Neonazismo para negar el conservadurismo mexicano / Piel curtida - LJA Aguascalientes
25/11/2024

Se dice que recientemente surgió un grupo neonazi, pero la demagogia y el racismo es y ha sido una realidad en México; ¿será que sólo a través de las luchas entre partidos políticos es posible evidenciar problemáticas sociales, las cuales son usadas en múltiples ocasiones sólo como herramientas para el ataque? Debido a que en el país no se visibilizó la presencia de afroamericanos (América como todo el continente), y a causa del nacionalismo mexicano que izó la bandera del mestizaje, consolidado con “La raza cósmica”; se opacaron los problemas raciales, que en pocas ocasiones sólo se observaron desde el clasismo, lo cual limitó el análisis sociocultural del imaginario sobre la “raza”. Ahora, se presenta el caso de un grupo en Jalisco calificado como neonazi, con integrantes militantes del Partido Acción Nacional, ¿se trata de racismo, o no?, considero que ambas; ¿socialmente hemos aprendido qué significa el racismo?, sin duda, pero con marcos interpretativos cortos y simplistas que no permiten identificar las dimensiones de este fenómeno.

Hace pocos días se difundió por medios de comunicación nacionales la existencia de un grupo en el cual participan algunos jóvenes panistas y liderado por Juan Barrera Espinosa, consejero estudiantil del capítulo Jalisco de Juventudes Panistas. Esta agrupación se nombra Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo y se asumen como defensora de la familia tradicional (reproductiva y consanguínea), de los valores católicos, los pequeños y medianos empresarios, además de ser opositora de la “propaganda” de la homosexualidad (incluyendo identidades y orientaciones sexuales distintas a la heterosexual). Asimismo, ha manifestado su simpatía con Hitler y la política de la Alemania nazi. Ante ello, el PAN de Jalisco y Acción Juvenil Nacional del PAN declaró que la postura de estos jóvenes no representa la ideología del partido blanquiazul, por lo que se deslinda de este Movimiento. Seccionemos.

Según datos extraídos de Facebook y declaraciones, el Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo surgió el año pasado, pero hasta esta semana se da a conocer con gran cobertura mediática; lo más común sería que los señalamientos a estos jóvenes brotaran tras un acto de discriminación, pero el enfoque se ha dado entorno a su militancia en el PAN; es decir, es una exposición totalmente destinada a menoscabar la imagen del partido, más que a una preocupación por el retorno de una postura fascista, tal vez, detonada por el repunte de la polémica del matrimonio igualitario en Jalisco y la reciente instalación de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano en el Senado de la República. En todo caso, estos ataques serían aprovechados por partidos y grupos de oposición al PAN con razón de causa, pues la ideología de dicho partido cuenta con varios de los mismos ejes de acción del llamado Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo: el empresariado, la familia y los valores tradicionales (en muchas ocasiones descritos desde el catolicismo); aunque se manifiestan bajo eufemismos, sin usar simbología nazi, ni mostrar simpatía con el viejo régimen alemán. Por otra parte, el PAN se ubica en el liberalismo-capitalismo, mientras que los jóvenes dicen retomar el socialismo obrero que fue la base del tercer Reich (desvirtuado en varios aspectos).

Al respecto, uno de los puntos importantes de crítica a los jóvenes “neonazis” es el gusto expreso por la Alemania Nacionalsocialista y Adolfo Hitler, lo cual requiere de varias aristas para ser analizado. En principio, el proyecto político del Partido Nacionalsocialista Alemán le permitió recobrar estabilidad, riqueza y empleo a un país lleno de carencias y mancillado por la Primera Guerra Mundial, reivindicar y dignificar a campesinos y obreros, así como consolidar una identidad que permitió la unidad de su población; acciones que fueron posibles por el ingenio del ministro de propaganda, Joseph Goebbels, y las destrezas de Hitler; a quienes se debe reconocer su capacidad de influencia, de emplear-ostentar poder. Sin embargo, esta unificación de voluntades se tergiversó hacia otros fines, al respaldo de un estatismo autoritario y la eugenesia: la búsqueda de mejorar la evolución humana por métodos de manipulación corporal (la genética apenas era una idea en construcción), control natal y de mortalidad (re y producción dirigida), lo cual incluyó un amplio racismo, edadismo y homofobia que derivó en el asesinato de miles de personas.

A causa del reconocimiento de estos crímenes de lesa humanidad, la sociedad está atenta a los casos que son divulgados públicamente, otros sólo se ocultan, y que puedan impulsar el resurgimiento de este tipo de conductas y sistemas asesinos; por esta razón, la población debe vigilar estas prácticas que puedan atentar a la vida de las y los ciudadanos, ya que algunos jóvenes de este grupo “neonazi” han declarado su interés por lanzarse como diputados o senadores, lo cual es un tema prioritario que debe preocupar a todas y todos; es así que el PAN, y todos los componentes del sistema político mexicano, pecarían de omisión de no tomar cartas en el asunto para evitar la incorporación de este tipo de perfiles a sus facciones, por ello, es que puede parecer un insulto que el PAN simplemente se deslinde a través de un comunicado.

Por otra parte, la zona del Bajío en México, en especial Jalisco, cuenta con una historia diferente al sureste y centro del país; al haber sido poblada por grupos en constante migración y ser re-habitada por españoles y franceses a través de los años. Por ello, se gestó una identidad europeizada que exhibe múltiples tintes de racismo; simplemente, se pueden observar en casas de los “Altos de Jalisco” la preservación de escudos de armas en el exterior y el constante recordatorio del origen europeo de y en algunas familias. ¿Es tan descabellado el creer que un grupo “neonazi” se origine en esta parte del país? Además, estas posturas ya se han presentado en el país; por ejemplo, la Sociedad Mexicana de Eugenesia para el Mejoramiento de la Raza tuvo un gran respaldo y promoción desde su aparición y hasta su disolución, la cual se originó irónicamente a pocos años del término de la revolución armada e institucional mexicana; e incluso comparaba el cuidado del ganado con la planificación familiar para evitar la homosexualidad, la ceguera, enfermedades mentales, entre otro tipo de vidas, de las que se pensaba que atentaban al sano desarrollo de México.

Nuestro país necesita recordar sus historias, aquellas ocultas por mecanismos para evitar la responsabilidad colectiva de atentados y crímenes a los derechos humanos; y si bien, en una sociedad democrática se debe promover y proteger la libertad de expresión y creencias, no es posible que se permita que ideas discriminatorias y posturas de odio lleguen a concretarse en actos que traspasen las libertades de cada una de las personas. México está en proceso de una nueva configuración sociocultural, o al menos eso se intenta, por lo que el conservadurismo está atento y en acción, por ello, el PAN está en la mira y seguirá bajo tensión, por ser la entidad del sistema político mexicano que aún busca preservar el llamado status quo ante el surgimiento de una época con utopías: proyectos hacia el futuro que implicarían nuevas expectativas y conductas que provocan miedo ante un cambio en el que los respetables podrían llegar a ser los nuevos apestados.

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Twitter: @m_acevez



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