- El gobernador confesó que no sabe qué va a hacer cuando acabe su administración
- Reveló preocupación por su sucesión, porque desea que no termine el crecimiento
Carlos Lozano de la Torre charló con la comunidad de la Universidad Panamericana Bonaterra-IPADE y confesó que no sabe qué va a hacer cuando acabe su administración; mostró su preocupación por su sucesión, porque desea que no termine el crecimiento.
Dijo a su auditorio -encabezado por los rectores del IPADE, Alfonso Bolio Arciniéga; y de la UP Bonaterra, José Antonio Esquivias Romero- a los catedráticos, trabajadores y estudiantes, que desde el primer día de su administración, el martes 1 de diciembre de 2010, le tendió una mano a una alianza cívica, que permitiera a Aguascalientes recuperar la esperanza.
Enseguida, luego de disculparse por una omisión -“Todo lo que he logrado ha sido gracias al apoyo de mi esposa y mis hijos”-, recibió la primera de las preguntas. Fue sobre el desarrollo regional, muy vaga: “¿Hay algún programa que esté trabajando con estos estados vecinos?”.
“Difícil limitar el desarrollo que tiene Aguascalientes, sea solamente para gente de Aguascalientes y más porque, si lo hubiéramos limitado desde hace muchos años, ni tú ni yo estaríamos aquí, porque los dos somos de fuera”.
No obstante, se declaró preocupado por el tema, pero no tanto como la preocupación que le causa su sucesión y deseó “que esto no se acabe, que ojalá le dejemos en las manos a alguien que siga haciéndolo, el crecimiento a Aguascalientes”.
El único que mencionó su nombre fue el académico José Ernesto Miranda, quien preguntó por las universidades “patito”. El gobernador le contestó: “He estado retirando los permisos que se dieron en administraciones anteriores, se dio. No les voy a decir a quién lo dio, pero se lo van a imaginar: Le dieron un permiso para una universidad nueva, a una persona que ni siquiera tenía los terrenos, no tenía la construcción, ni tenía nada, para dar el Doctorado en Derecho, que no lo tiene ni aquí Bonaterra, ni lo tiene la Autónoma”.
Añadió: “Sí es una preocupación personal, la educación no debe ser entendida como un negocio. Está bien que se gane para que sobreviva, tiene que hacerlo, pero que no sea el fin último. Hemos quitado permisos y estamos revisando a muchas”.
–¿Qué va a hacer cuando acabe su gobierno? –preguntó otra persona.
–¿Qué voy hacer? No lo tengo muy claro todavía, pero acabo de cumplir 35 años de casado. Entonces mi señora me dijo que teníamos que salir de vacaciones, que teníamos que salir de vacaciones. Nos íbamos a ir el sábado y el viernes me llamaron y me dijeron que tenía que estar el lunes en una reunión con el presidente…
“Esas vacaciones ya no valían, pero dan idea de los sujetos que estamos en tiempo, de la poca elasticidad que tienen las decisiones personales en una responsabilidad de éstas, si realmente la toma uno como debe”, explicó el gobernador.
La pregunta había implicado también él qué va a hacer con el campo y dijo el gobernador que el sector agroindustrial había sido el único que había crecido y que ahora está creciendo más. “Yo creo que el campo está bien, y luego este año que ha llovido muy bien y el año pasado que llovió muy bien hasta yo voy a producir una cantidad muy importante de maíz, porque va a ser un buen año, el año pasado fue un buen año y esto va a ser un año muy bueno, el campo ahí va también”.
Una pregunta más fue sobre la clásica visión académica: “Señor gobernador, ¿cómo se imagina usted Aguascalientes dentro de 25 años?”
Aquí reveló otro de sus puntos finos, aquel en que se dijo más orgullo de sus políticas públicas en educación y en seguridad, que en economía. Dijo: “Le hemos puesto mucho más énfasis a la educación y le hemos puesto mucho más énfasis todavía a la seguridad”.
Fue en este tema donde pidió que se reconozca el trabajo del procurador Felipe Muñoz Vázquez, primero de sus dos colaboradores a los que en esa fase les manifestara su reconocimiento; el otro sería Rafael Urzúa Macías, por su trabajo en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Y también aquí abogó por la política, pero por “la política bien entendida”. No podía faltar la pregunta sobre la pérdida de los valores y qué hay que hacer para fortalecerlos. El mandatario dijo: “Coincido totalmente, que el valor de Aguascalientes es su gente, sin duda, creo que la familia sigue siendo en Aguascalientes un tema básico”.