Una vez André Bretón dijo que no volvería a México porque no soportaba estar en un país más surrealista que sus pinturas, y ese calificativo se podría aplicar a la supuesta designación de Carmen Salinas como embajadora de la sección 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con sede en la ciudad de México. De acuerdo a un comunicado de prensa del SNTE se habían designado como embajadores de la educación a la actriz y al comunicador Jesús “Chucho” Gallegos, lo cual despertó las quejas de los usuarios de Twitter y otros medios sociales. Después la señora Salinas aclaró que sólo acompañó al exdirector de “TVyNovelas”, su ahijado, y se modificó el boletín de prensa en la página web del SNTE. ¿Pero qué otras cosas muestran estos fenómenos: el error de comunicación, la presencia de Carmen Salinas, la reacción de los twitteros y lo que no se dijo?
Durante las primeras horas del viernes, Carmen Salinas fue tema de moda (Trending topic) en Twitter y se le nombró como “carpera” porque se creyó, a causa del comunicado del SNTE, una de las nuevas embajadoras de la educación. Sin embargo, en las fotos del evento, en la mampara de fondo sólo se lee el nombre “Jesús ‘Chucho’ Gallegos”, por lo que la confusión fue responsabilidad del área de comunicación de la sección 11 del sindicato, pero la actriz estuvo presente y sigue siendo mencionada en la versión oficial corregida; este caso, ¿sólo fue una mala decisión de los directos por admiración a la señora?, ¿o sólo fue una táctica de poder (política)?; si fue así, ¿qué tan descabellada es en realidad?, o sólo la utopía “intelectual” ¿no ha logrado reconocer la realidad de la pluralidad de formas de pensar y actuar (cultura)?
Carmen Salinas es muy reconocida por los mexicanos, ya sea de forma positiva , negativa o cómica, a causa de su trabajo en telenovelas de Televisa y el cine mexicano, incluido el de ficheras y participaciones bajo la dirección del respetado Arturo Ripstein; actuaciones en las cuales suele interpretar la clase baja (a media) mexicana y su folclor de forma natural, tal vez debido a su historia personal, lo cual también le fue criticado en el momento en que se le creyó embajadora de la educación, pues sólo terminó la primaria. Gracias a estas actuaciones, y su presencia en las noticias rosas y de espectáculos, ha forjado la imagen maternal del sector popular del país, con su jerga coloquial (ñera), al promover la imagen de la familia tradicional unida y al emitir públicamente consejos sobre la vida privada de personajes de Televisa y TvAzteca. Esto implica un gran potencial de empatía con los sectores vulnerables de la sociedad, con rezago educativo, bajos ingresos y en oficios “desprestigiados”, así como asiduos espectadores de la televisión abierta en el país, pues se identifican con la imagen de Carmen Salinas (manufacturada o innata, aún no se sabe).
Recuerdo que un profesor de la UNAM comentó durante clase que sería una tontería el negar el poder mediático y político con el que cuenta la señora, lo cual era totalmente cierto, por ello no sorprende que haya participado en diversas campañas políticas en Coahuila (su estado natal), el Estado de México y el Distrito Federal, incluso se le reconoce como una militante Priista sin credencial. Estas relaciones entre el espectáculo y la política se han presentado en México y otros países, como Anahí y Manuel Velasco, Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, o la unión de Carla Bruni y Nicolas Sarkozy en Francia; pero también existen otras espectacularizaciones de lo público, como el personaje de Víctor Trujillo, “Brozo”: un periodismo con sátira que ha sido más aceptado por su posición política de izquierda-progresista y un trabajo de argumentación relevante, pero, ¿Brozo tendría el mismo alcance sin la algarabía, bromas y sus edecanes? La feminista Marta Lamas dijo durante una clase en El COLMEX que aunque era reprochable la presentación de mujeres en bikini y los albures, el participar con Víctor Trujillo era una oportunidad para acceder a un público que requiere de información y conocimiento más que los universitarios, y muchas personas han capitalizado este tipo de estrategias. Por ejemplo, el director de cine, y nombrado como “intelectual”, Alejandro Jodorowsky, declara en su libro El maestro y las magas que Irma Serrano, “La tigresa”, fue quien le permitió darse a conocer, generar contactos y gestionar recursos al llegar a México. En el caso del SNTE y Carmen Salinas, la diferencia es que ambas son entidades reprochables para el perfil mayoritario de los usuarios de Twitter, con conocimiento y posibilidades para acceder a las tecnologías de información y comunicación, además de acumular al menos 10 años de educación formal.
De vuelta al caso, tal vez el evento del SNTE no haya obtenido tantas menciones de no ser por la presencia de Carmen Salinas, además de la polémica surgida, lo cual no implica una buena estrategia de exposición mediática, ni tampoco da la posibilidad de pensar en un error con beneficios no planeados. Pero, su participación ¿es reprochable?, quizá. Aunque para algunos nos parezca inaceptable el considerar a este tipo de personalidades como fetiches o emblemas para ciertas actividades, como la educación, para otros sectores poblacionales realmente representa íconos de la lucha por la supervivencia, a diferencia de los otros “intelectuales” que ni logran darse a entender sobre lo que tratan de expresar. Con esto no planteo decir que esté bien o mal la espectacularización de la política, sino que invito a reflexionar sobre lo que falta para lograr una empatía y así avanzar hacia una sociedad más democrática. Varios nos quejamos en Twitter por la supuesta designación de Carmen Salinas como embajadora de la educación, pero ¿cuántos de nosotros nos hemos acercado con empleados del hogar o tianguistas (por dar unos ejemplos) para evidenciar estos abusos del poder mediático? El movimientos #YoSoy132 tuvo este error, el ser una movilización de universitarios para universitarios con un lenguaje universitario, discursos que Carmen Salinas podría haber adaptado mejor para el grueso de la población Mexicana.
Twitter: @m_acevez