De la Riva Group y Social Decode, conjunto especializado en investigaciones de mercado, miden el Estado de Ánimo Social (de los mexicanos) considerando que frente a la crisis, “el estado de ánimo condiciona el futuro más inmediato”. De hecho, afirman que “la temperatura y el cambio visual en las ciudades elevan su estado de ánimo”.
Para el 2014, el 42% de los asalariados está presentando un estado de ánimo positivo, contra el 33% de los independientes, aunque en ambos segmentos el estado de ánimo disminuyó en comparación con el 2013.
Y es que los trabajadores independientes consideran que las cosas han empeorado, con respecto al 2013, principalmente entre la familia (-7%) y los amigos (-7%). En contraparte, los trabajadores asalariados consideran que las cosas se han mantenido de manera estable, gracias a que tienen un ingreso seguro. Sin embargo, los trabajadores perciben que el rendimiento del salario ha bajado durante el 2014 en comparación con los últimos meses del 2013.
El mexicano se reporta cansado y percibe un freno a su movimiento. La propia movilidad espacial parece restringida, dado que “su transcurso se alarga y debe invertir mayor energía”.
Los segmentos que presentaban el estado de ánimo más alto el año pasado eran:
- Los jóvenes menores de 30 años (64% presenta un perfil positivo)
- El Norte del País: Noreste (73%) y Pacífico Norte (68%)
- Los que tenían el estado de ánimo más bajo eran: Los mayores de 45 años (sólo el 47% presenta un perfil positivo)
- El Centro del País (36%) y el Valle de México (44%)
- Al analizar los factores que incidían estadísticamente en el Estado de ánimo Social (IES 2013), se observaba que en el ámbito personal lo que tenía más peso era: La economía familiar
- El empleo, era donde el 56% esperaba una mejoría en la economía del país
- Finalmente, la perspectiva de México, como país, también influye en el estado de ánimo. El considerar que México es un país ganador, estadísticamente tiene un peso importante en el estado de ánimo. Las opiniones están divididas, el 48% considera que es así y el 52% expresa lo contrario.
Del 2013 al 2014 se presentaron cambios en el estado de ánimo social en las diferentes regiones reportadas:
El Valle de México es la zona que este año presenta el mejor estado de ánimo social, el 60% manifiesta un estado de ánimo positivo. Destacan particularmente: las condiciones en el trabajo (que registran 14 puntos más que el promedio nacional) y la economía familiar (+10 puntos). Ambas situaciones derivan en una mayor certeza (+13 puntos).
El Noreste también obtiene un puntaje alto, el 53% presenta un estado de ánimo positivo. En esta zona sobresalen los avances en seguridad (+27 puntos). La certeza registra +23 puntos respecto al total nacional.
El puntaje más bajo es para Pacífico Norte, sólo el 35% presenta un estado de ánimo positivo. El problema en esta zona es la situación económica (que registra 17 puntos menos que el promedio nacional); lo que ocasiona que exista poca certeza (-35 puntos).
La Región Occidente, donde sitúan a Aguascalientes, califica con un 49% en estado de ánimo positivo, lo que le confiere el tercer lugar entre las seis regiones del país.
Estado de Ánimo Social 2013
Estado de Ánimo Social 2014
Para entender mejor las variables que influyen en el estado de ánimo, tomamos de The Hofstede Centre, la exploración que sobre la cultura mexicana se hace a través de la lente del Modelo 6-D, y con ello, obtener una buena visión de los vasos comunicantes entre dimensiones y perfiles.
1D. La distancia por el poder
Esta dimensión aborda el hecho de que no todos los individuos en las sociedades son iguales -expresa la actitud de la cultura hacia las desigualdades entre integrantes-. La distancia por el poder se define como el grado en que los miembros menos poderosos de las instituciones y organizaciones de un país esperan y aceptan que el poder esté distribuido de manera desigual.
Con una puntuación de 81/100, México es una sociedad jerárquica. Esto significa que la gente acepta un orden jerárquico en el que todo el mundo tiene un lugar y que no necesita más justificación. Jerarquía en una organización es vista como un reflejo de las desigualdades inherentes, la centralización es popular, los subordinados esperan que se les diga qué hacer y el jefe ideal es un autócrata benevolente.
2D. El Individualismo
El asunto fundamental tratado por esta dimensión es el grado de interdependencia que una sociedad mantiene entre sus miembros. Tiene que ver con qué tanto la propia imagen de las personas se define en términos del “yo” o del “nosotros”. En las sociedades individualistas se supone que la gente debe cuidar de sí mismos y de sus familiares directos. En las sociedades colectivistas, las personas pertenecen a “grupos” que se ocupan de ellos a cambio de lealtad.
México, con una puntuación de 30/100 en materia de individualismo, se considera como una sociedad colectivista. Esto se manifiesta en un primer compromiso a largo plazo para el miembro del “grupo”, sea una familia, familia extensa, o las relaciones ampliadas. La lealtad en una cultura colectivista es primordial. La sociedad fomenta relaciones sólidas donde todo el mundo se hace responsable de los demás miembros de su grupo.
3D. La perspectiva masculina
Una puntuación alta (predominancia de lo masculino) indica que la sociedad se verá impulsada por la competencia, el logro y el éxito, -el dominante impone todo un sistema de valores, que comienza en la escuela y continúa a través de la conducta organizacional.
Una puntuación baja (predominancia de lo femenino) en la dimensión significa que los valores dominantes en la sociedad, estarán regidos por el cuidando a los demás y la calidad de vida. Una sociedad femenina es aquella en que la calidad de vida es el signo del éxito, más que sobresalir de entre la multitud. La cuestión fundamental aquí es lo que motiva a la gente, con ganas de ser el mejor (masculino) o querer lo que uno hace (femenino).
La puntuación de México 69/100, en esta dimensión, indica una sociedad predominantemente masculina, donde hay que “vivir para trabajar”, haciendo hincapié en la competencia y el rendimiento y donde los conflictos se resuelven mediante la ley del más fuerte.
4D. Control de la incertidumbre
La incertidumbre es una dimensión que tiene que ver con la forma en la que una sociedad trata los hechos del futuro: ¿hay que tratar de controlar el futuro o simplemente hay que dejar que suceda? Esta ambigüedad lleva consigo a definir culturas voluntaristas o deterministas. El grado en que los miembros de una cultura se sienten llamados a participar, o dejar de hacerlo refleja su puntuación.
La puntuación de México asciende a 82/100 en esta dimensión y por lo tanto tiene una alta preferencia por evitar la incertidumbre. Los países que presentan una alta evitación de la incertidumbre mantienen rígidos códigos de creencias, y un acendrado providencialismo. No se tolera el comportamiento poco ortodoxo de ideas. En estas culturas hay una necesidad emocional de normas (aunque las reglas no parezcan funcionar), la innovación puede ser resistida, y la seguridad se convierte en un elemento importante para la motivación individual.
5D. Pragmatismo, eficacia, utilidad
Las sociedades tradicionalistas, prefieren mantener las costumbres y normas consagradas por el tiempo, mientras se visualiza el cambio social con sospecha. Los pueblos más pragmáticos, por el contrario, adoptar un enfoque más utilitario, fomentan el ahorro y apuestan sus esfuerzos en la educación moderna, como una manera de prepararse para el futuro.
La puntuación mexicana es baja, de 24/100 lo que significa que la cultura mexicana es eminentemente tradicional. La gente en estas sociedades tiene una fuerte preocupación por el establecimiento de la verdad absoluta. Presentan un gran respeto por las tradiciones, sólo una parte relativamente pequeña tiene propensión a ahorrar para el futuro, y un enfoque de eficacia y eficiencia con resultados rápidos.
6D. Tolerancia e indulgencia
Uno de los retos al que se enfrenta la humanidad, ahora como en el pasado, es el grado en que se socializa a los niños pequeños. Sin la socialización no nos convertimos en “humanos”. Esta dimensión, se define como el grado en que las personas tratan de controlar sus deseos e impulsos, con base en la forma en que fueron criados. Un control relativamente débil se llama “indulgencia” y control relativamente fuerte se llama “moderación”. Las culturas pueden, por lo tanto, ser descritas como indulgentes o contenidas.
Con una puntuación muy alta de 97/100, la cultura mexicana tiene una tendencia definida hacia la indulgencia. La gente en las sociedades clasificadas por una alta puntuación en la indulgencia exhibe generalmente una voluntad permisiva para sus impulsos y deseos con respecto a disfrutar de la vida y divertirse. Poseen una actitud positiva y a tener una tendencia hacia el optimismo. Además, ponen un mayor grado de importancia en el tiempo de ocio, actuar como les plazca y gastan el dinero como desean.
La cultura mexicana a través de la lente del Modelo 6-D
Fuente: Elaboración propia con datos de The Hofstede Centre