, no son famosos, ambos están en excelente forma física, su “escapada sexual” dura ¡tres horas! y, por lo que dicen los que llegan a verlo, este video es bastante bueno e inspirador, con tanto video porno al alcance en la Internet, qué más da otro más. Así que nos topamos con un filme que no tiene conflicto, ni antagonista, ni problema real que resolver, más que un largometraje, esta historia a lo más que podía aspirar era a ser una anécdota un poco vergonzosa que platicar con los amigos, sin embargo, así como está planteada no justifica ni las casi dos horas de proyección y ni siquiera las palomitas.

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Productor: Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch; Director: Jake Kasdan; Guión: Kate Angelo, Jason Segel y Nicholas Stoller; Fotografía: Tim Suhrstedt; Edición: Tara Timpone y Steve Edwards; Música: Michael Andrews; Elenco: Cameron Diaz, Jason Segel, Rob Corddry, Ellie Kemper, Rob Lowe, Nat Faxon, Sebastian Hedges Thomas, Giselle Eisenberg, Nancy Lenehan y Jack Black; Duración: 1 hora 45 minutos.


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