- Cada generación tiene algo interesante que aportar a la poesía
- Óscar de Pablo celebró que el ganador de la edición 2014 del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes fuera un joven
“Blanca como un cuchillo en el pan negro, blanca como un cuchillo, la cuidadora de gansos heredó, en vez de gansos, un léxico semítico para entonar apenas cancioncitas tontas y dulces como gansos; pero no supo hacerlo, la pobrecita muchacha, la cuidadora de gansos…” (Canción sin gansos de Óscar de Pablo)
En la actualidad se cree que las nuevas generaciones sólo se dedican a perder el tiempo en juegos electrónicos, redes sociales y ociosidad, sin embargo en las artes y en la cultura existe un gran número de talentos contemporáneos que van más allá de dichas actividades, tal es el caso del mexicano Óscar de Pablo, ensayista y poeta que ha obtenido varios premios importantes como el Elías Nandino (2004), Jaime Reyes (2005) y Francisco Cervantes (2006); en este 2014 visitó Aguascalientes para ser parte de las Jornadas de Poesía que antelan la entrega del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes.
Posterior a su participación, Óscar de Pablo mostró su beneplácito por el ganador de esta edición del premio, Christian Jonathan Peña Rosales, ya que es muestra de que las nuevas generaciones están llenas de propuesta poética diversa y de gran interés, cada uno con características muy distintas como el ganador de esta edición, a quien describió como un autor joven de talento muy íntimo.
Para el poeta, no existe generación que no tenga algo interesante que decir y aportar a la historia de la poesía ya que cada autor nuevo en cierto modo contribuye a la tradición de la palabra hecha poesía, “siempre es interesante y valioso el trabajo que se hace para difundir la obra de los nuevos poetas, porque las apuestas de las editoriales y librerías comerciales suelen excluirlos”, debido a que su trabajo se ha convertido en más conservador y apuesta a cosas que ya están más consagradas, causa que la población no sepa que hay poetas más jóvenes que Octavio Paz o José Emilio Pacheco, “de algún modo debe romperse el cerco de esta lógica de mercado pues sólo así la poesía se fortalecerá valiosamente”.
Tal como lo manifestaba en un medio nacional, Óscar de Pablo asegura que su poesía es para cambiar al lector y asimismo, “de alguna manera la poesía para mí es un instrumento de aprendizaje y el aprendizaje significa la modificación de la conciencia, por eso cada vez que escribo un poema espero salir modificado”, y que a esa modificación también se acople el lector pues aunque no es la única manera de modificar la conciencia, es una forma insustituible.
Los problemas de la poesía
En muchos de los casos se escucha la falta de público en los eventos culturales ya sea por falta de interés o difusión, para el caso de la poesía, en opinión de este joven poeta, en la actualidad más que falta de público el conflicto es que la cultura se ve como mercado, las editoriales no publican poesía y mucho menos poesía joven pues dudan que sea material para vender, “eso impide que la cosa tan interesante que está pasando con la poesía llegue a la gente”; y asegura que no se trata de falta de interés porque, por ejemplo, en las mesas de lectura es muy extraño que no se tenga público, además, los que asisten se observan muy receptivos e interesados.
A su vez las ferias de libros tanto las masivas como las locales siempre están a su capacidad o al menos con un número importante de asistentes, el problema es que generalmente los productos que se ofrecen son muy elevados en costos y cuando las personas buscan las obras de quienes observaron en las mesas de lectura o festivales no comerciales, no los encuentran, “hay un débil acceso a los libros que producen las nuevas generaciones, al menos a mí si no me lo obsequian mis cuates no los encuentro en ningún lado”, esto es porque las editoriales y las librerías comerciales parecieran que están decididas a no dejar que se sepa de estos cambios y nuevos talentos, ese conservadurismo que los lleva a cerrarse a nuevas propuestas.
Para que esta situación cambie tanto los espacios para las presentación, como las ediciones y distribución deberán ir abriendo camino a nuevos autores, el que no se vea a la cultura, y menos a la poesía, como una especie de mercado pues la realidad es que se trata de una necesidad fundamental de todo momento para el ser humano, una forma de expresión y conexión con lo que se lee.
¿Cómo le nació a Óscar de Pablo entrar al mundo de la poesía?
“Empecé muy chavo, en la prepa hacia letras de canciones para mi banda de rock, fue gracias a los apoyos de instituciones públicas que me fui dando cuenta que existe toda una comunidad literaria cuya aportación al proceso de uno mismo es fundamental para crear poetas más formados. Es que uno no es poeta en solitario, sino en un contexto donde hay más escritores, especialmente los más afines a tu persona, y gracias a los apoyos, becas, premios y demás, es que uno entra en contacto con ellos, nos vamos dando cuenta que la poesía es tan digno como cualquier otro oficio”.
¿Qué es la poesía?
Como poeta, esta pregunta no puede faltar y con una sonrisa acompañada de suspiro y emotividad respondió amablemente: “un género literario que considera las palabras desde todos las dimensiones, se distingue de otros géneros literarios porque su atención es muy constante, porque cada palabra la ve desde todos su ángulos como si la fuera girando, entonces, además de su significado, toma en cuenta sus sonidos, resonancias, sus diferencias y parecidos con otras palabras así como de su ritmo; todo eso es una manera muy concentrada de transmitir ideas”.
Nacido en la Ciudad de México en 1979, ha escrito poemarios como La otra mitad del mundo en el año 2000; Los endemoniados en el 2004, Sonata para manos sucias y Debiste haber contado otras historias, ambas en el año 2006.
