El poder curativo de todos nuestros males se hizo corpóreo con abundante cabellera, la superstición del número 13 cambió, encontramos el sentimiento que hace muchos años habíamos perdido, es inmensa la carga de energía positiva que tiene un empate con sabor a triunfo, cuando más necesitábamos creer en alguien aparece de la suplencia, casi del anonimato el mexicano que estábamos esperando, aquel con el cual no sólo los niños se identifican y sueñan ser como el portero de la selección, sino que gracias a la cobertura mediática lo han convertido en un santo, el nuevo mesías, el elegido, el que le va a dar equilibrio a la fuerza, el que puede con las reformas estructurales y lo que le sigue.
Con el ánimo como nunca y problemas como siempre, el miércoles los mexicanos amanecimos con las ganas de comernos el mundo de un bocado, listos para enfrentar las decisiones del Senado con relación a las negociaciones para aprobar los puntos finos de la reforma energética, qué importa que anden diciendo por ahí que para más tardar en 2016 la gasolina deberá costar 20 pesos porque así lo demandan las empresas extranjeras que manejarán a la paraestatal estrella de México, por lo menos ese es el rumor que involucra a Don David Penchyna, hoy por hoy en nuestra historia de ensueño el es nuestro villano favorito.
Aunque cabe aclarar que al senador del partido en el poder no le gustó el papel que le están asignando y salió en defensa propia vía twitter para aclarar de una vez por todas que es falso que el PRI esté proponiendo esas cosas tan feas y malas para el pueblo de México, fijó su postura y señaló que lo que corre como pólvora en la red son puras mentiras.
Hoy es lo que menos importa, tenemos a Memo quien nos llevará de la mano a los mexicanos creyentes, a la segunda etapa del mundial.
Es cuestión de fe y confianza como lo hizo ver Instituto Nacional Electoral y el Colegio de México, quienes se dieron a la tarea de hacer un estudio sobre percepciones y prácticas ciudadanas así como su relación con diversos sujetos de intermediación y representación política, en pocas palabras un estudio para conocer en quienes creemos.
El estudio arrojó que el 42 por ciento del universo encuestado, el cual estuvo conformado por una muestra de once mil personas, no confía en las autoridades, 49 por ciento cree que los políticos no se preocupan por la sociedad en general, 62 por ciento confía en el Ejército, la confianza hacia los partidos políticos es del 19 por ciento, la credibilidad hacia los medios de información es de un 32 por ciento.
La teoría de Louis Althusser con sus aparatos ideológicos del estado parece estar más que vigente que nunca en los inicios de este siglo XXI, por lo menos en nuestro país; este estudio indica que la iglesia, el Ejército y los docentes superan la mitad de la confianza de los gobernados. El gobierno, los medios de información, la familia, la política y la cultura son parte de la taxonomía que el autor presenta.
El 53 por ciento confía en la democracia, pero el resto está totalmente en desacuerdo con el sistema.
¿Es un sentir generalizado, cuál es la estrategia de los que tienen las riendas del país para revertirlo? La fe está ganando terreno a través de las instituciones religiosas, eso deja ver claramente que el ser humano, sobre todo los mexicanos somos entes espirituales, personas que requieren creen, confiar, percibir la presencia de una fuerza más allá de lo terrenal para sentirnos confortados y orientados. La docencia, aquella que se practica día a día en las aulas, en los centros de educación, donde los verdaderos profesores dejan el alma por educar, formar, enseñar a los integrantes de nuestra sociedad, en lo particular me sorprende cómo podemos confiar en un gremio tan vapuleado por sus líderes, la imagen que de ellos tenemos, la manera de vender la imagen de los docentes, la fuerza que como sindicato y coordinadora pueden tener, pero la confianza que le confiere la sociedad para dejar en sus manos el futuro de la nación. El compromiso es fortísimo, la responsabilidad casi equiparable con la de Memo para el próximo partido de los verdes ahora rojos.
Y por último, también creemos en el Ejército, claro ahora los vemos diario por todos lados, ya nos familiarizamos con su presencia, en muchos lugares de la República son necesarios, indispensable su presencia para garantizar el orden y la seguridad, cuando los sistemas policiacos fracasan el panorama citadino cambia de color.
La encuesta dice que en eso creemos, pero los hechos dejan ver otra realidad, tan es así que existe un proyecto separatista en la zona de la Laguna para conformar el estado 33, es una idea que tienen los habitantes de la región debido a los problemas de inseguridad y falta de desarrollo económico que perciben y que vienen padeciendo de tiempo atrás sin que los gobiernos de los Durango y Coahuila tomen cartas en el asunto.
Los interesados pretender formar una nueva entidad con 20 municipios para detonar el verdadero desarrollo económico de la región.
Se imagina, una redistribución de la división política de nuestra República Mexicana, los de soconusco llevan años tratando de separarse del resto de la federación, los de la península de Yucatán se sienten ajenos a la dinámica nacional, la zona regia ostenta el poder económico y asegura que mantiene al resto de la nación.
Memo llegó en el momento oportuno, qué bueno, porque hay tantas cosas por hacer además de atajar amenazas de goles, esperamos y confiamos en que pueda con toda la carga.
Twitter: @ericazocar