- Igual que Elba Esther, se halla recluido en el área clínica
- Había previsto un posible “atorón” policiaco pero algo le falló al final
Luis Armando Reynoso Femat no ha pisado una celda -igual que Elba Esther Gordillo Morales en el penal de Tepepan-, se halla recluido en el área de clínica del Centro de Reeducación Social de Aguascalientes, sin perder ninguno de sus privilegios por ser considerado “huésped distinguido”.
Este dato fue confirmado a La Jornada Aguascalientes por fuentes confiables, mientras tanto el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Fernando González de Luna, dijo que esta misma semana se resolverá la situación del indiciado.
Aseguró que la audiencia pública, con acceso a los medios de comunicación, está dentro de la ley y que no se ha vulnerado ningún derecho. Para ejemplificar cómo se encuentra el exgobernador Reynoso Femat en su reclusión, ilustramos que en los últimos 14 meses de “encarcelamiento” de la exdirigente magisterial Gordillo Morales, jamás ha pisado una celda:
Duerme en una cama clínica, en habitación aislada del Hospital General Torre Médica Tepepan, con regadera privada. Pese a suspender los servicios de su chofer y cocinero, con sueldo SNTE de 60 mil mensuales, un mensajero en motocicleta le lleva sus tres alimentos todos los días, desde el Club de Golf Bosques de Santa Fe, que la chiapaneca recibe ataviada en una bata de hospital, dentro de la cual viste ropa de marca, como acostumbra.
Con unas cuatro horas de permanencia en la rejilla de prácticas, cuando el auto de notificación y la declaración preparatoria, este fin de semana los reporteros pudieron observar las medidas de seguridad para el inculpado; no había ninguna severidad. Un custodio uniformado permaneció de pie todo el tiempo a un lado de la puerta al interior del penal, y cuando se retiró el exgobernador, el guardia lo acompañó con gesto respetuoso.
“A ver, enséñenme la orden de aprehensión”, exigía Luis Armando Reynoso Femat a los agentes ministeriales que le abordaron en la Plaza de Toros el viernes como a las 20:00 horas; opuso resistencia y por el callejón de toriles llegó hasta el módulo de la policía municipal, donde terminó por entregarse.
Luis Armando y Carmelín habían arribado a la Plaza de Toros minutos después de las 16:00 horas, lo hicieron a bordo de una camioneta X-Trail Nissan color arena, que su chofer condujo hasta muy cerca de las puertas de acceso, exhibiendo el influyentismo que lo caracterizaba, y ahí lo recibió el director de Reglamentos del Municipio de Aguascalientes, Jorge Álvarez.
Funcionario municipal y exmandatario se introdujeron al restaurante Doña Petra, conversaron durante poco menos de diez minutos y se despidieron. Los esposos Reynoso-López tomaron sus lugares en la parte alta del coso taurino, hasta donde horas más tarde arribaría un grupo de agentes ministeriales, que si bien discretos, no pudieron ocultar sus intenciones al acercase demasiado al lugar en que se hallaba el matrimonio.
Por ahí del cuarto toro, Reynoso Femat abandonó su lugar, solo, y caminó hacia toriles; agarró por el callejón, donde algunos reporteros que cubrían la corrida le fotografiaron; siguió su camino hasta el módulo de policía municipal denominado Base Volcán, donde preguntó a los agentes qué era lo que querían, mientras, con el celular en la mano, intentaba realizar una llamada. “Es una orden de presentación”, le dijeron.
No logró hacer llamada alguna porque, de pronto, los celulares en esa zona de la plaza dejaron de funcionar; se presume que se accionó un mecanismo similar al utilizado en las cárceles, para inhibir las llamadas, de cuyo aparato iban equipados los agentes policiacos.
Aunque opuso resistencia, terminó por entregarse y fue conducido a la séptima agencia investigadora del Ministerio Público, de donde al filo de las 1:30 horas del sábado siguiente, ya con orden de aprehensión, sería trasladado al penal. Había previsto un posible “atorón” policiaco pero algo le falló al final.
Los puntos finos de las dos comparecencias de Reynoso Femat este fin de semana en la rejilla de prácticas del reclusorio, son muchos más de los difundidos. La única ocasión en que Reynoso Femat levantara la voz -para hablar, breve, fuerte y claro- fue al minuto 135 de los 145 que duró la declaración preparatoria dominical, para exclamar en tres ocasiones, y en una de ellas solicitar a la secretaria Karina Franco, que se hiciera constar en el expediente, al referirse a los medios de comunicación: “Algunos de ellos, son mis amigos”…
Ese mensaje fue debidamente recibido y casi uniformó la información impresa del día siguiente, no a favor ni del Estado de Derecho, ni del Debido Proceso, sino del inculpado.
jaja ¿así que no a pisado una celda para dormir el ratero de Luis Reynoso’
pues que poca se cargan en ese reclusorio, violan los derechos humanos de cientos de personas detenidos por el robo de unas pastillas o de algun medicamento yh los meten a dormir con los delincuentes con delitos federales y a este mono le tienen privilegios, a dormir con los narcos ademas son sus socios