- Se requiere mayor intercambio cinematográfico entre Japón y México para beneficiar, en especial, a la producción mexicana.
- Importante la re-presentación de la cotidianeidad para la difusión intercultural
Es necesario una mayor vinculación entre la cinematografía de México y Japón, pues en el país nipón no se han proyectado películas mexicanas en salas de cine, comentó Sunao Katabuchi, realizador de anime, durante una conferencia dictada en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), como parte de las actividades del Festival Internacional de Cine de Aguascalientes (FICAGS).
El director manifestó que se requiere de un mayor intercambio entre ambos países para lograr una mayor promoción artística y diplomática, ya que por medio de productos audiovisuales también se difunden las formas de actuar y pensar de las sociedades.
Katabuchi subrayó que desearía observar producciones mexicanas en las que se plasmara la vida cotidiana, como en Japón, donde la representación de la cotidianeidad, con sus múltiples alegorías, ha sido una consigna frecuente, y no sólo el plasmar la realidad japonesa, como en la serie Heidi, la cual se basa en la novela suiza de Johanna Spyri.
Previo a la firma en el libro de visitantes distinguidos de la UAA, Katabuchi impartió su conferencia para estudiantes del Centro de Ciencias de las Artes y la Cultura, así como para el público con interés en la cinematografía y la animación.
Durante esta ponencia, charló sobre su trayectoria profesional, las formas de producción en el país oriental, y ahondo en lo referente a sus obras Princesse Arete, Mai mai miracle y Black lagoon. Además, instó a todos los interesados en ingresar a la animación japonesa en aventurarse al ir directamente a Japón a mostrar sus trabajos y destacó la importancia de emplear varios idiomas; aunque, comentó en varias ocasiones, la paga para el staff en general es precaria.
También puntualizó que aunque varios animes están destinados y pensados para el público infantil, también se deben identificar y producir elementos para que la producción sea de interés para los adultos, además de que, en caso de que algún infante recuerde algún detalle del producto audiovisual, reinterprete su significado al crecer.
Al respecto, también indicó que algunas temáticas pueden ser polémicas para Occidente, por lo que invitó al público a tener un mayor criterio para observar producciones distintas a las de su país de origen.
Con información de la UAA
Foto: Archivo LJA