Pues sí, fue muy buena la foto que el alcalde de Aguascalientes Antonio Martín del Campo se tomó rodeado de niñas y niños de la telesecundaria No. 45 Enrique Olivares Santana perteneciente a la zona de Norias de Ojocaliente, donde anunció que se hará una inversión de 1 millón 300 mil pesos para distintos planteles de esta localidad sumamente pobre.
Además dijo que esta zona vulnerable de la ciudad contará con su apoyo para tener mejores condiciones urbanas y sociales. También señaló que su gobierno está preocupado porque estos niños sean unos exitosos profesionistas, y quien de plano se lució fue la directora del plantel donde se realizó el acto de Honores con la gente buena, que en sí es un recorrido que hace el alcalde por los distintos planteles educativos de la ciudad; pues por su parte, Manuela Méndez Ibarra, directora de la telesecundaria, agradeció la pavimentación del camino de acceso a Norias de Ojocaliente.
Al final del acto se dijo que los alumnos se comprometerían con el medio ambiente, acciones como la separación de basura y la conservación de la imagen limpia de la ciudad fueron, según este evento, un compromiso adquirido. El evento fue acompañado por más de una decena de funcionarias y funcionarios municipales y estatales. Por cierto, nadie mencionó a las ladrilleras.
He realizado el recuento de esta nota que circuló durante la semana por varios medios de comunicación, porque me parece que es una farsa, una broma mal llevada de autoridades y gobierno en su necesidad de hacernos creer que todo está bien.
El camino a Norias de Ojocaliente está sin pavimento, de hecho hace meses se anunció la mejora de la única carretera con la que cuenta y es fecha en que lentamente sigue apisonándose la tierra, causando una serie de peligros a la gente que viven en esta zona, en pequeños asentamientos como Norias de Ojocaliente, Che Guevara, 2 de Octubre, San Miguel, El trigo y varios más.
Cada mañana la gente que va de estos lugares a trabajar se desplaza al menos 3 y hasta 5 kilómetros caminando al pie de la carretera, donde arriesgan su vida pues el camino y las curvas no tienen espacio para que la gente camine, la bruma que se origina por la tierra suelta y el paso de los autos, camiones y tráileres que circulan hacen invisible a mucha de esta gente que diario expone al menos dos veces al día su vida, la ida y la vuelta al trabajo, la escuela, el mercado o el centro de salud.
Esta misma distancia es la que recorren decenas de niñas y niños que cada mañana van a estudiar, bajo el aplomo del sol, la lluvia o las inclementes temperaturas bajas invernales, van como hormiguitas de cinco en cinco caminando sobre ese camino que no termina de construirse y que ni antes ni ahora representa un lugar seguro de tránsito para quienes serán esos futuros profesionistas de los que habla el alcalde.
La pequeña omisión de la directora de la telesecundaria que dio las gracias por la infraestructura que da acceso a Norias de Ojocaliente, debió haber sido una exigencia para el municipio que es encargado de los trabajos realizados en esa zona, donde además recién levantaron el poco pavimento que había y han dejado toda la tierra suelta, donde en tres meses dos distintas obras abrieron una y otra vez la calle principal o, mejor dicho, la única calle por donde se podía circular, dejando nuevamente incomunicada a esta zona. La directora prefirió seguir el juego y aguantar el maquillaje del que hablaron las autoridades y así fue como se dijo la mentira de que hay un mejor entorno de los espacios públicos y accesibilidad para esta comunidad.
El problema en estas comunidades es mucho más complejo. Los contenedores de basura que fueron instalados en estas comunidades pueden estar hasta tres semanas sin que servicios públicos y su área de limpieza pasen a recolectar la basura ¿tiene sentido separarla? Eso ayudaría a detener la proliferación de plagas en estas comunidades, ¿no sería más conveniente un mejor servicio de recolecta?
Hay que romper la miopía en que vive el gobierno municipal creyendo que con unos cuantos pesos la cosa se soluciona, en los asentamientos citados no hay transporte por eso es que algunas niñas y niños van caminando hasta 5 kilómetros en la solitaria carretera. Pero hay más niñas y niños que se quedan en la comunidad, la razón es que no hay como trasladarse a la escuela, aunque la escuela esté bonita, pintada, con computadoras, no hay transporte y eso marca la absoluta falta de accesibilidad que tienen las niñas y niños en Aguascalientes a la educación básica.
Y como broche de oro vale decir que esas niñas y niños que no tienen acceso a la educación básica se quedan en la comunidad a trabajar en condiciones inhumanas en las ladrilleras, que además son un grave problema de salud pública que el gobierno ha tolerado, y al cerrar los ojos cierra también el derecho a la niñez a una vida digna, sin explotación y un futuro de paz.
¿Un millón 300 mil pesos es lo que le costará al gobierno municipal olvidarse nuevamente de estas comunidades? Las más pobres, las condenadas a la marginalidad, al fin y al cabo los medios siguen difundiendo los boletines oficiales del gobierno municipal.
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