- “La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”: Antonio Martín del Campo
- En sesión extraordinaria, el Cabildo de conmemoró el 100 aniversario del poeta, escritor, ensayista, diplomático mexicano y ganador del Premio Nobel de Literatura
El Cabildo de Aguascalientes conmemoró el 31 de marzo durante una sesión extraordinaria el 100 aniversario del poeta, escritor, ensayista, diplomático mexicano y ganador del Premio Nobel de Literatura de 1990 Octavio Paz.
El presidente municipal Antonio Martín del Campo mencionó que la extensa obra literaria de más de 20 poemarios, casi 30 libros de ensayo y 5 traducciones son sólo un aspecto por el que debe ser reconocido Octavio Paz, “construyó formas perfectas sin caer en el desbordamiento o en melodrama, e intelectual apasionado y verbalmente poderoso que se convirtió en una de las voces esenciales del siglo XX”.
El regidor Arturo Fernández Estrada, presidente de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte estableció que Octavio Paz debe ser considerado un ejemplo a seguir de todos aquellos que ocupan un cargo público y tomar como principal fundamento la defensoría de los derechos humanos, “como servidores públicos y siguiendo el legado de Octavio Paz debemos ser autocríticos en aras de moderar el estado de bienestar común que merece nuestra sociedad”.
Octavio Paz es el poeta mexicano más reconocido en el mundo y uno de los más valiosos personajes con los que ha contado el país, “fue un hombre que defendió sus principios y su patria, luchando por las causas justas defendiendo la razón ante la cerrazón, defendió desde su trinchera el derecho de expresión y la búsqueda de sociedades justas, siempre a favor de los derechos humanos”, expresó Fernández Estrada.
Octavio Paz estudió la licenciatura en la Facultad de Derecho, Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de México, en España durante la Guerra Civil de 1937 mostró su solidaridad con los republicanos en contra de los fascistas, en 1945 comenzó a servir como diplomático mexicano y fue destinado a Francia donde permaneció hasta 1951, fue en ese último año cuando denunció los campos de concentración soviéticos y los crímenes de Stalin.
En el año de 1952 en los meses de enero a marzo trabajó en la embajada mexicana en la India y después hasta enero de 1953 en Japón, luego de ello regresó a la Ciudad de México a dirigir la oficina de Organismos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue en 1961 que de nueva cuenta ocupó el cargo de embajador en la India.
En protesta por la masacre de los jóvenes estudiantes ocurrida de Tlatelolco en 1968, renunció a la embajada, “a diferencia de otros escritores e intelectuales mexicanos, Octavio Paz hizo público su descontento por el presidente”, así como las diferencias con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz se hicieron evidentes también lo fueron con el gobierno de Luis Echeverría.
Si bien Octavio Paz no abordó la política en la totalidad de su carrera literaria, sí dedicó algunos textos en libros y revistas sobre la realidad política de México, “la libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”, aseveró el presidente municipal que el mejor legado que pudo dejar fue impulsar el respeto por las libertades individuales y la independencia responsable de las personas.
El día 30 de marzo en Cuernavaca, Morelos, falleció su hija Helena Paz Garro a los 74 años de edad y descansará al lado de los restos de su madre, la escritora de Los Recuerdos del Porvenir, Elena Garro.
Foto: Gilberto Barrón