- Preocupante que ningún diputado externara reservas ante la nueva disposición
- Primero habría que llegar a una competencia comicial paritaria, considera Gilberto Carlos
A principios de 2012, Gilberto Carlos Ornelas, hoy exdiputado, presentó una iniciativa de reforma a la Constitución local, misma que a la fecha permanece en comisiones. Ese documento ya planteaba varios de los elementos aprobados antier por la unanimidad de la legislatura en turno: voto de aguascalentenses en el extranjero, autonomía del Ministerio Público y modificaciones en materia electoral, dentro de las cuales se encontraba la revocación de mandato.
Así entonces el ejercicio de esta figura será posible en Aguascalientes. El perredista comentó que ya anunciada, restará ver cómo se implementa en el Código Electoral.
“Son demandas que históricamente hemos venido levantando, desde hace mucho tiempo. Aquí no coincidimos con la reelección, nos parece que mientras la democracia no esté madura, no sea equitativa por completo, y no muestre toda la certeza que necesitamos, es un riesgo. Es preocupante que el día de ayer (antier) nadie haya señalado esas reservas”.
Apuntó que “el lema de los gobiernos estatales y federales es: sufragio efectivo, no reelección. En el caso de México es un tema muy sensible, pensamos que todavía es muy cuestionable que el país le entre a la reelección. Pero lo aprobaron y es saludable que vayamos avanzando poco a poco en algunas demandas históricas”.
–La diputación pudo optar por reelección hasta por cuatro periodos consecutivos; a final de cuentas se pronunció por uno sólo. ¿Eso no es positivo?
–Es reelección, yo hubiera pensado en aguantar la reelección. Entre cuatro y uno, es mejor uno. De entrada llevarán ventaja aquellos partidos que estén en el poder, el riesgo es que se utilice la administración pública para favorecer esas candidaturas, mientras no esté completamente maduro el sistema electoral la reelección implica un riesgo.
La reforma tramitada en 2012, añadió Carlos Ornelas, “todavía está viva, no ha sido completamente dictaminada, está en análisis de comisiones y ha servido de sustento para algunas de estas reformas. La legislatura (actual) podría haberla acumulado a los dictámenes de ayer (antier)”.
La revocación de mandato fue un asunto concretado por la bancada perredista. Para llegar a ella, señaló el declarante, no hay otra vía que el plebiscito o el referéndum, pues se trata de un producto del mandato ciudadano.
“Una cantidad de ciudadanos solicita al Congreso que se haga un plebiscito o referéndum para que el pueblo decida si un funcionario se queda o se va, tiene que hacerse mediante una solicitud popular, y luego un ejercicio de voluntad popular. Esto ya va a ser materia de una legislación secundaria”.
Los diputados por el Partido de la Revolución Democrática han manifestado que el desacato a una ley, la suspensión de garantías individuales sin plena justificación, y la intervención en los comicios serán propuestas como causales para convocar a una revocación de mandato.
Las causales en la iniciativa de Gilberto Carlos eran, entre otras, los daños contra la administración pública y el peculado.
En 2012 se argumentó que la revocación era una preocupación ciudadana legítima que permitiría “corregir fallas de los sistemas electorales, reducir la alienación de votantes, fomentar la cultura participativa y cívica de la sociedad, para concluir con una cultura evaluativa respecto a la función gubernamental”.