- En esta edición se les cobró la entrada, la botana, las bebidas y los baños
- A pesar de estas molestias los adultos agradecen el que les dé un espacio para ellos en el perímetro ferial
Una vez más el Tapanco del Adulto Mayor del sistema DIF estatal entretuvo a los senectos y adultos no tan mayores durante la celebración de la Feria Nacional San Marcos en su edición 2014, mismo que fue ubicada a las afueras del Jardín de San Marcos, como ya es tradición.
Aunque el lugar se encontró casi a su capacidad total a lo largo de la verbena, los usuarios se quejaron por algunas situaciones fuera de lo normal como el aumento en el cobro de entrada; en ocasiones anteriores a los adultos que mostraran su identificación para corroborar que tuvieran más de 60 años, sólo pagaban 20 pesos mientras que los adultos menores de tal edad se les cobraba 50 pesos, ello con la finalidad de que en el lugar estuvieran las personas a las que realmente se les considera adultos mayores.
En este año las cuotas se elevaron mínimamente en la entrada (cinco pesos más) pero ya en el Tapanco “casi hasta por sentarnos nos cobran” aseguró un adulto mayor que lleva tres ediciones asistiendo al lugar.
En la barra todo les cuesta: un refresco de lata, 15 pesos; cerveza de lata chica, 20 pesos; un plato de botana que son frituras y cacahuates, 20 pesos; botella de agua, 10 pesos. “Si ya nos cobran la entrada mínimo que nos den botana porque hasta tuvimos que estar pagando los baños, entonces ¿para qué pagamos la entrada?”, comentó otro de los asistentes a su salida en el cierre de la verbena.
A pesar de estas molestias los senectos agradecen el que les dé un espacio para ellos en donde no sufren los empujones ni golpes comunes por la gran afluencia de personas en el perímetro ferial, sólo esperan que los costos disminuyan ya que al final el Tapanco es organizado por un organismo de gobierno.
“Esperamos que el próximo año le bajen un poco a sus cobros para poder venir más veces”, ya que en el caso de doña Mary que es una mujer de 70 años con gran gusto por el baile pero que por su edad ya no puede asistir a otros espacios a divertirse, el Tapanco le permite disfrutar la feria sin problemas secundarios.
Por parte del personal del DIF estatal y los jóvenes prestadores de servicio que fungieron como meseros, se limitaron a dar información sobre las razones de los cobros y las exigencias que les manifestaban los adultos mayores, pues en varias ocasiones permitían la entrada a acompañantes jóvenes lo que dejaba sin lugar a otros adultos mayores.