Estimado lector, una vez que ya pasó la fiebre mundialista (aunque no haya terminado el mundial para muchos, ya acabó debido a que México quedó eliminado), es momento de reflexionar un poco sobre lo que ha pasado, y sobre todo, realizar una evaluación del primer semestre del año que recién terminó.
Primero, me he dado cuenta de que quizá de futbol no sé mucho, pero de finanzas sí. Digo esto porque en el último editorial del año pasado escribí lo siguiente:
- La selección nacional hará un papel vergonzoso en el mundial. Perderá 2-1 con Camerún, empatará a 1 con Croacia y con Brasil perderá 2-0.
- La economía mexicana crecerá sólo el 2.5% el 2014, pasando de un deplorable 0.80% del 2013.
- La inseguridad seguirá azotando el país teniendo su punto crítico en marzo, durante el mes de abril habrá noticias interesantes en ese tenor que podrá llevar a menos inseguridad en la población.
- Durante el segundo semestre del año habrá cambios en el gabinete de Peña, algunos, sorpresivos.
- Aguascalientes resentirá menos la desaceleración y observaremos cómo Martín Orozco llevará ventaja al PRI de forma importante por el buen desempeño de la presidencia municipal de Martín del Campo.”
Y pues reconozco que no sé mucho de futbol. La Selección le ganó a Camerún y a Croacia, empató con Brasil y por poco le gana a Holanda. Pero de los otros parece que sí he acertado. Sobre el punto dos, aun cuando muchos siguen pensando como el presidente de Canacintra Aguascalientes que va a crecerse al 5% (¿en qué mundo vive?, totalmente ilógico su pensamiento), me parece que quedé muy arriba. Ese es el pronóstico de Videgaray con el ajuste y creo que sigue arriba. El 2013 estuvo cerca el 0.8%, así que en ése, ya vamos bien. Sobre el tercer punto, la inseguridad en efecto sigue y en algunos estados de forma importante pero, sin equivocarme, la captura del Chapo Guzmán fue una noticia de gran envergadura, como lo comenté. Y sobre el punto cuatro, pues esperar, no mucho porque los cambios serán importantes en el gabinete. Ojo con lo de Martín Orozco, ya se destapó, pero se necesita que se haga mucho más en la presidencia municipal, ya que la jugada magistral de Lorena Martínez como procuradora nacional del consumidor nadie la preveía.
Bueno, una vez comentado el futurismo actual, vamos al poder atrás del poder. El banco internacional de pagos, (BIS) o banco de Basilea, autonombrado el banco central más antiguo del mundo, es en realidad el que dicta las órdenes a los demás bancos del mundo y dicta políticas para los principales bancos mundiales. Este banco es el poder atrás del poder. Y acaba de mandar una “recomendación” para evitar la expansión indiscriminada del crédito y, por tanto, la elevación de las tasas de interés. Esta política se verá que será aplicada por los principales bancos del mundo, teniendo entonces una restricción de crédito y la elevación de las tasas, y eso llevará irremediablemente a un estado de recesión pero quizá ya con una situación de crecimiento más sostenido y realista que aquel que se está dando por el crédito. El crecimiento por crédito es espejismo si no se traduce en productividad y mayor forma de dar ingresos.
Eso es precisamente lo que está ocurriendo actualmente en Argentina. Argentina está más preocupada porque Messi demuestre con una copa del mundo su nivel como el mejor del mundo, que lo que ocurre en su gobierno.
Acaba de incumplir el pago de sus obligaciones y está envuelta en un problema de corrupción con su segundo de a bordo y ella no quiere dar su brazo a torcer.
Tiene 30 días el gobierno argentino para poder, entonces, hacer frente a sus obligaciones, si no en menos de 10 años volverá a caer en impago. Ya no tiene Cristina Kirchner a Hugo Chávez para que le preste dinero y pueda salir adelante el país. Circunstancias terribles para los que allí viven y quieren hacer negocio o tener un poco más de dinero y que no pueden, no porque no tengan el ímpetu, sino porque el mismo gobierno no se los permite.
Si esto le pasó a Argentina con las tasas de interés por los suelos, ¿qué ira a pasar cuando suban las tasas de interés? Esperemos que este vendaval que viene no se convierta en huracán.
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