Si usted es asiduo visitante a los centros comerciales seguramente le gusta ver los aparadores de las tiendas, de la vista nace el amor dirán por ahí, mejor dicho de la vista surge la necesidad de algún producto que tal vez no sea indispensable pero que urge comprar, y entonces se cumple con el objetivo, hacerle gastar y que en el establecimiento suene la caja registradora.
Cada aparador es diferente y tiene sus atributos, nos llama la atención por la prenda, la creatividad del decorado, la iluminación y los precios. Si me permite hacer una analogía con lo que nos ofrecen los medios electrónicos, sobre todo a través de sus barras programáticas, verá que es muy similar a la exposición que usted experimenta en el centro comercial.
Para empezar sólo hay dos proveedores de mercancía, el gobierno en todos sus niveles y sus detractores e inconformes, también en todos sus niveles y de todos colores. Estos dos grandes distribuidores a su vez tienen productos para casi todos los segmentos de la población, niños, jóvenes, adultos, hombres y mujeres. El fin último de los primeros que mencioné es la estabilidad social, el crecimiento económico y el desarrollo como nación, o por lo menos es lo que se anuncia en el aparador. Para los segundos su fin es hacer presión al proveedor número uno para que cumpla con sus promesas. En este panorama analógico la competencia entre ellos es encarnizada, siempre encontraremos difamación de los unos a los otros, pareciera que nunca podrán estar de acuerdo.
Le dejo el primer caso para ilustrar las analogías.
Uno de los canales de televisión que mejor están haciendo las cosas en cuestión de contenidos y de imagen es el Canal Once del Instituto Politécnico Nacional. Les costó trabajo entrar en ritmo, durante décadas fueron una televisora con un perfil poco atractivo en la materia comentada. Esta semana en el aparador se expone a Enriqueta Cabrera Cuarón, directora del canal, como una de las funcionarias del IPN que más dinero percibe al mes, es decir tiene un súper salario.
Según un reporte de la revista Emeequis este personaje gana seis mil pesos al día, sí, leyó bien estimado lector no es al mes ni a la quincena, es por día, esto pone a doña Queta por encima del salario de su jefa la directora del “Poli”, del mismísimo Emilio Chuayffet jefe de la jefa y también del primer mandatario de la nación.
Ese es nivel, sí señor. Falta visitar el aparador “oficial” donde seguramente se desmentirá la nota y quemarán a la revista y el reportero que dio a conocer la información.
Aunque la trayectoria laboral de Enriqueta Cabrera es amplia no quiere decir que la revolución le haya hecho justicia y ahora pueda ganar lo que ni el presidente gana en nómina, claro sin bonos, compensaciones, becas y estímulos.
Hablando de aparadores mediáticos, el pasado martes la sociedad pensó que fue testigo de un acto de censura hacia el locutor de una estación de radio de la Ciudad de México. La víctima Antonio Esquinca, quien por comentar que la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación) y la FMF (Federación Mexicana de Futbol) pudieran estar coludidos para permitir llegar a la selección nacional a la segunda ronda con la intención de crear una mega cortina de humo para darle “fluidez” a la aprobación de las reformas estructurales, salió del aire o por lo menos eso hicieron creer a su auditorio.
El locutor también argumentó que la comitiva de mexicanos que va a la tierra de la zamba será de aproximadamente 40 mil, dejando ver que somos mayoría, claro después del país anfitrión.
Eso orilló a que después de sus comentarios, Antonio programara algo de música y posterior a eso, regresó al micrófono a despedirse de una manera trágica. Obviamente el auditorio vía redes sociales reaccionó argumentando que el conductor había sido víctima de la censura. ¿Usted cree eso? Qué percibo yo: Que nuestra sociedad no necesita de cortinas de humo tan grandes para ser distraída, acaba de pasar la final del futbol soccer y a estas fechas seguimos escuchando de ella desde el punto de vista deportivo y también desde el extra futbol con los disturbios de los aficionados en las calles aledañas al estadio en León, Guanajuato.
Que según la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) estamos satisfechos como estamos y con lo que tenemos, no tendría por qué existir una cortina de humo cuando somos completamente conformistas con TODO.
Que no dijo nada que la gente no sepa y que lo pueda corroborar, es decir el Futbol más que un deporte es un negocio y como tal debe generar utilidades para los dueños de la empresa, léase clubes, patrocinadores, televisoras, federaciones, refresqueras y cervecerías entre otras tantas.
Que no fue censura, tal vez autocensura, la regulación de los contenidos tiene más peso dentro de las estaciones de radio y algunas televisoras que en la misma Dirección General de Radio Televisión y Cinematografía RTC de la Segob.
Que la sociedad quiera voltear hacia esos aparadores es otra cosa y que nosotros mismos generemos el comentario y no la opinión pública es otra.
Le recomiendo vea usted el aparador de Puebla donde el pasado lunes el Congreso de esa entidad dio luz verde a la Ley para Proteger los Derechos Humanos que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del estado. Policía armada para repeler manifestaciones con facultad para disparar en caso de ser necesario… bueno “únicamente en el caso de legítima defensa de la vida o para evitar afectaciones a la integridad física graves, en ambos casos de la propia o de terceros”.
Ojalá capaciten bien a los polis poblanos y que les hagan distinguir entre cuándo sí y cuándo no, de lo contrario comenzaremos a tener réplicas de aquel 68 y 71.
Que los aparadores no le llenen la pupila, antes de comprar analice qué es lo que tiene enfrente.
Twitter: @ericazocar