Las noticias que hemos tenido de niños migrantes de México y Centro América, que se dirigen hacia el “gigante del norte” nos provoca una profunda preocupación, adicional a lo que ya teníamos en el caso de los adultos; necesario y urgente es reunir a las familias divididas artificialmente por la frontera Norteamericana. Movidos por el hambre y la desigualdad, menores valientemente buscan pasar, de manera ilegal, a los Estados Unidos de América. Últimamente es sabido de niños y niñas que exponiéndose a ser raptados, robados o incluso cooptados por el crimen organizado, corriendo el riesgo de ser utilizados para la explotación sexual o tráfico de órganos, se estrenan como migrantes; esto debe obligarnos a actuar de manera inmediata y trabajar por ellos.
Desde lo local debemos impulsar y colaborar para que lo sabido de estos menores, sea atendido de manera urgente por nuestras autoridades migratorias y se dé oportuna acción para salvaguardar los derechos humanos e infantiles de estos hermanos nuestros, por ello es que el Gobierno Mexicano debe incluir el tema migración en la agenda bilateral y lograr la ansiada integración de las familias, generando políticas públicas acordes a las necesidades de los flujos migratorios.
El gobierno de la república, con el respaldo de los legisladores federales, debe impulsar la creación de una fiscalía especializada de atención al migrante, con carácter independiente, para que se castiguen las prácticas que engañan a migrantes o los usan como botín; esto ayudaría un poco a disminuir los delitos cometidos en todo el país en contra de este sector de la población. Además, conveniente sería la creación de un programa integral especializado en atención a los migrantes coordinado con la Comisión Nacional de Atención a Víctimas.
Estrechar la vinculación con los consulados propiciaría acciones de defensa y apoyo jurídico que se tenga que dar a los migrantes connacionales, pudiendo orientar y canalizar a Centro y Suramericanos a las instancias nacionales que les correspondan, estableciéndose, además, lazos con las organizaciones civiles que dedican sus esfuerzos en la atención y defensa de los migrantes en el país y en Estados Unidos; esto sería con un encadenamiento de acciones conjuntas y transparentes.
Desde lo local es importante que se les garantice, por su paso en el estado, los servicios de salud, justicia y alimentación por parte del DIF o de la dependencia encargada del desarrollo social, además de impulsar una política de apoyo al menor migrante, a quien debemos cuidar de manera especial por sus condiciones de vulnerabilidad.
Pero creo que sería mejor el que logremos impulsar una política de desarrollo para reducir la necesidad de migrar y que genere progreso y bienestar para todos.
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