- Un ejercicio de iluminación sobre los territorios de la memoria, un acto de recuperación y purificación al mismo tiempo
- Una presentación íntima en la que Rodrigo Pámanes y Eudoro Fonseca explicaron la obra desde su perspectiva
Al ser la única presentación editorial dentro del programa de las Jornadas de Poesía 2014, el aguascalentense Moisés Ortega logró convocar no sólo a sus más íntimos amigos en las instalaciones del Centro de Investigaciones y Estudios Literarios de Aguascalientes (CIELA) Fraguas, sino a unos cuantos más que al escuchar por primera ocasión su obra quedaron secuestrados por su versátil estilo.
Durante la presentación, Rodrigo Pámanes calificó el poemario Autorretrato con seres que vuelan como un texto lleno de naturaleza que funciona como lo mejor de la metáfora; el dolor, la alegría y esperanza, conmueve y hechiza al lector, “la madurez de la pluma de Moisés se refleja en estos dos volúmenes que sin darte cuenta te atrapa desde el primer poema”. El multidisciplinario escritor lo dividió en cinco etapas en las cuales narra la historia de un “yo poético” que comparte en una autobiografía extremadamente íntima; estas fueron: la infancia dolorosa, el enamoramiento, la superación del mismo, un remanso de añoranza y la metapoesía.
En la primera parte el autor deja rastros del dolor, la alegría y la rabia en donde liga al lector a lo más íntimo de su persona, mientras que en la etapa del enamoramiento, la pluma del autor comienza a ser más optimista, deja el dolor del pasado y comparte los más libres sentimientos; “Moisés comparte su yo desde la literatura y no desde otro lado, su pasión de la literatura marcando con tierra fértil con su libro”.
Eudoro Fonseca, director del Centro para el Desarrollo Cultural y la Educación Artística (CIDCEA), dio lectura a un texto escrito por él tras haber leído el poemario de Moisés Ortega, que menciona como un ejercicio de iluminación sobre los territorios de la memoria, un acto de recuperación y purificación al mismo tiempo, ya que por medio del alumbramiento poético, alude a la confrontación con el dolor y pone la poesía como manos sobre heridas que no cierran, construye la geografía del sufrimiento y desde ese fondo negro, el poeta hace florecer la rosa del poema, nombra la ternura, cauteriza las heridas, las somete al fuego purificador de las palabra y las transforma en luz.
Para el autor, se trata de un poemario muy íntimo que por estar dividido en dos, los poemas no tienen títulos pero sus favoritos son aquellos en los que habla de su madre y de la persona a la cual está dedicado el libro, “está dedicado a un gran amigo llamado Enrique Carmona”, comentó a los presentes, minutos antes de comenzar a dar lectura con una interpretación muy personal que cautivó al público, que a causa de la sorpresiva lluvia de la tarde de ayer tuvieron que pasarse a una sala mucho más pequeña, “esta presentación fue muy especial porque Moisés es muy querido en Aguascalientes lo cual hizo que la salita se llenara de calor no humano sino un calor poético muy lindo”, aseguró una de las amigas más cercanas del autor.
El libro es publicado por la editorial Ojo de Pez con un primer tiraje de 50 piezas con folio y firma del autor, lo cual hace que sea un proyecto más íntimo y cercano a Ortega; conforme se observe la venta de este tiraje, el sello independiente reimprimirá con gusto, por el buen recibimiento que se le dio a la obra del aguascalentense.