- Desde enero el organismo municipal retiró la entrega de vales de taxi para que las personas con discapacidad se transporten a sus terapias
- Un funcionario público debe analizar las consecuencias antes de tomar una decisión: Lourdes Dávila
Desde hace más de 15 días, tres asociaciones civiles que trabajan a favor de las personas con discapacidad y de la tercera edad de escasos recursos, se acercaron con la legisladora Lourdes Dávila para denunciar sus molestias y preocupaciones por la eliminación de algunos apoyos que otorgaba el DIF municipal capitalino.
La funcionaria explicó que a partir del mes de enero, este organismo, con el argumento de que iban a hacer una revisión de todos sus programas, retiró el apoyo para el transporte a personas con algún tipo de discapacidad y de la tercera edad que deben asistir a terapia o servicio médico, “todo los DIF tienen algunos convenios para dar boletos de taxi para que puedan transportarse sin costo a sus terapias o trabajos”; sin mediar ninguna explicación, retiraron todos los apoyos y hasta la fecha continúan sin dar alguna explicación sobre esta decisión.
Por ello Dávila hace un llamado a la instancia municipal a que por lo menos exponga la razón de esta acción, y que además analice bien su decisión, ya que tiene una gran consecuencia en estas personas pues cada viaje llega a costar de 60 a 100 pesos, recurso con el cual pocos cuentan. Detalló que algunos ya no pueden asistir pues sus viviendas se encuentran en Villas de Nuestra Señora de la Asunción y el centro de terapias está ubicado en la Unidad José Guadalupe Posada, en la zona centro.
En caso de que no se regrese el programa, cada asociación tendrá que buscar algún otro medio por el cual se pueda subsanar la falta de los vales de transporte pues a la larga estas personas que ya tienen actividad a pesar de sus limitaciones físicas o mentales, se verán afectadas en su salud por regresar a la inactividad.
A su vez, añadió que a los comedores comunitarios también se les retiró el apoyo de ingredientes alimenticios, en especial a uno de la colonia San Marcos, que atiende a más de 50 personas por turno y que nunca ha sido partidista ni dependiente de una figura, sino que simplemente ayuda a las personas de escasos recursos y en situación de calle sin costo alguno; este comedor tiene décadas funcionando, lo inició la famosa “tía Chita” y ahora lo atiende su hija.
Lourdes Dávila aclaró que como funcionarios públicos se tiene la obligación de velar por la ciudadanía, por lo que antes de tomar una decisión se debe conocer la opinión y necesidades de la población, “el llamado es que si deciden retirar programas y apoyos al por mayor, al menos expliquen y anuncien con tiempo para que la ciudadanía pueda tomar sus precauciones”, principalmente porque son personas que no cuentan con los recursos económicos suficientes para subsanar sus gastos y vivir una vida plena.
Foto: Archivo LJA
