- Luego de casi un año, los 17 galápagos recuperaron su salud y fueron liberados en Monte Grande, área perteneciente a la Sierra Fría
- Los ejemplares fueron decomisados a su propietario debido a que les había pintado su caparazón con pintura vinil
Luego de estar en rehabilitación por espacio de un año, 17 ejemplares de tortuga de arroyo fueron liberados y devueltos a su hábitat natural tras haber sido decomisadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, debido a que los propietarios de los quelonios habían pintado sus caparazones con pintura vinil.
El 22 de julio de 2013, el departamento de Zoología del Centro de Educación Ambiental y Recreativo Rodolfo Landeros Gallegos (CEAR RLG) recibió a resguardo 17 ejemplares de tortuga de arroyo o también denominada casquito (Kinosternon integrum).
Las tortugas ingresaron en resguardo a dicho centro para su rehabilitación con los caparazones pintados con diferentes estampados, desde banderas de algunos países, hasta de logos de equipos de futbol, habían sido pintadas con pintura de aceite, situación por la cual se decidió que la mejor manera para eliminarles los colorantes sería por medios mecánicos, puesto que la utilización de solvente podría afectar su salud.
Las tortugas fueron colocadas en un sitio donde podían enterrar y desenterrar, con ello se logró que después de once meses los caparazones de las tortugas se despintaron y que las que se encontraban en malas condiciones de salud lograran su recuperación.
Los 17 ejemplares de tortuga casquito (once hembras y seis machos) junto a otros 33 ejemplares más que habían ingresado a lo largo de esta intensa temporada de lluvias al Centro de Educación Ambiental y Recreativo Rodolfo Landeros Gallegos, fueron liberados en Monte Grande, área perteneciente a la Sierra Fría, sitio donde se localizan numerosos cuerpos de agua, donde las tortugas podrán regresar a la vida silvestre.
Con información de la Secretaría de Medio Ambiente