- Los militantes ya no saben quiénes son, afirma Luisa María Calderón
- Sería el colmo que la Presidencia de la República viciara la elección interna del domingo
El Partido Acción Nacional (PAN) fue fundado en 1939 por el chihuahuense Manuel Gómez Morín. Durante el siglo XX fue el principal opositor al Revolucionario Institucional, al que se unió el 2 de diciembre de 2012. Justo al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, quien lo desbancara del poder, el panismo firmó un Pacto por México que, previo al adendum, contenía 95 compromisos de gobierno.
Hay quienes afirman que la militancia blanquiazul extraña los pleitos parlamentarios y políticos que ambas asociaciones solían sostener.
–¿Al panista de a pie le hizo daño el Pacto por México?
–Yo creo que lo desconcertó –dijo la senadora Luisa María Calderón Hinojosa–. Ahora en la campaña (de Ernesto Cordero) he ido a buscar a los panistas de a pie, toco en su casa y tienen muchas preguntas que hacer, tienen mucha necesidad de decir: necesito saber con claridad quiénes somos.
En entrevista con La Jornada Aguascalientes señaló que “es cierto que antes los del PAN nos peleábamos con los del PRI y no les hablábamos, también es cierto que finalmente somos personas que seguramente no compartimos ideas y en muchas ocasiones procesos, o procedimientos, o medios. Creo que el panista de a pie dice: oiga, ¿y qué nosotros no estábamos en contra de eso? Tienen la necesidad de recuperar la identidad”.
Para sortear este conflicto, consideró, el legislador debe explicar los motivos por los que votó a favor o en contra, sobre todo, de las últimas iniciativas y Reformas estructurales.
“Es cierto que los panistas de a pie viven este avasallamiento del gobierno, tienen mucha más claridad de quién no respeta instituciones, de quién se impone. Tenían claridad de cómo el PAN defendía su posición a pesar de los costos políticos, tienen muchas preguntas y muchas ganas de recuperar identidad”.
–César Camacho quería un ‘pacto por evento’. ¿Eso se vale, pactar sólo mientras se discute la Reforma Energética?
–Eso sobra. En el Poder Legislativo hay grupos parlamentarios, cada quien llega con su posición, ese es el ejercicio legislativo… Conjuntemos y digamos en qué estamos de acuerdo y en qué no. No tendría sentido tener grupos parlamentarios de distintos partidos si vamos a producir refrescos del mismo sabor y con los mismos contenidos. Cada quien viene con su identidad clara a hacer su propuesta clara, en función de su identidad. Lo que no tienes en común lo dejas fuera o construyes mecanismos que puedan acercar las posiciones, si no, pues para otra vez.
El partido definirá este domingo el nombre de su nuevo líder nacional. Los candidatos Gustavo Madero y Ernesto Cordero, aquel desde el Comité Ejecutivo Nacional, y este desde el Senado, han intercambiado señalamientos por un presunto sometimiento a las políticas del Poder Ejecutivo.
Las críticas internas y externas han sido una constante. Luisa María Calderón ha militado en la campaña de Cordero, quien fuera secretario de Hacienda al final del mandato de su hermano mayor.
–¿En el equipo de Cordero no le temen a la intervención presidencial en esta elección interna?
–Yo creo que sería el colmo. Déjame decirte, creo que a la democracia le hace bien hablar claro y mantener diferencias ideológicas y planteamientos claros, distintos, nadie cree que en este país podamos ser una fábrica de refrescos, creo que a la gente le gusta la pluralidad y el ejercicio democrático le hace bien a todos, inclusive al presidente de la República.
La legisladora michoacana se preguntó qué otra cosa le hacía bien al gobierno:
“En política lo único que tenemos es la palabra, lo único. Si bien es cierto se trata del primer año de Peña Nieto y todo es algarabía y trae su capital político, al final se van complicando las cosas. En política en un tiempo y en otro tiempo lo único válido es la palabra. ¿Cómo puedes llegar a un acuerdo con el diferente si no tiene palabra?”.
–¿Peña Nieto tiene palabra?
–Me estoy refiriendo a la política en general. A nosotros como partido político no obliga a ser un partido que tenga palabra. No creo que a la Presidencia de la República, para fortalecer la vida de este país le convenga intervenir en este proceso a favor de Madero. Le conviene mantenerse fuera de la contienda y permitir que haya un partido fortalecido en la democracia.