- Si hubo errores yo los veo con dificultad, dijo Luisa Calderón Hinojosa sobre el sexenio pasado
- La senadora ha aprendido que en el gobierno las cosas cambian más lento de lo esperado
La senadora Luisa María Calderón aplaudió algunas de las acciones que su hermano Felipe Calderón Hinojosa emprendiera entre 2006 y 2012 como presidente de la República, pero se excusó de emitir críticas.
A mediados de 2013 las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dijeron que durante el último de los sexenios panistas se habían presentado 121 mil 683 muertes violentas. A la misma altura del año el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) hablaba sobre 60 millones de pobres en México, 15 millones más que en 2006, al arranque del mandato.
–¿Se considera crítica del sexenio de su hermano?
–¿Me considero crítica del sexenio de mi hermano? Me es difícil, es muy parcial mi visión, la midas como la midas es mi hermano. Reconozco muchas cosas que hizo, muy audaces, muy ordenadas: la condición en la que recibió el país, su respeto por las instituciones. Si hubo errores yo los veo con dificultad.
Entrevistada por La Jornada Aguascalientes durante su último viaje a esta capital, la michoacana dijo que “también sería difícil para ti preguntarle a alguien que tiene un corazón muy claramente puesto”.
–El presidente Rafael Correa sí despotrica contra su hermano.
–Yo no sé si estuvo cerca de su hermano. Lo que querría decirte que aprendí de este sexenio es que las cosas cambian más lento de lo que uno quiere. En ese mismo sentido creo que mi mirada hacia el gobierno de hoy tiene ese ingrediente: sé que las cosas cambian más lento que lo que uno quiere. También sé que hay que tomar algunas decisiones aunque haya costos políticos por ellas.
La administración federal se ha empeñado en afirmar que la economía marcha por buen rumbo, pese a que los indicadores cíclicos del INEGI señalan que se encuentra en una etapa recesiva. Ni los malos augurios de organismos como el Banco de México y el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado han logrado que la tasa de crecimiento sea ajustada a la baja.
–¿Usted a quién le cree? Se le cuestiona a Calderón.
–Al bolsillo de la gente. Nosotros decimos que la Reforma Fiscal golpeó mucho a la economía que camina por su propio pie; hay tres millones 700 mil gentes que tienen un negocio formal, gente que es su propio empleado y su propio empleador, esta reforma le vino a dar en la torre porque tiene que formalizar cosas para las que no está capacitada, contratar un contador. Hacienda no les ha respondido.
En Michoacán, su estado natal, dijo, la propia Secretaría de Hacienda incluso ha comunicado a los empresarios, en dos ocasiones, que habrá apoyos para adquirir computadoras. “Cuando llegan dicen que todas se quedaron en el estado de México… Lo que hacen es irse a la informalidad”.
La legisladora se congratuló porque en el sexenio pasado “en lugar de reducir el gasto corriente invirtieron en infraestructura para echar a andar la economía, así pudieron salir adelante. Cuando se te atora un coche le das más fuerte”.
Hoy Felipe Calderón da clases en Harvard. El crecimiento económico durante el ocaso de aquella gestión, recuerda su hermana, estaba en cinco por ciento anual.
“Cuando llega el gobierno de Peña Nieto encuentra que las reglas ya no son como él las dejó. En los gobiernos priistas había mucha discrecionalidad, podía decir el presidente: hagan una carretera por aquí, y la hacían. Encontró que los presupuestos de egresos tienen que estar vinculados a resultados, encontró que hay obligación de rendición de cuentas, de transparencia, de que lo que digan los diputados en el presupuesto se hace, y no más”.
De acuerdo con Luisa María Calderón, México no vivió un presidencialismo en el tramo de 2006 a 2012. Desde su óptica todo fue división de poderes.
El fortalecimiento de elementos como el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, así como el del Coneval, habría impedido que el gobierno en turno, acostumbrado a la opacidad, iniciara su marcha en tiempo y forma:
“Pienso que eso hace que tarde un año y medio en anunciar un esquema de inversión en infraestructura, yo pienso que entonces destraba el tema, podrá volver a echar a andar la economía, no es guardando el dinero sino poniéndolo a trabajar en lo que genera empleos, la infraestructura siempre genera empleos”.
–¿México ha vivido una nueva etapa salinista en lo que va del sexenio?
–Ha vivido una nueva etapa priista.
La declarante, metida a ratos en la polémica que desatara su revelación sobre los caballeros Templarios paseando por el Senado, asegura que tales apuntes no forman parte de una estrategia de oposición política, sino que son sólo un intento por mejorar la realidad de un estado como Michoacán.
Además, confiesa, no todo en su vida ha sido sencillo:
“Felipe hizo 20 mil kilómetros de carreteras, hizo como tres mil hospitales, entre los nuevos y los remodelados, hizo 180 universidades y no me acuerdo cuántas preparatorias. Lo señalo porque cuando él recibió el país había una crisis financiera mundial, yo estaba en el exilio, en Barcelona, ahí la viví cañón”.
Pie de foto: Enrique Peña Nieto se encontró con un país que no funciona como lo hacía bajo el régimen priista