- Afirma que su discusión y aprobación fue un reflejo más del bombardeo de reformas del PRI
- El investigador Alex Caldera Ortega critica el proceso de aprobación y los contenidos de las leyes secundarias de esta reforma
Para Alex Ricardo Caldera Ortega, politólogo investigador de la Universidad de Guanajuato, Campus León, la reciente discusión y aprobación de las leyes secundarias y reglamentarias en materia político electoral ha generado más incertidumbres que certezas.
El egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) criticó que se haya puesto especial énfasis sólo en el área electoral de la reforma, dejando de lado cuestiones básicas del enfoque político y de participación ciudadana, lo cual advierte, se ha convertido en una zona complicada para el avance democrático.
Destacó que los legisladores se enfocaron en erosionar el poder de los gobernadores a través de la atracción de elecciones por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), sin embargo, dijo concordar con planteamientos de especialistas en el tema, como Jorge Alcocer y el senador perredista Alejandro Encinas, quienes plantean una posible desaparición de poderes y la erosión del régimen político a nivel local, además de no establecerse claramente las condiciones por las cuales el recién creado organismo electoral que sustituyera la función del Instituto Federal Electoral (IFE), podrá absorber dichos procesos.
Caldera Ortega añadió la falta de congruencia en torno al planteamiento de hacer más baratas las campañas políticas, y contrastó con el hecho de que se haya elevado el tope de gastos de campaña, permitiendo un mayor margen de gasto a los partidos políticos, sobre todo en lo concerniente al financiamiento privado, así como la relación con los medios de comunicación, que no queda muy clara, ya que al igual que la reforma planteada en 2007, para dar respuesta a los fenómenos problemáticos aparejados con la elección de 2006, no favorece un sistema de debate en la comunicación, sino un modelo de spots sin contenido.
Habló también de la pretensión de las fuerzas políticas mayoritarias, de conformar un sistema de partidos tripartidista o bipartidista, según sea el caso a nivel federal y en los estados, con lo que pretenden legitimar el régimen político.
Aunado a ello, retomó el caso de las candidaturas independientes, aprobadas desde 2012, a la espera de las leyes reglamentarias, mismas que advirtió, hacen imposible que un candidato alcance el umbral del uno por ciento. Y aprovechó para hacer mención de la reciente problemática en torno a la aprobación de la pensión vitalicia para los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, algo que consideró altamente cuestionable dadas las condiciones en las que se produjo e insertó en la agenda legislativa.
Finalmente sentenció que las leyes secundarias y reglamentarias de la Reforma Político Electoral son claro reflejo del contexto donde la estrategia de la Presidencia de la República y el PRI bombardearon de reformas, minimizando de manera injustificada el debate y procurando una discusión y aprobación caracterizada por la premura.