- Para el pianista Alain del Real, si creces con tu instrumento, te desarrollas adaptado a él
- Las clases de instrumentos no deben ser seriales sino independientes y personalizadas para lograr un buen resultado
Alain del Real es un joven músico mexicano que sin mencionar su edad, pero seguramente no pasa de los 30 años, ha dejado el nombre de México en alto a nivel internacional pues en 1992 obtuvo el nombramiento de Talento Joven de Rusia en el primer concurso de piano Ippolitov-Ivanov, en Moscú, lo cual le dio la oportunidad de que para el siguiente año concluyera su licenciatura. Comenzó sus estudios en el Conservatorio de las Rosas en Michoacán con el maestro Eduardo Montes, y en el 2005 se graduó de dicha institución bajo la dirección del maestro Davide Borin y ha estudiado música de cámara con Guellya Dubrova y Vladimir Odinokih.
Aunque su mayor desempeño ha sido en la música de cámara ha incluido entre sus actividades, recitales de piano acompañados de varios instrumentos con orquestas y cameratas destacadas del país como la Orquesta Sinfónica de Guanajuato, la Camerata de Coahuila, la Orquesta de Cámara de la UMSNH así como colaborar de Falko Hönisch, Emilio Pons y James Lebens.
Una vez que usted lector se percate que la edad no tiene nada que ver con el talento y los alcances que puede tener una persona, adentrémonos en una charla que La Jornada Aguascalientes sostuvo con el pianista en su visita al estado. Con el Teatro Aguascalientes como recinto del encuentro, el músico comenzó con una historia muy clara que responde al cuestionamiento de por qué los jóvenes desertan tan fácilmente de los conservatorios.
“Una vez en una sala de clases entre un grupo de alumnos destacó un joven al tocar un solo, el resto se deprimió un poco por su gran talento y nivel, al percatarse la maestra decidió preguntarles a qué edad habían comenzado a tocar el instrumento teniendo como respuestas de uno a tres años, mientras que el joven destacado indicó que desde los cinco años de su vida comenzó en la música”.
Para Del Real no es tanto el tiempo sino que este muchacho creció con su instrumento, “la profesión de instrumentistas es como cualquier deporte, si creces con tu instrumento te desarrollas adaptado a él”, lo cual hace que se convierta en tu forma de vida por ello es vital que un músico comience a desarrollar sus habilidades desde muy temprana edad.
Adicional a la edad se requiere tener maestros con fundamentos para dar clases pues aunque parezca una profesión fácil la realidad es que es todo lo contrario, “muchos creen que con tan sólo haber tomado unas clasecitas de algún instrumento y por saber poco más que el alumno ya está capacitado para dar clases pero no es así”, un buen maestro de música tiene que saber cómo llevar al alumno, qué tipo de características tiene y su mentalidad para que de esa manera pueda encontrar el camino ideal para él.
Las clases de cualquier instrumento no pueden ser seriales ni grupales como las que se dan en las escuelas regulares, sino que deben ser individuales y totalmente personalizadas para poder tener un mayor y mejor resultado, “lamentablemente en ocasiones se dejan llevar por el dinero y como a mayor número de alumnos más sueldo pues mejor prefieren hacer clases masivas”, pero de esta manera no se logra transmitir el mensaje bien ni se enseña al alumno como debe de ser.
Muchas de las veces los jóvenes entran a un conservatorio, a clases de música o un instrumento en especial sin realmente saber todo lo que conlleva, entran con una idea errónea de lo que es la música como algo muy sencillo y de pronto cuando tienen maestros verdaderos y preparados, se dan cuenta que no es tan fácil y que es algo que requiere de muy grandes sacrificios, “tiene que ver hasta con una cuestión de tu vida privada porque ya no puedes salir de fiesta siempre, ni hacer todo lo que antes hacías o lo que los demás hacen, yo por ejemplo no he ido al cine desde hace más de medio año, no hay tiempo porque realmente estoy metido en la música”, los jóvenes de ahora no llegan a comprender este tipo de sacrificios o más bien no están dispuestos a darlos y es cuando deciden desertar de los estudios o como lo manifiesta el director de orquesta Ramón Shade, “las escuelas de música mexicanas no están ofreciendo los niveles necesarios”, es decir que por este tipo de cuestiones de falta de interés o de tomar esos sacrificios por un buen desempeño se crean músicos o instrumentistas de baja calidad, “desde la base es donde radica el problema”.
En Morelia, el Conservatorio de las Rosas promueve el inicio de estudios musicales formalmente desde los ocho años en una escuela de la sección del centro dedicada para primaria y secundaria de la manera más tradicional y en el turno vespertino ofrecen clases de instrumentos y música, “en mi opinión desde mucho antes podían estar tomando clases los niños pero hicieron un análisis sobre mentalidad y atención que podían dar y se decidió los ocho años como edad mínima”.
Es casi normal escuchar a las personas decir que los gobiernos deben apoyar más a la cultura y las artes, sin embargo para Alain del Real lo único que se requiere de su parte es que ofrezcan una infraestructura adecuada, teatros y auditorios en buen estado, plazas adecuadas para que un concierto pueda ofrecerse, así como que en los institutos de cultura o secretarías de cultura como en muchos estados lo llaman, mantengan el material digno, “por ejemplo, a mí como maestro de instrumento si me dan un piano que está desafinado y que no responde las teclas mecánicamente bien, yo no puedo enseñar porque cuando estoy poniendo el ejemplo al alumno, el piano no me va a responder y el alumno no comprenderá lo que realmente le estoy enseñando”. Fuera de eso del Real cree fielmente en que la música y las artes no tienen que depender de los apoyos gubernamentales pues para eso existe el talento y la gestión de recursos con otras instancias del sector privado.