Las administraciones de gobierno muestran, por lo general, que su intención es hacer el bien a la sociedad; todas las acciones que realizan -suelen decir-, tienen como propósito el cumplir con todos los objetivos que manifiestan la democracia y la república. De ahí el compromiso explícito de dedicar toda su energía durante el tiempo del mandato, para dar cumplimiento a lo ofrecido a la sociedad. De ahí, también, la necesidad -en ocasiones urgente- de que los ciudadanos ‘sepan y conozcan’, por todos los medios, las obras de gobierno que están realizando; y, por otro lado, de igual forma, lograr que los ciudadanos ‘le reconozcan y agradezcan’ el gran esfuerzo que hace por ellos.
Desde luego que gobernar una sociedad no es una tarea sencilla; gobernar hoy en día, incluye muchas más cosas de lo que hace décadas requería, en que era suficiente con el velar por la paz y la seguridad de la población, cuidar que la actividad económica se llevara a cabo sin problemas, y que los ciudadanos pudieran satisfacer sus necesidades vitales con elemental satisfacción. Hoy la responsabilidad demandada al gobierno por la sociedad abarca, prácticamente, un universo de atención tan amplio, como puede ser desde la vivienda, los servicios, el empleo, la educación, la salud, hasta la cultura, la recreación, el deporte y todos los espacios necesarios para ello, pasando por la justicia, la libertad religiosa y de expresión, etcétera.
Los estilos de hacer el gobierno, son los que van marcando las diferencias entre las administraciones; considero, entonces, que, en la búsqueda de un mejor gobierno, los ciudadanos buscamos identificar cuáles están siendo los mecanismos que, por ejemplo, la actual administración del gobierno del estado, utiliza para manejar -él mismo- su idea de los resultados de las acciones.
Ante la insuficiencia constante de recursos y las innumerables necesidades de la sociedad, en especial de los sectores económicos bajos, el gobernante enfrenta varios retos y tentaciones; uno de ellos es el de la generalización del progreso para todos. El reto para el gobernante es creer que el gobierno puede y debe resolver todos los problemas de la sociedad -sobre todo cuando se trata de ganarse el visto bueno de la gente-, y, debido a la limitación de recursos financieros con que cuenta, la tentación consiste en hacer creer a la gente que su reto lo ha superado.
¿Cómo se traduce en los hechos el reto y la tentación? Lo resumo y explico de esta forma: cualquier acción que se lleve a cabo es manejada aplicando la generalización de los resultados, con el consiguiente cumplimiento de los objetivos propuestos de gobierno.
La siguiente pregunta es, y ¿cuáles son los datos que ayudan a identificar el mecanismo señalado? Comienzo con la mención que hizo el secretario de Desarrollo Económico, en días recientes y a través de reportajes de noticieros de radio, que fue altamente significativa: la expansión que está teniendo el estado de Aguascalientes es posible apreciarla por el creciente número de restaurantes y lugares de esparcimiento que se están estableciendo en la avenida Luis Donaldo Colosio, de la ciudad de Aguascalientes, que son una señal del progreso económico local.
El siguiente dato fue la lectura de la nota publicada por La Jornada Aguascalientes, el pasado 9 de agosto: Se recupera Agroindustria; empresas agroalimentarias de Aguascalientes son altamente productivas y competitivas, están impactando favorablemente en el mercado nacional y mundial. Para tener una mejor información, recurrí al Comunicado de Prensa 2975, y encontré los siguientes elementos: destacó el gran dinamismo que tiene la producción en el campo de Aguascalientes y el valor agregado que se genera con el procesamiento en la agroindustria; se constató la calidad de los productos del campo, donde los agroempresarios cuentan con tecnología de vanguardia. Ahí mismo leo que visitaron la granja avícola Santa María de Gallardo, el Rancho San Carlos, el Rancho Las Jarillas, el Centro Certificado de Extracción de Miel y los Viñedos Santa Elena (donde se basaron para hablar del campo aguascalentense).
Con esta mirada, busqué otros comunicados de prensa, y encontré algunos interesantes: el 2977 dice que se consolida la infraestructura educativa de Aguascalientes para garantizar su excelencia, se realizaron obras en 1,087 planteles educativos, con 310 millones de pesos. Otro comunicado, el 2971, dice que Conago se ha eficientado para apuntalar a un México en movimiento. El comunicado 2970 dice que cada vez que una empresa crece o se instala en la entidad (en el sector automotriz) también crece Aguascalientes con la generación de más fuentes de empleo que representan mayores oportunidades de bienestar para las familias aguascalentenses, si a las empresas les va bien, le va bien a Aguascalientes. Otro más, que consideré significativo, el 2966: plena consolidación del Sexenio de los Municipios, se entregaron obras por 28 millones 953 mil pesos en San José de Gracia, el compromiso de la administración es priorizar siempre el beneficio colectivo por encima de otras consideraciones, es urgente equiparar el desarrollo de los municipios con el de la capital para que todos de verdad cuenten con iguales oportunidades de desarrollo y progreso.
Consecuentemente, si las condiciones que privan en el campo aguascalentense son como los ranchos y empresas señaladas, o los municipios están transformándose como dicen que sucede en San José de Gracia, o la remuneración de los salarios del sector automotriz está dando mayores oportunidades de bienestar a las familias aguascalentenses, o los maestros cuentan con mejores condiciones de trabajo para la excelencia educativa, entonces, estamos teniendo un importante progreso.
Es oportuno preguntar cómo reciben esta información muchos ciudadanos: ¿la toman tal como la leen o escuchan en los medios de comunicación?, o ¿toman distancia, para observar la realidad? Ya en el punto extremo, los ciudadanos nos preguntamos si los gobernantes, en verdad, ¿creen lo que nos dicen, y cómo lo dicen? Desearía que las cosas, en todo el estado, fueran como son expresadas en los comunicados.
