- Visitantes dicen estar preocupados por la situación del transporte público
- Feriantes consideran un problema que los estacionamientos no establezcan tarifas de ley
- La mayoría de los asistentes desconoce la presencia de verificadores de Profeco para establecimiento de denuncias
Como parte de un ejercicio para evaluar la perspectiva que tienen tanto los asistentes locales como visitantes foráneos sobre la situación que guarda la Feria Nacional de San Marcos en su edición 2014, nos dimos a la tarea de realizar un breve sondeo sobre las principales problemáticas que han sido percibidas por los feriantes en estos primeros días de visita, así como a los servicios otorgados por las autoridades y la garantía de la seguridad.
Los principales cuestionamientos versaron sobre la visión que tienen respecto la organización, logística y ubicación de los establecimientos de oferta cultural y de esparcimiento, en la que la mayoría de los abordados respondieron de una manera positiva y únicamente criticaron la lejanía de la Isla San Marcos respecto el resto del perímetro ferial, sin embargo dijeron no tener problema alguno en lo que concierne a la ubicación de los establecimientos de venta de bebidas alcohólicas.
Otra de las cuestiones fue la de los precios de productos y servicios; en este tema todos aprovecharon para hacer público su descontento respecto al control que existe en los estacionamientos que prestan sus servicios, argumentando que los precios son elevados, y además, se obliga a los visitantes a pagar la tarifa del día cuando la visita sólo es por un par de horas; expresaron su disgusto también por el amontonamiento de los vehículos.
Por otro lado, algunos más criticaron la falta de controles en torno a las tarifas de autotransporte, haciendo mención a vivencias de costo excesivo en lo que respecta al servicio de vehículos de sitio y la insuficiencia en las rutas que transiten por el perímetro y las principales avenidas aledañas al desarrollo de la verbena.
En referencia a la situación de seguridad, gran parte de los cuestionados convergieron en establecer que el ambiente lo han visualizado como estable, sin haber percibido conflictos, o bien haber sido víctimas de algún delincuente, cuestión que relacionaron con la hora que visitan el perímetro, al advertir que su presencia no se realiza hasta altas horas del día.
El cuestionamiento final tuvo que ver con la posibilidad de que hubieran hecho uso del servicio de denuncias establecido por la Procuraduría de la Defensa del Consumidor (Profeco) en torno a las quejas por costos excesivos o mal servicio; los feriantes desconocían de la presencia del operativo implementado mediante establecimientos y la revisión constante de verificadores adscritos a esta dependencia federal.
Foto: Roberto Guerra