- En cuanto se le presente a la bancada la iniciativa se analizará al interior para comenzar a trabajar en el cabildeo
- Reitera Sylvia Garfias el mal trabajo que ha hecho Martín Jáuregui como ombudsman
El grupo parlamentario de Acción Nacional ha mantenido una comunicación directa con asociaciones civiles como Colectivo SerGay ahora que se abrió la posibilidad de que en Aguascalientes se permita el matrimonio entre personas del mismo sexo, basándose en la defensa de los derechos humanos independientemente de las preferencias sexuales o creencias religiosas que tengan.
Particularmente, Sylvia Garfias destacó que este colectivo ha sido de las asociaciones más productivas y participativas en el análisis de la Ley de Fomento a las Organizaciones de la Sociedad Civil con planteamientos fijos, reales y tomados en cuenta junto con la dependencia estatal de desarrollo social.
“Cualquier ciudadano merece ser respetado porque el tema de los derechos humanos está elevado a rango constitucional”, por lo que como autoridad gubernamental están obligados a atender, actuar y responder lo mismo para un sector que para otros, llámense adultos mayores, niños, mujeres, hombres, quien sea el sector no tienen por qué ser discriminados.
Garfias reconoció que Colectivo SerGay no ha presentado ninguna iniciativa como tal para reformar el Código Civil pero de acuerdo al dialogo que se ha tenido con los integrantes, el grupo parlamentario de Acción Nacional estaría dispuesto a analizar la posibilidad del matrimonio igualitario “nosotros creemos que si a nivel federal ya hay reformas que significan un avance importante por qué en Aguascalientes no se hace lo mismo”, por ahora apoyan la defensa a su petición del matrimonio entre dos varones por la vía legal del amparo.
El respaldo como grupo parlamentario se mostrará una vez que se les presente tal iniciativa para poder ser estudiada al interior de la bancada, tomando como base que como panistas, buscan el total respeto a los derechos humanos y garantizar que no sean violados por ningún motivo, mucho menos por su identidad sexual.
Ya que algunas organizaciones no gubernamentales han manifestado su descontento con el trabajo de Eduardo Martín Jáuregui al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Sylvia Garfias reiteró su postura de que ahora este organismo se convirtió en una oficialía de partes del ejecutivo, “cuando no se entiende que la gobernabilidad no significa imposiciones, esto sucede”; hasta el momento no se han observado recomendaciones hacia quienes violentaron los derechos humanos de ciudadanos, así como la inexistencia de la confianza de la sociedad ante la CEDH.
Para la legisladora, el gran reto que tenía Martín Jáuregui era generar confianza en la ciudadanía porque hoy como institución no la tiene, por conocer casos de quejas sin atender, “vemos ciudadanos que han tenido que buscar que se defiendan sus derechos humanos en la Comisión Nacional”; en su opinión existían otras propuestas para el cargo, que tenían mejor preparación para dignificar el papel de ombudsman.