- No podemos permitir que sigan metiendo criterios medievales en torno a la sexualidad
- Urge un estado laico y nuevos mecanismos para disminuir los índices de embarazos en adolescentes
- A los mecanismos actuales les falta perspectiva de género pues están desde una visión machista
Ante los altos índices de jóvenes menores de 18 años embarazadas, Mariana Ávila, integrante de la Colectiva Feminista, recordó la urgencia de un nuevo modelo de atención tanto educativo como de salud pública pues, de estar en quinto lugar a nivel nacional en años pasados, ahora Aguascalientes se encuentra en el segundo lugar en casos de embarazos en niñas de ocho a 16 años, siendo el mayor número de casos de jóvenes de doce años de edad, “este es un grave problema de salud pública que por cuestiones políticas se ha silenciado pero que con estas nuevas cifras no puede ya ocultarse”.
En el estado se tuvo un caso de una niña de ocho años que dio a luz en el 2009, mismo que fue denunciado por la vocera de FEMESS, Marcela Martínez Roaro, como un abuso y violación a su integridad, derechos y persona, sin embargo a pesar del seguimiento que se le dio por parte de la asociación el caso se quedó estancado en los expedientes pendientes, causado por la falta de ministerios públicos especializados en perspectiva de género y voluntad política.
Para la Colectiva Feminista, la información que se tiene en el estado no cuenta con perspectiva de género pues está con base en la moral anticuada de una sociedad retrógrada, “la información es insuficiente para que llegue a toda la población”, razón por la cual durante los últimos años se han acercado, junto con otras organizaciones, con instancias de la mujer y al propio Instituto de Educación, pero los avances han sido muy poco a comparación de la problemática social.
El problema de los embarazos en adolescentes es multifactorial con una corresponsabilidad tanto familiar, como del estado, que deben atender a los adolescentes; el estado tiene que brindar la infraestructura necesaria, no sólo educativa sino también de salud y desarrollo social.
Por su parte, Chuy Tinoco, vocera de Movimiento de Acción Lésbica Feminista de Aguascalientes, aclaró una situación grave en el tema de los embarazos en adolescentes: la omisión de la responsabilidad del varón; para la activista la ecuación es clara, tener relaciones sexuales con una menor es un delito sea o no bajo su consentimiento, “siempre se ve el tema desde una visión machista y discriminatoria porque decimos, ella no se cuidó, ella tiene la culpa porque ejerce su sexualidad muy pronto, pero entonces dónde queda la responsabilidad del varón”, esto basado en que la mayoría de los casos el acto se efectúa por un hombre mayor de edad.
Todo ello es considerado parte de la violencia institucional, el hecho de no generarse mecanismos eficaces de denuncia de abuso por naturalizar la situación, hacer por ejemplo programas sólo para ellas de educación reproductiva pero nunca tomando en cuenta a los varones.
Las acciones para castigar este tipo de actos es otro de los elementos causales del problema social actual, pues debido a que se siguen la línea conservadora que no permite que los temas de sexualidad salgan de casa, “preguntémonos cuántos casos denunciados sobre violencia sexual hacia la niñez o adolescentes se han quedado en el tintero”, la cultura de la denuncia no ha avanzado pero los casos sí, y en el tema de las adolescentes embarazadas se han observado desde otra perspectiva y desde la responsabilidad mutua generando mecanismos eficaces para que sean sancionados los abusos.
“Es urgente el estado laico, no podemos permitir que sigan metiendo criterios medievales en torno a la sexualidad”, ya que existen otros factores como las redes sociales y las nuevas formas en las que se construyen las relaciones interpersonales que necesitan ser tratados por nuevos mecanismos.