- Aunque las cifras en materia de lectura en México no son muy alentadoras, los cambios han sido importantes
- Docentes de educación básica deben encontrar un nuevo modelo para acercar a los niños y jóvenes a la lectura
Como cada año, desde hace 17 años, la UNESCO conmemora el 23 de abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. En el marco de la Feria Nacional San Marcos se festeja con una semana de actividades diversas y cierra con un espectáculo llamativo para todo público en el Cuartel del Arte llamado Duelo de cuento y canto,que está a cargo del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) y el programa de fomento a la lectura de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
“Hay duelos de espada y plomo, deportivos, en serio o falsos, nosotros somos más creativos y hace duelo de canto y cuento donde todos ganan y nadie pierde, nuestros duelos son gozosos”, gritaron Beatriz Falero y Antonio Buchanan al comenzar el reto que dio como resultado fuertes aplausos por parte del público, que recibió un ramillete de cuentos y cantos totalmente distintos en temática y forma.
Durante el 2012, en México se produjeron más de 330 millones de libros, de los cuales el 57% fueron del sector público; aunque el país ha mantenido bajos índices de lectura, tanto la autoridades como sociedad civil han trabajado por fomentar los hábitos de lectura en las más de tres mil 500 bibliotecas existentes en el país.
Entendiendo que la lectura es un proceso complejo que cada persona realiza por sí misma y que le permite examinar el contenido de lo que lee, analizar cada una de sus partes para destacar lo esencial y comparar conocimientos ya existentes con los recién adquiridos; la lectura puede destacarse como importante en el desarrollo de todo ser humano por incrementar la capacidad de observación, atención y concentración (sobre todo en los niños menores de diez años), ayudar a desarrollar y perfeccionar el lenguaje, su expresión oral y escrita, el vocabulario y la ortografía, entre muchas otras razones.
Según la Secretaría de Educación Pública, a nivel federal se mantienen múltiples programas y fondos para que desde muy temprana edad puedan adquirir la experiencia de la lectura, ya que con base a las investigaciones de la sicóloga educacional Helen Abadzi en materia de neurociencia cognitiva, se han encontrado que la memoria de trabajo, a la edad en la cual los niños inician el aprendizaje de la lectura, dura en promedio un máximo de doce segundos y se va incrementando lentamente hasta los 18 a 20 años de edad.
La prueba PISA manifestó que México es uno de los países que tiene el mayor porcentaje de estudiantes con el nivel más bajo de lectura, “es difícil ahora con el rollo de la tecnología, hacer que los estudiantes se metan a leer un libro, por eso los maestros debemos buscar otras maneras de acercarlos a la lectura”, indicó Laura Martínez, docente de nivel básico en Aguascalientes.
Según los datos ofrecidos por la UNESCO sobre el índice de lectura, de 108 naciones, México ocupa el penúltimo lugar, “mucho se dice de México pero también debemos ver que hemos avanzado. Antes sólo los de clase alta sabían leer, al menos se ha logrado mejorar la situación”, los niveles de lectura de libros físicos no son muy buenos, pero si se cuenta cuantos libros en digital que son leídos al día, las cifras pueden cambiar.
En Aguascalientes, más de 65 salas de lectura trabajan a lo largo del año entorno a los diferentes sectores: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; todas son lideradas por personas capacitadas con más de 15 años de experiencia en el fomento a la lectura, llamados “mediadores”.
Para celebrar el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor este 2014, se trabajó toda una semana de actividades entorno a un homenaje nacional a Octavio Paz por el centenario de su natalicio, con talleres de fomento a la lectura impartidos por mediadores del Programa Nacional de Salas de Lectura, presentaciones editoriales, exposición de trabajos de libro arte-objeto así como el primer pícnic de la Lectura en Rincón de Romos, por la sala de lectura Jaime Sabines, en donde se llevó a cabo un rally de lectura de libros infantiles, se compartieron libros entre los presentes, lectura en voz alta y la presentación de la obra de teatro Cuentos en cadena.
Foto: Claudia Casto