En realidad no. Sería fácil imaginar alguna nota supuestamente periodística perdida con declaraciones de algún político buenpedista y buenpensante en alguno de los viejos diarios de la ciudad que compartiera título con este texto de opinión, pero en realidad la idea es burlarse de la reacción de bastantes usuarios de medios sociales en relación con la aplicación que permite filtrar mensajes de naturaleza anónima en nuestro círculo de contactos (que no amigos), pudiéndose expandir incluso de manera viral a los contactos de nuestros contactos.
Han sobrado los individuos políticamente correctos que vociferan en los flujos de Facebook y Twitter, cosas como “es el nivel más bajo de nuestra sociedad, para esto sirve la tecnología, estar como señoras de la esquina” o bien “me avergüenza tener amigos que se prestan a Secret, me dan pena ajena, ojalá supiera quiénes son para dejarles de hablar”. Claro, porque lo adecuado en nuestra sociedad es burlarnos de los cobardes que chismean en secreto. ¡Esperen! Todos lo hacemos. Porque pocos tenemos el valor de hacerlo en público. Es la evolución de las indirectas (en Twitter son subtweets) que mandamos desde nuestros perfiles de medios sociales. Por supuesto, ser políticamente correcto y quejarse de esta herramienta que nos corrompe, es buena estrategia para salir del radar y no figurar como aquel que filtró el secreto.
Hace algunos meses en Algo Que Decir, un programa de La Jornada Aguascalientes para 94.5 FM Radio Universidad, le comentaba a Edilberto Aldán que la llegada de apps como Secret, Whisper o TenTwenty podrían ser de utilidad para lo que nos ocupa en el trabajo: tener acceso a rumores de empleados enojados de los dos palacios, asistentes de legisladores e incluso de rivales políticos con un buen rumor sobre su principal competencia. Aldán me señaló que les bastaba con crear páginas falsas en Facebook (¿alguien ha visto Hidrocálidos Hasta la Madre?) así que el punto de la discreción y filtrar no eran prioridades. Yo sigo pensando que rumbo a las elecciones en 2015 y el venidero cambio de Palacio de Gobierno hay futuro en los rumores vía apps, siempre y cuando un reportero dé seguimiento y lo tome solamente como un tip, no que una captura de pantalla de Secret sea la historia.
Es lamentable que en el boom que ha tenido Secret durante esta semana, principalmente podamos encontrar lloriqueos clasistas de preparatorianos quejándose de que “llegaron” usuarios de escuela pública o bien el uso más detestable: quemar a chicos o chicas por ejercer su sexualidad de manera libre. Sí, se ve mucho machismo y homofobia. Durante constantes experimentos en la plataforma, así como una labor de exploración, también conocí que existen varios mensajes que hablan de “los 4”, una especie de comunidad alrededor de unos cursos de liderazgo y auto-ayuda que se imparten en diversos lugares de Aguascalientes y por lo general tienen altos costos. Si les suena a la Dianética, tal vez no están tan lejanos de entender que sea.
Lo que no sería tan lamentable es que fuera una herramienta que nos ayude a un mejor periodismo, filtrar actos de corrupción, quemar malos funcionarios y en sí, este sueño guajiro de decir lo que no podemos y revelar lo que nadie se atreve. Entre tanta mierda y chismes, de vez en cuando podría emerger algo bueno. Entre aquellos que en nuestra social graph tenemos varios amigos de la prensa y camaradas de los partidos políticos, la cosecha de secretos va rumbo a ponerse muy sabrosa. Para finalizar, insisto: los rumores de hoy son las noticias de mañana.
@masterq