Troya, Asia Menor. Verano de 1250 a.C. La bella y voluptuosa Casandra, hija de los reyes de Ilión, posee el don de la profecía. Apolo, dios del sol, queda prendado de sus encantos y trata de seducirla. Sin embargo, Casandra rechaza sus proposiciones. Herido en su orgullo, la deidad decreta que, por toda la eternidad, la agraciada troyana sólo habrá de anunciar aciagos vaticinios.
La escena arriba descrita sirve como prólogo al presente artículo, el cual pretende explicar el reporte denominado Tendencias Globales Estratégicas 20451 y cómo dicha información se relaciona con las Américas y México, en particular.
Para el diccionario Larousse, una tendencia es “una inclinación de una persona hacia una cosa determinada”. O desde el punto de vista de la estadística es “movimiento de larga duración, continuo y lento, que representa la evolución normal de un fenómeno”.
Desde el año 2001, el Ministerio de Defensa de la Gran Bretaña integró a un grupo de académicos y militares, los modernos “Casandra”, con el fin de llevar a cabo un programa de investigación que provea a los tomadores de decisiones con las oportunidades y amenazas que el futuro pudiera traer. Y crear conciencia respecto a las opciones que ellos elijan podrían tener un impacto en el futuro tanto como las mismas tendencias.
El 1 de julio del año en curso, los “Casandra”, cuyo nombre formal es “Centro de Desarrollo, Conceptos y Doctrina”, publicaron su reporte Tendencias Globales Estratégicas-Hasta el 2045. En la mencionada información se analizan 13 temas (demografía, género, urbanización, recursos, el medio ambiente, salud, transporte, información, educación, trabajo, corrupción y dinero, identidad y el rol del Estado, y capacidades y gasto en defensa).
A la temática en cuestión se agrega un estudio del espacio sideral y ocho regiones (América del Norte, América Latina, Europa, el Medio Oriente y África del Norte, África subsahariana, Asia Central, Asia Oriental y del Sur y Oceanía, y las regiones polares).
En la cuestión demográfica, se pronostica que la población mundial fluctuará en un rango de los 8.3 a los 10.4 billones de personas, esto a causa del crecimiento en la expectativa de vida, el declive en la mortalidad infantil y la alta natalidad en los países en desarrollo. Además, Japón y parte de Europa experimentarán un envejecimiento considerable de sus habitantes.
En la parte de género, las mujeres representarán el 55 por ciento de la población global. Sin embargo, la inequidad en el ingreso y el ascenso laboral continuarán en la mayoría de los países.
Para el año 2045 el 70 por ciento de la población mundial vivirá en áreas urbanas. Asimismo, habrá 280 mega-ciudades. Es decir, urbes con más de 20 millones de habitantes, la mayoría de ellas se encontrarán en América Latina (Incluyendo México, D.F.), el subcontinente indio (India y Pakistán), China y Japón.
En la cuestión medio ambiental, la temperatura del planeta se incrementará 1.4° C y los niveles del mar aumentarán entre 0.32 a 0.38 metros. Aquí cabría abrir un paréntesis para que el paciente lector se imagine el impacto que esto tendrá en las zonas áridas y semi-áridas del altiplano azteca, y en el Mar Caribe y el Golfo de México.
El tema de salud será influido por la creciente resistencia de las bacterias y los virus a los medicamentos. Además, el cambio climático y la dieta también intervendrán en este tópico; el transporte se basará en el uso de vehículos no tripulados, nuevos combustibles y los viajes espaciales suborbitales; la informática, la automatización del trabajo y la educación irán tomadas de la mano pues la economía del futuro dependerá de la creación, gestión y aplicación del conocimiento.
En la cuestión geográfica, América boreal tendrá una población de entre 394 a 478 millones de almas. El Ártico será totalmente navegable en meses de verano. Por el contrario, las ondas de calor, las sequías y las inundaciones serán cada vez más frecuentes.
México y Brasil (aunque a Lula de Silva le cueste digerirlo) estarán entre las diez principales economías del orbe. El aumento de los niveles del mar y la precipitación pluvial extrema afectarán a las mega-urbes en América del Sur. América Latina será una región estable, pero la producción y distribución global de narcóticos continuará. Finalmente, China y los Estados Unidos serán las naciones que más influencia tendrán en la zona.
Los “Casandra” hacen bien en recordar el principio de incertidumbre del físico alemán Werner Heisenberg, el cual dice que “un observador puede determinar o bien la posición exacta de una partícula en el espacio o su momento preciso, pero nunca ambas cosas simultáneamente” 2
Por ello, Tendencias Globales Estratégicas, no pretende predecir el futuro, sino describir los posibles resultados basándose en el análisis riguroso de las tendencias. El reto para los “Casandra” no es responder a lo que se conoce hoy en día, sino prepararse para lo que “el mañana pueda traer” (Air Supply dixit). Es decir, como dijo Alvin Toffler: “prever y evitar que el destino nos alcance”.
Aide-Mémoire.- Lupillo Rivera, un verdadero defensor de La Raza.
1.- https://www.gov.uk/government/news/mod-identifies-future-strategic-trends
2.- Smith, J. (2001) Diccionario Especializado de Física. Bogotá; Editorial Norma, S.A.