- Los despojan de sus predios ante la indiferencia oficial
- J. Cruz García amparado en falsos papeles promueve desahucios
En El Llano, unas 50 familias afectadas se proclaman hartas de la indiferencia oficial y dicen estar dispuestas a todo, incluso, a manifestarse en Los Pinos en demanda de justicia. Este domingo, al filo del mediodía, una cincuentena de vecinos de la comunidad de Sandovales del citado municipio, se manifestaron con pancartas ante los medios de comunicación, donde Javier Durón, que fuera propietario del Salón Social del pueblo, acaba de ser despojado de un salón de eventos sociales, por el fontanero J. Cruz García Ramírez.
–¿Pero ustedes mismos han dejado crecer este conflicto, al tolerarlo y no hacer nada por impedir el atropello? –Cuestionó La Jornada Aguascalientes a Durón.
–Sí, lo hemos permitido, porque no ha habido autoridad que nos ayude, mejor ayudan a J. Cruz García Ramírez y el pueblo no les interesa, –dijo.
José Celestino Hernández Rivera explicó que García Ramírez se ampara en escrituras que datan de 2007, cuando los propietarios afectados cuentan con su predio anotado en el Registro Público de la Propiedad desde 1947.
–¿Entonces, cómo pueden prosperar las demandas de Cruz García?
–Por toda una red de complicidades que van desde el más modesto secretario de barandilla del Ministerio Público o proyectista de juzgado, hasta los más altos niveles, lo que ha impedido que, por ejemplo, la averiguación previa que promoviera en la Procuraduría General de Justicia del Estado, la jueza sexta de lo Civil, Verónica Padilla García, contra J. Cruz García Ramírez, por haberla engañado con declaraciones falsas, no haya prosperado aún y esté en la congeladora; toda una red de complicidades, -precisa por su parte, el abogado de los afectados, Juan Pasillas.
La historia, ampliamente difundida por este periódico, relata cómo el párroco de Sandovales, José Luis Carrillo, recibió inmensas tierras como diezmos o donativos, pero al no poder escriturarlas a su nombre, confió a su sacristán Genaro Esparza de la Rosa, 49 hectáreas.
Ya fallecido Carrillo y en su estertores de muerte, Esparza fue presionado por su ahijado Cruz García a que le diera un poder para cobrar a quienes le debían lo que el sacristán ya había vendido; don Genaro accedió y le firmó un poder a su ahijado Cruz, únicamente para cobrar, pero éste acudió con el notario Rodríguez Santillán, quien convirtió esa hojita de papel de cuaderno en una escritura de más de 20 hectáreas.
Para poder embargar a los presuntamente deudores, J. Cruz García entabló una demanda en el Juzgado Sexto Civil, donde la jueza Verónica Padilla García envió citatorio a Esparza de la Rosa, que había fallecido años atrás.
Al no presentarse Esparza, la jueza lo declaró en rebeldía y falló en favor de Cruz García, quien a partir de entonces empezó a despojar a la gente de sus predios… Esta vez, los afectados están dispuestos a todo, incluso, a manifestarse frente a la residencia presidencial de Los Pinos.