En estos días he sostenido diversos encuentros con asociaciones dedicadas a velar por la salud, tanto de nuestros enfermos renales como de otros de no menos importancia, todas ellas prestan sus servicios de manera voluntaria a quienes por falta de recursos no son atendidos adecuadamente o de manera oportuna, y créanme que mientras más nos adentramos en la problemática que les aqueja, vemos con mayor claridad las carencias y necesidades que les agobian; para todos los que ayudan desinteresadamente, mi sincero reconocimiento, acompañado de gratitud por la titánica labor que realizan.
En primer lugar, mi deseo es que tengamos un Aguascalientes lo más saludable posible, y en segundo, el que logremos concientizar a todos los habitantes de este bello Estado para poder generar, de manera colectiva, un apoyo incondicional a quienes muestran su heroísmo y altruismo atendiendo a estos grupos vulnerables. Pongámonos en los zapatos de los enfermos, familiares y amigos de quienes se relacionan con estas enfermedades crónicas, como son la diabetes, las enfermedades cardiacas, renales y otras, que día a día siguen creciendo como una epidemia, misma que genera daños colaterales de salud, de estabilidad emocional, económica y social; ya lo ha repetido hasta el cansancio mi amigo el Dr. Rubén Galaviz Tristán: “la mejor manera de evitar estas graves enfermedades es la prevención”, pero cómo lograrla si aún no tenemos el arraigo de esa cultura, si en nuestros hogares no cuidamos nuestra salud y menos la de nuestros familiares…
Cómo lograr esta salud tan deseada por todos si los Presidentes Municipales no generan un programa de atención preventiva que se requiere de manera urgente; casos tan patéticos como el de Jesús María que no cuenta con una sola ambulancia para atender las urgencias de ese hermano y municipio; por cierto, el segundo más poblado del estado. En los municipios que presentaron su plan de desarrollo ninguno pone como base de un buen desarrollo a la salud, grave es que no cuenten siquiera con proyectos de prevención ni mucho menos de atención pre-hospitalaria, ¿acaso no entienden que la sociedad en condiciones de extrema pobreza no cuenta con los servicios indispensables de salud que señalan nuestras instituciones nacionales e internacionales como la ONU?
La población más vulnerable, expuesta a contraer enfermedades de todo tipo por falta de prevención, termina muriendo por pobre; ése es su pecado, estar en el rango de extrema pobreza. Conceptos como alimentación, vivienda, educación, desarrollo social y trabajo son muy ajenos para ellos; falta mucho para lograr la calidad de vida que tanto pregonamos en diferentes foros.
Señores Presidentes Municipales, qué esperan para voltear a ver estos ciudadanos que están urgidos de mejoras en su calidad de vida y atención a la salud, e incluirlos en sus programas de desarrollo, no sólo de despensas y promesas vive el ciudadano; es mejor prevenir que lamentar, la mayoría de nuestros municipios están enfermos y poco hacemos por ellos, hagamos cada quien lo que nos corresponde; no dejen como herencia a una población mermada y enferma, la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social del Congreso del Estado tiene las puertas abiertas para que juntos generemos programas de prevención y atención a los habitantes de los municipios. No dejen toda la responsabilidad al gobierno del estado en las tareas de salud, seamos copartícipes, por eso les pido: ¡Salud por los municipios, y si no, que el pueblo se los demande…!
