El miércoles 16 se cerró la convocatoria “Circo, maroma y arte: Primer Foro y Jornada en torno al Movimiento Cultural Autogestivo en Aguascalientes”, dirigida a las agrupaciones y personas dedicadas a la promoción y gestión cultural y artística, investigadores y promotores, creadores y funcionarios culturales. Lanzada por las tres principales instituciones culturales y educativas en el estado: ICA, IMAC y UAA, con apoyo de Conaculta y del Centro de Investigación para el Desarrollo Cultural y la Educación Artística del INBA, contempla cuatro temas y cuatro opciones de participación. Los temas incluyen: presentación descriptiva de la asociación o individuo; experiencias de autogestión; relaciones entre instituciones públicas y grupos autogestivos; y foros para el movimiento cultural emergente y alternativo, uso y resignificación de espacios públicos, comunidad, tejido social e identidades. Los participantes pueden escoger entre una breve descripción del trabajo individual o colectivo, una intervención oral, una intervención con texto escrito y participar en la jornada de difusión con una muestra de su trabajo. Las actividades se realizarán en el Centro Cultural Universitario, frente al Parián, del 23 al 26 de julio.
Entre lo positivo de esta jornada de exposición, reflexión y diálogo sobre la autogestión cabe mencionar el esfuerzo interinstitucional por valorar las expresiones culturales como elemento fundamental de los cambios que actualmente atraviesa la capital y su región, en todos los ámbitos. El acercamiento académico aporta elementos críticos por lo común ausentes en la perspectiva de las instituciones de estado y del municipio. La investigación y la docencia de las artes y la cultura tienen propósitos que no coinciden con los de su promoción y difusión. Y en un descuido pueden hablar de cosas distintas. Algo frecuente cuando se habla de asuntos culturales.
El acercamiento entre el Centro de las Artes y la Cultura y el CIDCEA representa la participación de dos espacios en los que estos temas se estudian e investigan con criterios y objetivos diferentes de los de las instituciones oficiales. La sistematicidad y los métodos académicos, ajenos a las directrices políticas de los gobiernos y libres de las leyes del mercado que definen modas y tendencias, suponen mayores márgenes de maniobra para la creatividad y la crítica. Y sobre todo, un horizonte con perspectivas de desarrollo profesional más amplias que las de los institutos de cultura, donde a la penuria presupuestal se suman obstáculos que, con el argumento de controlar el ejercicio del gasto, cierran las vías a los proyectos que rompen con esquemas previos.
Las herramientas y conocimientos aportados por los investigadores profesionales pueden contribuir a enriquecer el panorama de las artes en la región, distorsionado por el peso del aparato oficial y lo inicial de la reflexión independiente, sustentada en las pesquisas de los científicos sociales dedicados a obras de autores consagrados, como Contreras, Herrán y Posada.
En cuanto al motivo del foro, debe decirse que el desarrollo institucional hizo que la autogestión casi cayera en el olvido. Durante la última década del siglo pasado, la existencia de escuelas y talleres de arte, revistas, galerías y escenarios pareció suficiente para resolver las necesidades de los artistas y escritores locales. Obviamente, la mayoría del presupuesto del sector correspondía al estado, cuyos alcances hacían innecesario el esfuerzo de la autogestión. Por esos años también aparecieron varias revistas independientes, centradas en temas políticos y con secciones que incluían arte y cultura. Nadie recordaba las pugnas de medio siglo atrás entre el gobierno estatal y la asociación civil Pro Arte por el control de la Academia de Música Manuel M. Ponce, protagonizado por personajes que después fundaron el Instituto Aguascalentense de Bellas Artes, antecedente de la Casa de la Cultura y del ICA. El desarrollo de la enseñanza artística modificó lenta e inexorablemente la cartografía cultural y la demografía artística del estado. pronto el surgimiento de nuevos artistas rebasó la capacidad de la infraestructura disponible, pero aquí la autogestión no se ha generalizado y resulta más una excepción que una regla.
Así lo confirma la página Localizarte (http://www.localizart.es/residencias-artisticas-en-america-latina), un localizador de residencias y espacios para la producción artística en América Latina, que presenta once lugares en México, entre los cuales no figura Aguascalientes. La mayoría de ellos generados por autogestión, responden a vacíos institucionales y generan una red continental de formación, intercambio y creación artística de creciente importancia.
Concediéndole al hecho un valor indicativo, no definitivo, queda claro que todavía falta mucho por caminar, modificando mentalidades y actitudes ante las empresas culturales y las relaciones entre los artistas y la sociedad, por un lado, y con el gobierno, por el otro. Igualmente, en la situación actual subyace la exigencia de ampliar el concepto de cultura incluyendo expresiones populares generalmente subestimadas por los sectores “cultos”. Y propiciar la reflexión sobre cuestiones para las cuales suele haber respuestas prefabricadas que evitan construir respuestas propias y arriesgarse a aprender de los errores.