- Martín Jáuregui no encuentra motivo para dar seguimiento a quejas de los diputados del Verde
- La posible omisión por parte de seguridad pública no cae en violación a derechos humanos
El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Jesús Eduardo Martín Jáuregui, reconoció tener dos quejas en consecuencia de la manifestación del pasado domingo a las afueras del circo Atayde por parte de integrantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), incluyendo a los diputados Gilberto Gutiérrez y Anayeli Muñoz Moreno, sin embargo dentro de la primera revisión no se encuentran evidencias de violación a los derechos humanos de ningún ciudadano.
Explicó que desde el domingo por la noche se recibió una llamada al teléfono de emergencia de la Comisión por el representante legal del circo Atayde, Héctor Jiménez Quiroz, para manifestar que habían sido ilegalmente detenidos dos personas de su plantilla laboral, abriéndose una investigación bajo pruebas de video e imágenes de los sucedido, “también recibí la llamada directa de Anayeli Muñoz, informándome de los golpes y la agresión al diputado”. La petición era que en el transcurso del día atendieran la queja formal.
Ayer por la mañana, Aníbal Atayde reiteró su queja con la finalidad de deslindar responsabilidades; Martín Jáuregui dijo que, hasta el momento, la información que tiene en su poder es que se trató de una riña en la cual la CEDH tiene que valorar quién provoca y quién responde, para analizar si en esas conductas hubo alguna irregularidad de violación a los derechos humanos.
“De entrada parece ser que no tenemos por qué intervenir”, aunque la legisladora le indicó que la queja iba en el sentido de que la policía presente no intervino a tiempo, por lo tanto la queja es procedente y se abrió la investigación.
En su opinión, es un pleito donde ambas partes deben arreglarse con la Procuraduría de Justicia pues no encuentra afectación alguna a los derechos humanos, aunque reconoció que si los elementos hubieran intervenido al observar que la discusión subía de tono, muy probablemente no se tendrían personas golpeadas. “Al final para eso existe la policía preventiva, si se encuentra que hubo alguna omisión se dará alguna recomendación, pero no caería en violación a los derechos humanos”.
Para el ombudsman, la protesta pudo significar la provocación del ataque, pero aclaró que no justifica la respuesta, en su caso la manifestación pudo haber hecho más provecho en las afueras del Congreso para exigir el cambio de leyes o en el Ayuntamiento para evitar los permisos. En el circo ¿qué más podían lograr que agresiones de los trabajadores?, tomando en cuenta que muchas familias viven de ahí, a otras tantas les gusta este tipo de espectáculos.
Pie de foto: El presidente de la CEDH dijo que ambas partes deben arreglarse con la Procuraduría de Justicia, pues no encuentra afectación alguna a los derechos humanos